Issues

The One About a Broken Heart

Me despierto en la mañana sintiendo algo completamente fuera de lugar, pero no sé exactamente decir que es. Conforme me voy moviendo por la habitación sobre los restos de frituras y un charco que parece ser soju, comienzo sentir la enorme presión en mi vejiga después de haber tomado tanto alcohol.

Me dirijo al baño, trastabillando e intentando encontrar la luz, procurando no romper nada en el camino. Dentro del baño, encuentro cinco hojas dobladas regadas en el piso. Al parecer hay una para cada quien, porque todas tienen un nombre escrito.

Con algo de temor, tomo la que reza 'Namjoonie' en la elaborada caligrafía de Yoongi.

Namjoonie:

No hay palabras que puedan caber aquí más que muchas gracias. Todos estos años tú has sido uno de mis más grandes soportes, mi mejor amigo y un cariño que jamás voy a olvidar.

Lamento mucho todo esto, sabes de antemano que este era mi más grande sueño pero a veces hay que cortar por lo sano y dejar ir lo que simplemente jamás debió ser, estaré lejos mientras puedo recuperarme, tal vez tarde un poco pero te juro que volveremos a vernos, hablaremos de nuevo y seguramente el éxito de nuestro sueño habrá llegado a todas las puntas del planeta.

Espero que la imagen que tienes de mí pueda ser la misma después de lo ocurrido, necesitaba ser sincero al respecto desde hace algún tiempo y por primera vez fui lo suficientemente valiente como para dejarlo salir, pero no quiero que ustedes carguen con ello todo el tiempo y por eso he decidido marcharme.

Cuida de todos como lo has hecho hasta ahora, siempre he estado tremendamente orgulloso de ti, no lo dudes, haces un trabajo perfecto como líder pero sobre todo como amigo.

Gracias de nuevo por cada segundo, por cada idea y por cada pequeño regaño, cuídate mucho, no estés cerca del fuego y sobre todo, no busques que esto cambie, no lo hará.

Las palabras de Yoongi vibran dentro de mi cabeza como si me las hubiera recitado al oído. Estoy mareado y no sé si es por la resaca o por las ganas que tengo de vomitar al saber que Yoongi se ha ido. Mis manos están temblando mientras sujeto los demás papeles en mi mano, incapaz de abrirlos y saber si las demás dicen algo similar. No se cuanto tiempo me quedo ahí, pero cuando mis pensamientos comienzan a ser lineales de nuevo, me dirijo a la habitación de Yoongi.

Sus pertenencias están esparcidas por toda la cama, faltan algunas cosas, entre ellas su maleta. Mi corazón empieza a latir más rápido todavía. No puede estar pasando esto. Dentro de mi semi-conciencia decido que aun puedo llamarlo para evitar que haga una tontería, pero justo cuando está dando el tono, observo su celular destrozado en el piso.

La desesperación empieza a hacerse presente. -Hyung... ¿Qué has hecho?- mis dedos empiezan a vagar rápidamente entre los contactos. Estoy por marcar al manager, cuando escucho el sonido de la puerta abrirse.

Corro hacia la entrada y veo a Kookie abrir la puerta, usando la ropa de ayer, trae puesto mi abrigo negro y en su mano carga la maleta negra de Yoongi. Me pregunto cuál será la razón para traerlo puesto. Sobre su cuello está una de las bufandas de Yoongi. Él aparece detrás de Kookie, Su expresión se nota absolutamente cansada, como si no hubiera dormido en días, pero una sonrisa se asoma por sus labios, apenas imperceptible.

No puedo contener ni mi emoción ni mi sonrisa al ver que Yoongi está de nuevo en casa -Hyung, pensé que nunca volvería a verte- mi abrazo lo toma desprevenido.

Este tipo de cosas pasa rara vez, imagino que NamJoon leyó la carta que había dejado para el, seguro que se asustó un poco y por eso está reaccionando así... de todos modos siento que no merezco nada de esto ya que estaba huyendo, justo lo que juré jamás haría; no puedo abrazarlo yo también, solo trato de mantenerme quieto esperando que se detenga.