Capítulo XXI

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Ethan había llegado a la velada que organizaron Lord White y su esposa.
Estaba platicando con los demás caballeros en la biblioteca hasta que Lady White les pidió que bajaran para iniciar el baile.

Al bajar al salón tropezó con una joven y sin querer la tiro al piso.
-Discúlpeme señorita.
-No, discúlpeme usted Señor, yo no me fije por donde iba.
Al levantar la vista Ethan y Ariana se vieron mutuamente, ambos recordando un poco que ya se habían conocido.
-¡Tu! (Susurro Ariana, al ver que la persona con la que tropezó era la misma con la que había bailado meses atrás en la velada que organizaron Lord y Lady Anlwick).
-Me concede el primer baile señorita.
-Claro.
Ethan y Ariana disfrutaron de bailar juntos a pesar de no decir una palabra.
-Le agradezco que haya aceptado bailar conmigo señorita.
-El gusto fue mío ¿Señor?
-Lord Dumont (dijo Ethan y saludo a Ariana con un beso en la mano) y es un gusto conocerla ¿Señorita?
-Señorita Jones.

Ariana se despidió de Lord Dumont y fue hacia donde estaba su hermana y su cuñado.

-Ariana que bueno que llegas, debemos irnos ya.
-Pero no tiene mucho que llegamos, ¿Porqué debemos irnos tan pronto?
-Nos entregaron una carta de Witley Court diciendo que uno de los pequeños ha enfermado.
-Esta bien.

Al llegar a Witley Court la doncella que ayuda en su día a Lady Danielle le dijo que el pequeño Adam tenía fiebre alta y les preocupaba que enfermara.

-Despierten a la cocinera, ella es curandera y sabrá que hacer (les dijo Lady Danielle a las doncellas que cuidaban del pequeño).
-Esta bien (ambas asintieron y salieron a buscara a la cocinera).

-Para que me necesita Señora (dijo somnolienta la cocinera).
-Mi pequeño tiene fiebre y es muy tarde para llamar un médico, crees que puedas bajarle la temperatura.
-Si, no es difícil Señora, solo debe tener al pequeño con ropa más ligera y darle pecho para que este hidratado, además de seguir poniéndole paños húmedos en su frente.
-Segura que con eso mejorara.
-Así es Señora, el pequeño se pondrá mejor en poco tiempo.
-Esta bien, gracias y perdón por despertarte.
-No se preocupe Señora, estoy para servirle.

Una Dama Como CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora