EL HONOR DE UNA GUERRA

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David andaba de un lado a otro del castillo de Kalarra, había sido avisado de la desapareción de Sara, y había volado con Fantasma inmediatamente, para regresar a Kalarra.

-   Nadie la ha visto, ningún guardia, nadie. Las dríadas tampoco la han visto cruzar el bosque.

Axel observaba a David con desesperación.

Jocelyn se encontraba sentada con la mirada perdida.

-   Esto es cosa de Alkán, lo sé.-respondió David conteniendo su rabia.

-   ¿Qué vamos hacer ahora? No sabemos si éstá muerta o dónde pueda estar si aún sigue con vida.

-   Está viva, siento su energía en Aysirial. Ahora que la tienen en sus manos, aprovecharan su poder a su favor, querrán convertirla en alguien como yo.

-   Tenemos que salvarla, hay que encontrarla. Tenemos que avisar al resto.

-   No, estan demasiado lejos. Axel te necesito junto a mi ejército, sé que podrás guiarlos, yo traeré de vuelta a Sara, lo prometo.

-   Pero... No sé si seré capaz de guiarlos.

-  Lo harás bien, confío en ti.

David bajó rápidamente las escaleras, Axel y Jocelyn lo seguían.

Salieron hacia el establo donde descansaba Fantasma.

-   Ya has descansado suficiente Fantasma, vamos a rescatar a mi chica.-dijo mientras se subía al dragón con agilidad.

El dragón rugió con todas sus fuerzas antes de alzar el vuelo.

Axel y Jocelyn contemplaron al dragón alejándose con rapidez.

 -   Tenemos que ir a la montaña de Daifin a reunirnos con el ejército, no voy a dejarte sola aquí.

 Jocelyn se abalanzó hacia el chico abrazándolo con fuerzas.

                                                                 ☼

 Sara seguía dormida, sumida en un sueño dulce, tenía todo lo que deseaba, su familia, toda ella reunida a su alrededor, sus amigos a su lado, David abrazándola, "Todo es perfecto ahora" le susurraba una vez y otra al oído. Y lo era, se sentía feliz junto con todas las personas que quería.

El sueño desapareció al sentir agua helada sobre su cabeza. Natlina le había tirado un cubo lleno de agua, para que se despertara.

Sara le dedicó una mirada llena de odio.

-   No me mires así, esto es realmente divertido. Aunque para ti no tanto, ¿verdad?-dijo con un tono divertido.

Alkán se acercó a ellas, la ondina dio unos pasos atrás con la cabeza agachada, lo temía.

Por otra parte Sara no desvió la mirada, sostuvo la mirada del liche hasta el final.

-   Eres valiente, pero no te servirá de mucho.

Con solo un gesto se acercaron los liches que habían estado durante dos días seguidos torturando a la joven.

Esperanban que flaqueara en cualquier momento para poder robarle el alma.

-   Espero que lo consigáis hoy, no nos queda más tiempo, Isyan debe de estar ya en camino.

Alkán se alejó de aquella zona, dejando atrás a Sara gritando de dolor, resistía con todas sus fuerzas.

AYSIRIAL, LA DAMA DE LA LUZ ©Where stories live. Discover now