CAPÍTULO 1 - Nuevo Camino y un montón de recuerdos

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Hola, querido lector!!
Si te encuentras en este primer capítulo, quiero agradecerte por darle una oportunidad a mi historia y sobre todo por invertir una parte de tu tiempo en leerme.✨☁️🦋
De ante mano te digo que la historia no se encuentra aún editada o corregida... así que lo más probable es que vas a encontrar pequeños errores ortográficos los cuales estoy ya editando.

Algo a saber es que actualizo la historia todos los sábados y que espero que te guste.✨☁️

Ahora sí, te dejo leer tranquilamente.

Hacía ya dos semanas que nos mudamos a california, a una casa realmente hermosa, por fuera es completamente blanca, cuando entras se puede apreciar la sala de estar, con un televisor casi de toda una pared, varias ventanas que iluminan toda la estancia, una mesita central de vidrio, los muebles alrededor y con un sofá perfecto para mis tardes de lectura, hay muchas fotografías de mi madre y yo decorando las paredes; una casa tan grande solo para nosotras dos, que aparentábamos ser la típica familia feliz, pero en realidad estábamos lejos de serlo. Decidimos mudarnos porque los recuerdos y el miedo nos invadían en las casas anteriores.

Me encontraba en el sofá, cuando el sonido del timbre me saco de mi lectura, me levante y fui directo abrir la puerta, era mi madre con cara de disculpa, ya que era la quinta vez en la semana que olvidaba sus llaves.

-Sabes que solo falta una semana para iniciar la universidad y no sé qué vas a hacer si sigues olvidando las llaves cuando no haya nadie en casa- digo sin dejar que volviera a decirme su misma excusa de todos los días, que ya me sabía de memoria

Entró y dejó el bolso en el gran sillón.
-Sí, lo sé, tendremos que poner un llavero al lado de la puerta para así yo no olvidarlas – dice mientras se dirige hacia la cocina y yo la sigo- ¿Quieres que te prepare algo de comer?

Niego con la cabeza

-No. más tarde me prepararé algo.- Le digo mientras la observo como se prepara el de ella.

La verdad es que aún no me acostumbraba a esta casa, la cocina es perfectamente como la que vez en las películas, tiene un ventanal corredizo en la cual si salíamos se puede ver una gran piscina y el césped bien cortado con un árbol en la esquina.

-Katie- Me llama mi madre- Sabes que el Señor Robert nos dejó quedarnos el tiempo que necesitáramos aquí, es una gran persona que me está dando la oportunidad de trabajar en su empresa, y sé que estás pensando que vamos a formalizar una relación, pero eso no está en mis planes y si algún día se llega a dar no será tan malo después de todo

No conocía mucho a Robert, solo en unas cuantas ocasiones habíamos coincidido y solo sabía todo lo mucho que me decía mi madre que hacía él por nosotros, aunque más por ella.

Debía aceptar que mi madre tiene razón en lo que dice, no lo podía juzgar, mi madre hacia todo lo posible para que yo estuviera bien y pudiera estudiar lo que me gustaba, además era bastante joven para su edad, ella es alta y esbelta, su color de piel es blanca, su cabello castaño claro que le sobrepasa los hombros, tiene unos ojos marrones claros.

-Lo sé. Mejor cambiemos de tema ¿vale? -Digo con ganas de irme ya a la cama

-Está bien.-Me responde mientras come su sándwich-¿Por qué no sales mañana a comprar ropa? quizás conozca a personas nuevas .

Su voz entusiasma no me permite negarme o llevarle la contraria.

-Si, Tal vez salga, además tengo suficiente dinero ahorrado para comprar lo necesario para la universidad.

Dulce ImpulsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora