"Winnie Pooh"

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La mire desconfiada, ¿Shantal? ¿Quién era ella en la vida de los chicos?

Fruncí mis labios y extendí mi mano la que estaba entrelazada con la de Aaron en señal de saludo.

-Un gusto, Shantal.-Entre dientes lo dije, pero no se notó o al menos lo pensé así. Ser hipócrita no era lo mío, mis sentimientos se reflejaban fácilmente en mi cara; mis expresiones faciales me delataban como ninguna otra cosa.

Un gusto, Giselle.-estrechó su mano con la mía, y al segundo la aparté para agarrar de nuevo la de Aaron.

¿Esto lo que siento son celos? Era una amarga sensación que se escondía en mi garganta, me sentía malhumorada y quería que se fuera de inmediato para seguir mi paseo con los chicos. ¿Esta no era una salida para nosotros nada más?

Shantal era un poco más baja que yo, tal vez 10 centímetros, su cabello era lacio y negro, usaba gafas de pasta roja y sus ojos eran de un gris hermoso, parecía mayor que yo y su cara era como la de una muñeca barbie.

Un silencio se instaló entre todos, ella miraba a Aaron y él la miraba con cara de poco amigos. ¿¡Por qué lo mira!?

-¿No me saludarás, Aaron?-con una sonrisa fue directo a él, lo apartó de mí y le dio dos besos; una en cada mejilla.

-Hola, Shantal.-Dijo seco, y con una línea recta en los labios.

Ese es mi papi.

Me sentí cohibida después, ¿Desde cuando era celosa? Yo no era así, yo era muy confiada en mi misma y nadie podía intimidarme. Excepto Gregory cuando era serio, frío y me miraba como si supiera cada detalle de mis defectos.

De la nada, quise huir. La idea de esta salida no era tan buena ya para mí. Quise volver estar en mi casa limpiando o estar ensayando violín.

¿Qué demonios estoy haciendo aquí? La incomodidad se instaló en mi pecho mientras me sentía chiquitica. 

 Me quiero ir de aquí.

(...)

Habíamos visto la mayoría de los animales, Aaron y yo caminábamos un poco más atrás que los chicos. Disfrutábamos la presencia del otro y al hablar lo hacíamos en un susurro, como si cada palabra era un secreto para ambos. En ningún momento aparté mi mano de la suya, y cada vez que admirábamos un animal parecía un momento mágico.

Por momento me había calmado, no pensaba más en Shantal, quien estaba con Gregory y Alexander. Ella era muy escandalosa, su risa se escuchaba de aquí a una cuadra y estaba segura que era un peligro para los animales; ¡Con su espantosa risa podría no solo alterarme a mí, si no a los animales también!

Desde mi puesto me enderecé, tenía algo que decirle a Aaron; mi papi. 

-Aaron...-susurré mientras mirábamos a los osos en sus aulas, quienes dormían plácidamente sin ninguna preocupación alguna. Quise ser ellos, puesto en mi posición me moría de los nervios.

 -Dime, bebé.-Me relamí los labios mientras en mi cabeza formaba una oración lógica a lo que quería decir.

-Me gusta mucho estar y pasar tiempo contigo.-Mi atención fue a él, estaba mirando aún a los osos con una sonrisa cerrada en su cara.

-Contigo me siento en paz, tranquila. Y cuando te vas solo pienso cuando volverás. Me haces tan feliz.-Me sincere, un calor se apodero de mis mejillas junto con la sensación de tener el zoológico completo en mi estómago. ¿Así se sienten las protagonistas de los libros? ¿Es esto estar enamorada?

Él volteó a verme aún con su sonrisa cerrada, su mano derecha tomo mi mano izquierda para hacernos estar frente a frente, ni tan separados ni tan cerca para alterar mis nervios. Perfecto.

 -Me alegra que me digas estas cosas, pequeña. Me haces muy feliz a mí también... tú... Me haces recordar mucho a Winnie Pooh.-Achinó sus ojos mientras esbozaba una sonrisa amplia, verdadera y blanca. Dios, sus dientes si que son blancos. 

Y sus labios muy rosados...

-¿Winnie Pooh?-Mi cabeza inconscientemente se ladeó, expresión de confusión que Aaron hizo reír. No entiendo...

-¡Eres tan tierna, demonios!-Enderecé mi cabeza seguidamente de arrugar mi nariz. ¿Tierna yo? 

No sé si era por los nervios, o por la incomodidad pero dejé de verle a los ojos y me fije en los osos nuevamente pero sin apartarme de él. ¿Por qué me compara con un oso animado?

-Ay, pa... Aaron. No entiendo porque Winnie Pooh.-Mordí mis labios mientras esperaba su respuesta. Una caracteristica de Aaron era que le encantaba, en medio de una conversación, dejar a la intriga; sus pausas eran tan largas como lo era un minuto. Eso a veces me caía mal, puesto a que soy muy curiosa. Como si costumbre era de él, llevó sus manos a mis mejillas, allí las mantuvo, y en el momento en el cual mi mirada fue a sus ojos descubrí que mi papi estaba a poco centímetros de mí. ¡OH, POR DIOS! ¡OH, POR DIOS! ¿QUÉ ESTÁ HACIENDO? ¡ESTÁ MUY CERCA DE MÍ, ALÉJATE, CHICO!

Por más que intenté abrir mi boca, no podía, mi cuerpo entero se paralizó completamente que hasta me sorprendía que aún funcionaba mi corazón y pulmones. Tragué saliva, puesto era uno de las pocas cosas que podía hacer en este momento. 

-Me recuerdas mucho a Winnie Pooh; por tu ternura.-Se acercó más a mí, abrí más mis ojos que hasta parecía que se iban a salir de mi cabeza.-Por tus boberas.-Aún más cerca.-Tus sentimientos. Ser tan olvidadiza, distraída y aún así ser la mejor chica que me he cruzado en la vida. 

-Bueno, vi-viéndolo desde ese punto... s-sí.-En este momentos mis ojos fueron a sus labios, entreabiertos dejando una pequeña ráfaga de su aliento fuera directamente a mi boca.

-Giselle...-¿Quién diría que mi nombre en sus labios se escuchaba muy lindo?

-¿Sí?

-Me encantas.-Ya estaba a milímetros, no había escapatoria. ¡Daría mi primer beso! Por instinto cerré mis ojos, me dejaría llevar; eso es lo que dicen las novelas que leo. Dejarse llevar, dejarse llevar.

Aunque... ¡Dijo que le encanto! Por todos los ángeles y arcángeles. ¡¿QUÉ DIGO?! ¿QUÉ HAGO?

 Me encantas, me encantas, me encantas.

El ambiente se volvió dulce, tan placentero e imposible de  dejarse tentar... el tiempo se paralizó y sólo estábamos él y yo... esto era...

-Aaron, Gigi, ¡Apúrense que falta ver las serpientes!-La voz de esta chica... Shantal, nos sacó de nuestra burbuja. Primero, abrí mis ojos y como si fuese reflejo me aparté inmediatamente de Aaron, él frunció las cejas y me miró molesto, pero sabía de todas maneras que no estaba molesto conmigo. 

Luego mire sobre el hombro de Aaron, Shantal estaba esperándonos de brazos cruzados y me miraba con molestia. ¿A esta que le pasa?

-Vamos.-Me ordenó mi papi, agarró mi mano y esperó a que reaccionara. Le sonreí y proseguí a caminar a su paso. 

Por mí, seguiría sus pasos donde quiera que él vaya...

Daddy AaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora