Capítulo XIII

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Danielle descansaba en su habitación a lado de sus dos pequeños cuando su hermana Michelle entro.
-Hola Danielle, ¿Cómo te encuentras?
-Bien, gracias Michelle, me alegra que estés aquí.
-A mi también hermana, fue algo difícil convencer a mi esposo de dejarme venir pero al saber que estaría nuestra madre, acepto.
-Tu esposo es muy amable Michelle.
-Si (dijo Lady Brown con cierto pesar).
-Perdona mi atrevimiento hermana, pero advierto en ti cierta melancolía.
-No es así Danielle, solo es cansancio (dijo Michelle con leve suspiro). Se que no vivimos lejos la una de la otra pero el embarazo dificulta el venir a visitarte.
-Disculpa, yo también pase por eso y entiendo lo que sufres (dijo Danielle apenada).
-Gracias por comprender hermana.
-Si, ahora quiero presentarte a mis niños.
Danielle acerco con mucho cuidado a sus hijos para que su hermana pudiera conocerlos.
-Son unos niños muy hermosos hermana. ¿Y ya elegiste algunos nombres?.
 -John y yo hemos estado pensado que la niña se llame Emily y el niño se llame Adam.
 -Son unos nombres muy bellos para estos pequeños tan adorables.

***
                     
Ariana disfrutaba de tomar el té a medio día y pasear con su amiga Naomi a las orillas de la playa Cornualles por la tarde y con su ayuda aprendía más de los labores y las cosas en las que instruían a una dama de sociedad. Lady Naomi Anlwick le enseño a Ariana a bordar, coser y tocar el piano y cuando no hacían alguna de estas actividades, se encontraban en la biblioteca de la casa leyendo alguna novela romántica.
Se la pasaba muy bien acompañada de Lady Naomi.

***

Ethan estaba muy ocupado con los asuntos de las fabricas con las que se había aliado pero aún con todo el trabajo y asuntos de su ducado en Francia, no dejaba de pensar en aquella dama de vestido azul y cabello castaño, solía verla en sus pensamientos muy seguido. Trato de buscarla, averiguar su nombre o saber donde vivía pero no lograba hallar respuestas concretas.

-Cuando podrás olvidarla (dijo su amigo Cedric, con quien se había aliado a la fabrica).
-No lo se, me gustaría verla una vez más.
-¿Y donde piensas encontrarla?
-Espero convencer a mi prima de que me de información sobre ella.

Una Dama Como CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora