Más Problemas

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___ no podía levantarse del escritorio, Gaster acomodaba su ropa con tranquilidad. La joven respiraba de manera agitada, Gaster peinó su cabello mientras miraba a su acompañante.

--Ya es momento de que se retire, señorita -- Gaster habló con calma, su calma era tanta que se podría decir que no había hecho nada momentos atrás.

___ no respondió, sólo permanecía sobre el escritorio sin hacer un sólo movimiento.

--Bien... - Gaster dio un par de pasos para acercarse a la joven,  al estar a un lado de ella le proporcionó un par de azotes provocando que la joven diera un brinco y jadeara. --Por lo visto, no ha perdido sensibilidad en sus piernas, por lo tanto si puede levantarse.-- Gaster sonrió.

--Yo... no puedo levantarme...-- las piernas de ___ temblaban gracias al orgasmo que anteriormente había tenido.

Gaster suspiró, sabía que si alguien entraba a la oficina y los encontraba en esa situación, se generaría un gran problema.

--No, si puede levantarse -- Tomó a la joven de la cadera jalándola hacia él para después proceder a levantarla e intentar ponerla de pie. -- Listo, si puede levantar... -- Pero fue interrumpido por ___ cuando cayó al suelo. --Bien... Creo que me pasé un poco, no debí emocionarme tanto... --Gaster suspiró -Mire, hagamos esto, esperaremos aquí un momento hasta que pueda ponerse de pie e irse sola de mi oficina--Gaster acomodó sus lentes.

___lo miraba desde abajo, no podía creer lo que estaba escuchando, Gaster no la ayudaría más. ___quería levantarse para abofetear a su acompañante e irse de ahí, pero no podía... Sabía que no podía hacer eso, así que sólo asintió con la cabeza.

Gaster se sentó en su silla sin decir palabra alguna, ___ tampoco decía nada y no tenía ganas de iniciar una conversación. Los minutos pasaban con lentitud, sólo se podía escuchar el "tick tack" del reloj que se encontraba en la oficina, ___ recargó su espalda al escritorio de Gaster, su mirada permanecía fija en la puerta, el silencio era el gobernante en ese momento. Gaster comenzó a escribir en unos papeles que se encontraban en su escritorio, ___ solo podía escuchar aquel sonido de escritura.

Los minutos pasaban, ___ movía sus piernas para confirmar si ya podía levantarse, sonrió al darse cuenta que ya no le temblaban tanto como antes, estaba a punto de levantarse cuando se dio cuenta de que ya no se escuchaba el sonido que Gaster hacia al escribir, pensó por un momento que quizá salió pero la única puerta que había en esa oficina se encontraba frente a ella. Esperó un momento pero no había sonido alguno, se levantó y volteó a ver hacía la dirección en la que se suponía se encontraba Gaster, su sorpresa fue grande al ver que su acompañante se encontraba profundamente dormido sobre varias hojas regadas en el escritorio. ___ se acercó un poco para despertarlo pero se detuvo, no quería recibir algún regaño o sermón si lo despertaba, al contrario, tomó su celular y lo fotografió.

--Será de utilidad en el futuro-- ___Dio un par de pasos en dirección hacía la puerta pero aún se sentía extraña, hizo su mayor esfuerzo para lograr llegar a la puerta y salir de ese lugar.

El pasillo se encontraba sólo y silencioso, suspiró de alivio al saber que nadie estaba cerca para saber lo que había pasado en la oficina, cerró la puerta con cuidado para no despertar a Gaster, pero se detuvo por un momento, recordó la última frase que Gaster le dijo y lo grosero que fue con ella, abrió de nuevo la puerta, miró adentro y pudo observar que Gaster permanecía en la misma posición, ___ frunció el ceño y cerró con todas sus fuerzas la puerta provocando un fuerte sonido.

--Idiota-- Fue lo último que dijo antes de marcharse de ahí.

El camino hacía su casa fue tranquilo, claro, los pensamientos y recuerdos de lo anteriormente sucedido invadían su mente y provocaban que sus mejillas se sonrojaran violentamente.

--Creo que... Estuvo mejor que Sans...-- Pensó, sacudió su cabeza para esfumar esa idea. No quería desarrollar algún tipo de complejo hacía Gaster o Sans.

Al llegar a casa y abrir la puerta, pudo sentir la gran tranquilidad que albergaba en esta, entró tranquilamente, respiró hondo y sonrió.

--Fue un día muy extraño... Pero ya estoy en casa, así que lo demás ya no importa-- Se quitó los zapatos y corrió hacía su sofá.

Miró su celular y pensó en enviarle un mensaje a Sans pero no lo hizo, buscó la foto que le tomó a Gaster, la observó por un momento, se veía tan tranquilo, incluso no daba esa sensacion de frialdad que provocaban sus azules ojos. Toda esa seriedad y crueldad se habían esfumado de él.

--En esta foto parece... Humano -- ___ dejó su celular a un lado de ella, cerró los ojos y comenzó a pensar en lo que sucedió en el día, como era de esperar, las imágenes de lo sucedido en aquella oficina llegaron a su mente.

Sus mejillas se pintaban de un hermoso color carmesí.

--Tres... -- suspiró y abrió los ojos -- Bueno... Se dice que una mujer prueba a 26 hombres antes de conocer al amor de su vida... Pero han habido casos especiales los cuales han sido muy pocos-- Dijo para si misma.

Estiró sus brazos y piernas, de un salto se levantó del sofá, tomó su celular y caminó en dirección a su habitación.

___ había terminado las tareas que tenía pendientes, lo único que faltaba era mejorar y avanzar con el proyecto de Sans.

Al abrir el documento en su laptop, ___ suspiró con pesadez.

--¡Estúpido proyecto, fue el causante de todo esto!-- ___ habló a su lap. -- Sólo espero que esto termine rápido... O quizá no--

La joven leía cada línea del documento, investigaba en momentos y corregía su ortografía. Se recargó en el respaldo de su silla y miró hacía el techo.

¡Vaya! Que gran forma de perder el tiempo y de distraer tu mente. Justamente estaba pasando por ese momento en el que miras a un punto fijo y no se sabe si ves al vacío, estas pensando en algo o alguien, o si estas en un viaje astral. Pero en el caso de ___ sólo miraba a un punto fijo sin pensar en absolutamente nada.

Pero ese corto período de "relajación" fue interrumpido por un extraño sonido que provenía de la sala de estar, ___ se levantó exaltada, miró hacía la puerta de su habitación esperando a que ese sonido volviera a repetirse... Y fue así. Tomó su celular y un pequeño oso de peluche para defenderse.

Salió de su habitación intentando no hacer ruido para no correr peligro y ver quien o que provocaba ese sonido el cual provenía ahora de la cocina. Al bajar las escaleras, ___ comenzaba a ponerse nerviosa, incluso por momentos abrazaba al oso de peluche que la acompañaba.

Sus pasos eran ligeros y silenciosos, se detuvo antes a un costado de la puerta de la cocina, tomó aire y determinación para enfrentar a lo que sea que había en ese lugar. En cuestión de segundos dio media vuelta, quedando frente a frente con el intruso.

Su sorpresa fue enorme al descubrir quien había invadido su casa...

Mi profesorOnde histórias criam vida. Descubra agora