"ASÍ NO OS SIRVO DE NADA"

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Habían podido reunir en Dafin varios ejércitos, el ejército de David, el ejército de Asgard liderado por Sasha y Marcus, el ejército de Talius liderado por Garfus el general de los enanos, y el ejército de Gyford, estos habían decidido hacer de su líder a Axel, él los guiaría en la guerra.

David y Sara había vuelto a la montaña junto con Fidem, el liche que se había unido a ellos en su causa. Axel y Jocelyn respiraron de alivio al ver a Sara viva, y les explicaron a lo demás lo sucedido, porque David se había mantenido ausente todos estos últimos días.

Rojan se había molestado porque no había sido informado de la situación, pero entendía porque David lo había hecho a su manera. Necesitaban todos los ejércitos que pudieran, y si le hubieran informado del secuestro de Sara, posiblemente hubiera volado con su dragón en busca de la joven. Entonces el ejército de Talius no estaría en Daifin en estos momentos.

-   ¿Entonces ahora eres como nosotros? -preguntó Axel.

Todos habían sido informados del nuevo estado de David. Ahora Isyan el príncipe sin alma había desaparecido, ahora era solo David. Líder de un ejército.

-   Eso creo.-dijo el chico con una sonrisa.

-   ¿Qué pasa con ese?

Rojan miraba con mala cara al liche, no le provocaba ninguna confianza, solo con su presencia hacia que lo detestara aún más.

La criatura bajaba la mirada avergonzado. Se sentía fuera de lugar, no encajaba del todo.

-   Él es Fidem y lucha a nuestro lado. A traicionado a los suyos por esta causa, por nuestra causa, así que al menos le debes un respeto.

Rojan asintió de mala gana y se marchó.

David le colocó una mano sobre el hombro del liche, este levantó la mirada y ambos se sonrieron.

El chico sabía exactamente como se sentía Fidem, como se sentía al no encajar en ningún lugar. Se había estado sintiendo así desde que tuvo uso de razón, y podía a llegar a ser frustrante.

Vigilaban día y noche la torre en donde se suponía que debía de estar el ejército de Alkán, pero en varios día nadie había aparecido por allí, Sydai estaba muerto, al igual que Natlina. La torre solamente estaba ocupado por unos cuantos liches, pero ningún rastro de ALkán o de su ejército. Algo fallaba, algo estaban pasando por alto.

-   Estoy segura de que Alkán tiene un plan, y en cualquier momento se nos adelantará.

Sasha estaba realmente desesperada, quería acabar ya con esto y enfrentarse a ellos. Al igual que todos querían que Aysirial volviera a ser como antes, un lugar de paz, sin dolor y sufrimiento.

Todos decidieron hacerse con la torre de Daifin, no les costaría mucho entrar y matar a unos cuantos liches. Así Alkán no podría volver, y si tenía algún plan sobre aquella torre, la habría perdido.

David y Axel se mantenían ocupados entrenando con la espada, se habían envuelto en un duelo. Ambos estaban en las mismas de perder, pues algo había cambiado en David, él lo podía notar al igual que su rival.

Ambos se movían con rapidez por aquel claro apartado del resto.

Axel giró sobre sí mismo con agiliada y se agachó apuntandolo al pecho desde abajo, había ganado.

-   ¿Qué te pasa? No eres el mismo, estoy seguro que antes ya me hubieras derrotado unas cien veces.

-   No lo sé.-David se enfadaba con él mismo.

Tiró la espada al suelo y se alejó de aquel claro malhumorado.

Axel se quedó allí parado sin saber muy bien que hacer.

AYSIRIAL, LA DAMA DE LA LUZ ©Where stories live. Discover now