Lo mejor para mi

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-Estúpido Gaster, cree que sabe que es "lo mejor para mi"- Sans se encontraba parado frente la puerta de su casa, quejándose de la situación anteriormente sucedida. 

Peinó con su mano su cabello, haciéndolo hacia atrás. Suspiró y comenzó a caminar en dirección a la universidad. En el trayecto, no miró a su alrededor, no esperaba encontrarse con nadie, solo quería alejarse de su casa, no recordaba como había llegado a ella en la noche, realmente fue muy mala idea entrar al almacén de Grillby, la cabeza aún le dolía y los mareos llegaban de repente. Quería volver a casa y dormir un poco más, pero por desgracia, no podía.

-Por mis estrellas...- Sans se detuvo, miró a su alrededor y desapareció junto con un resplandor color azul.

Segundos después, Sans se encontraba en la habitación oculta en la biblioteca. Se sentó por un momento en el sofá que se encontraba ahí, el peliblanco se relajó un poco, podía sentir la paz que se encontraba en ese silencioso lugar. 

Comenzaba a quedarse dormido, pero a lo lejos escuchó la campana que anunciaba el inicio de las clases. Con pesadez y poco animo, Sans se levantó de aquel cómodo sofá y comenzó a caminar hacia la única puerta que se encontraba en la habitación, pero antes de salir, dudó un poco si quedarse o dar la tonta clase, pero sabía que Gaster "daría una vuelta" para verificar que realmente se presentó. Miró hacia atrás y observó con detenimiento dentro de la habitación, frunció el ceño y salió de ahí. 

El pasillo se encontraba completamente vacío, no había profesores ni alumnos, pero el peliblanco no tenia prisa, caminaba con toda la calma del mundo, realmente no tenia ganas de dar clase, y ¿Quién tendría ganas de hacerlo cuando tienes una resaca encima?.

Finalmente llegó a su destino, se detuvo un momento frente la puerta, tomó la perilla y abrió para entrar.

Mientras tanto, los alumnos dentro del aula, al notar que alguien abrió la puerta, tomaron aire e intentaron no hacer contacto visual creyendo que Gaster había entrado.

-Buenos días por la mañana, jóvenes.- Sans entró y sin mirar a nadie caminó hacia su escritorio. Los alumnos al ver a Sans liberaron el aire que segundos atrás habían tomado, se relajaron al ver aquel peliblanco con sudadera azul y bata de laboratorio.  Sans miró a sus alumnos con un poco de confusión pero le restó importancia, sabía a la perfección como es Gaster. Al llegar a su escritorio, el de menor tamaño sacó una lista la cual tenía guardada en su bata, escribió algo y habló. -Welp, tomaré asistencia y comenzaré con la clase.

-Profesor- Habló Kevin, -¿Por qué se fue y nos abandonó durante todo ese tiempo?- Sans se sorprendió por aquella pregunta.

-Por favor, no nos vuelva a dejar de esa forma- Habló una joven de cabello morado, la cual se encontraba en la fila del fondo.

-Oigan tranquilos. No es le fin del mundo heh- Sans bromeó un poco.

-Quizá no sea el fin del mundo pero... ¡Estuvimos en un infierno!- Alice comentó.

-¿Tener al director como profesor es estar en el infierno?- Sans sonrió divertido.

Más alumnos se unían a las "quejas" de tener a Gaster como profesor, contaron lo incomodas y estresantes que fueron sus clases, además de lo silenciosa que se encontraba el aula durante su presencia. Sans no hacia más que reír internamente, no sabían lo que era realmente un infierno con Gaster, ellos no habían vivido toda una vida junto a él y sus reglas estrictas.

-Ya es suficiente, tranquilos. Ya no deben preocuparse porque estoy de regreso.- Sans logró calmar a sus alumnos quienes le sonrieron tiernamente.-Comenzaré ya-

Sans pasaba lista. los jóvenes permanecían en silencio hasta que eran nombrados, realmente había un cambio en el aula, quizá la ausencia del amante de la ketchup los hizo reflexionar.

-___- Sans pausó un momento tras decir el nombre y al no recibir respuesta alguna, inconscientemente miró al asiento que pertenecía a la joven anteriormente mencionada. Recordó que le dijo que la habían suspendido, por lo tanto su ausencia era notoria.

-Ausente, no sabemos por que faltó hoy. Ayer se retiró temprano y no contesta mis mensajes...- Connie habló, su tono de voz era serio.

Sans permaneció en silencio por un momento al escuchar a Connie.

-Welp, sigamos- 

La clase continuó tranquilamente, incluso se podría decir que fue mejor de lo que se esperaba, realmente extrañaban a Sans, tanto así que participaban. Por momentos Sans se sintió observado, era de esperarse, Gaster rondaba por los pasillos para asegurarse que realmente había asistido a trabajar, tal y como Sans lo había "previsto".

-Por cierto, ¿Cómo van con sus proyectos? No me han informado nada sobre eso. -Sans se encontraba sentado frente su escritorio. Un silencio incomodo invadió el aula, de pronto los alumnos dejaron de hablar entre ellos -¿Pasa algo?- preguntó Sans al sentir la tensión.

-La verdad, queremos descansar un poco con el proyecto. El director nos saturó demasiado con sus presentaciones, las exigencias de avances y esas cosas.-

Sans no dijo nada, comprendía lo que aquel joven decía, Gaster se pasaba de exigente en algunas ocasiones. El peliblanco solo asintió, en un intento de destruir esa tensión, Sans buscó en sus bolsillos de la bata, no estaba seguro de que buscaba pero quería hacer algo ya que no salía palabra alguna de su boca. Al meter su mano en uno de los bolsillos encontró sus lentes, sonriente los miró como un niño mira su juguete favorito, y se los colocó.

-Genial, ya veo mucho mejor- Dijo en voz alta llamando la atención de los jóvenes que lo acompañaban.

De pronto, la campana sonó indicando el fin de la clase y el inicio de la segunda hora.

-Welp, nos vemos mañana- Sans se puso de pie -Por cierto, esta semana descansaremos de los proyectos, y no dejaré tarea. Buen día- Dicho eso, Sans caminó hacia la salida.

Al salir del aula, Sans miró hacia atrás dirigiendo su mirada hacia el lugar perteneciente a ___. Al cerrar la puerta comenzó a caminar.

--Le enviaré un mensaje-- Pensó el peliblanco, Metió sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera en busca de su celular... Por desgracia no lo traía con él.

-Hey, Sans- Una voz llamó la atención de Sans.

-Quizá sea lo mejor para mi...-

Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora