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Ya habían pasado 2 días desde que los maknaes del grupo se reconciliaron, el ambiente era mucho más ameno y todos los 9 chicos estaban en completa felicidad.
Era domingo en la noche, la mañana y tarde de ese día habían sido muy tranquilas por lo cual los 7 chicos en la sala del comedor estaban en guardia baja.

Woojin mantenía sus ojos fijos en la TV, tenía a Hyunjin sentado a su lado y la cabeza de este estaba en su hombro, había llegado a la conclusión de que enojarse con el chico ni siquiera era una opción, más bien era una pérdida de tiempo considerando lo infantil del asunto; no era culpa de Hyunjin pero al voltear su rostro y ver tan perfectas facciones comprendió porque Seungmin estaba tan flechado. Hyunjin es completamente perfecto, a diferencia de él.

— ¿empezaremos con los mayores? —dijo Jeongin pacientemente mientras ajustaba sus orejas de conejo.
— si, pero recuerda dejar a Woojin hyung fuera de esto — habló Seungmin desde el otro lado de la habitación — él no fue malo contigo.

Jeongin asintió con una sonrisa ladeada, era tierno como en estos dos días Seungmin le pasó recordando no hacerle daño a Woojin.

Eran dos niños malcriados planeando una venganza estúpida, simple y cuanto menos infantil. Pero para ellos era muy justa.

— entonces ¿el primer hyung que caiga entre mis brazos que gana?
— un pase libre a ''hoy duermes en el armario con una erección" todo al estilo resort.

Una pequeña risa se escapó de los labios de Jeongin y pensó en quien sería el primero en ceder; probablemente Changbin.
Sabía que la película estaba aburrida, entonces con sólo entrar al lugar ya le prestarian la suficiente atención, y de hecho, acertó. El primero en notar su presencia fue Chan, quien fue seguido de Woojin que al segundo desvió la mirada, después de ellos siguieron los demás chicos haciendo que todos quedarán de alguna manera perplejos. Jisung lanzó una expresión de sorpresa.

— hyungs...

Jeongin vestía un hoddie al menos tres tallas más grande que la suya, unas medias hasta la rodilla y unas orejas de conejo, la magia de todo esto es que todo era completamente negro.

— no es por molestar pero quiero uno de los peluches que nos regalaron en el fansign ¿puede uno de ustedes alcanzarlo por mi?
— ¡yo lo haré! — dijo Felix antes de que cualquier otro miembro pudiera reaccionar.

Los chicos apartaron un armario especial para todos aquellos regalos que ellos lograban recuperar de los fansigns, incluyendo cartas, juguetes, diademas y peluches; Jeongin ama los peluches.
Todos los miembros sabían lo torpe que era Jeongin para este tipo de cosas, entonces por más alto que fuera siempre necesitaria ayuda. Al llegar ahí Jeongin ni siquiera se decidía por cual muñeco quería, eso comenzaba a hacer tediosa la estadía de Felix ahí.
Entonces el pecoso comenzó a actuar como Jeongin esperaba, se acercó peligrosamente a su rostro y comenzó a besar las delicadas facciones del menor, desde su cuello hasta su barbilla, sus mejillas que comenzaban a tomar un color carmesí, su nariz y por último sus labios.

Felix se encargó de que aquel beso durara, tomó al pequeño de la cintura y lo pegó a su cuerpo, una de sus manos recorría la espalda de Jeongin delicadamente. Viéndolo desde otra perspectiva el beso resultaria incluso romántico pero Jeongin tenía un plan y no podía permitir que se le saliera de las manos.
Se apartó lo suficiente para ver a su hyung a los ojos, ese lindo chico rubio parecía tan inocente ante la tenue luz del armario, ya podía entender porque Changbin luchaba contra el que fuera con tal de tener a ese pecoso un rato a solas.

— hyung, deberíamos parar — Jeongin puso su cara más inocente.
— ¿por qué, pequeño? Los demás ni siquiera nos están esperando.

Y eso era más que cierto, nadie los estaba esperando, cada quien se había entretenido en sus propios asuntos que ni siquiera se acordaban de la ausencia del Australiano.
Jeongin aprovechó ese momento para pegar a su mayor contra la pared y comenzar a frotarse provocativamente contra él, lo suficiente para despertar el instinto de Felix. El pecoso no se quejaba pero ni siquiera entendía nada, ¿cómo Jeongin había pasado de ser ángel puro a un niño travieso?
Todo habría funcionado y habría valido la pena, todo habría salido de acuerdo al plan, Jeongin tendría su venganza y Seungmin habría ayudado exitosamente a su amigo. Pero Jeongin perdió al ver ese pequeño detalle.

Un rubio con una mirada inquisidora parado en el marco de la puerta.

Chan.

he likes boys ↝yji + harem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora