°Lena & Vada°

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—Lena tenía trece años cuando la conocimos, fue por... —Kaia se ve interrumpida cuando alguien golpea a la puerta de la habitación, todos comparten una mirada. No deberían estar interrumpiéndolos; Kaia había ordenado específicamente que nadie la molestara. Algo debía haber sucedido. Con una mirada, Kaia le indicó al hombre que estaba a su lado, que fuera él quien atendiera. El hombre de cabello castaño y ojos verdes se levantó y caminó hacia la puerta, la abrió solo un poco y salió de la habitación.

—Fue por una misión —continuó Kaia, retomando la conversación como si nada hubiera sucedido—. Alexandria y yo seguíamos con nuestros planes para escaparnos, pero aún no habíamos podido resolver el problema de los rastreadores. Luego llegó una misión que requería de varios sujetos del proyecto, y Alexandria y yo fuimos parte del equipo para esta misión.

Kaia se ve interrumpida de nuevo cuando el hombre que anteriormente había salido por la puerta entra de nuevo. No pronunció ninguna palabra, solo se acercó a paso rápido a Kaia y le dijo algo al oído. Eric no pudo escuchar qué era, pero supone que no se trata de algo bueno porque el rostro de Kaia se endureció. La pelinegra se puso de pie para caminar hacia la puerta, pero antes de salir se dirigió a Lena.

—Han adelantado la reunión, me necesitan. No sé cuánto tiempo tomará, ya sabes lo que debes hacer —Kaia le dio una rápida mirada a Eric—. Protégelo a toda costa. Si algo le llega a pasar, te las verás conmigo, ¿he sido clara, Lena?

Lena soltó una risita antes de contestar—Quedó claro como el agua.

Kaia asintió y luego se dirigió al hombre que anteriormente había salido de la habitación.

—Quédate con ellos, Orión. No la dejes sola con él y mantenme informada —luego salió de la habitación, cerrando la puerta a su espalda.

Un silencio se instaló en la habitación mientras el hombre llamado Orión arrastraba una silla y se sentaba a un lado de Eric, manteniendo una distancia prudente, pero sin estar muy lejos, mirando fijamente a Lena, que ahora ocupaba el puesto en el que anteriormente había estado Kaia. Lena rió divertida por la acción realizada por Orión.

—Relájate, Orión, no tienes que tomarte las palabras de Kaia tan literalmente —La pelirroja habló con una sonrisa burlona, y sus ojos ámbar brillaban con una pizca de maldad.

—Contigo, relajarse y no tomarse las cosas literalmente es un error que podría costar la vida, Lena —respondió Orión. Fue la primera vez que Eric escuchó su voz claramente. Era gruesa y varonil, en comparación con la suya.

Eric se permitió detallar a Orión por primera vez. No le había prestado mucha atención al principio, pero ahora tenía tiempo para observarlo.

Orión era alto, con espalda ancha y músculos definidos sin llegar a lo exagerado. Tenía fuerza, eso estaba claro. Sus manos eran grandes, capaces de cubrir todo un cuello con solo una de ellas. Su rostro era neutral la mayoría del tiempo, pero cambiaba cuando hablaba con Lena, mostrando molestia y burla.

Su cabello castaño oscuro y sus ojos verdes con motas cafés seguían cada movimiento de Lena, como si estuviera esperando algo de ella. Eric creía que Orión estaba tan concentrado en Lena que no se daba cuenta del escrutinio que él mismo estaba recibiendo. Se sobresaltó cuando Orión le habló con esa voz gruesa mientras seguía mirando a Lena.

—¿Has terminado de evaluarme, Eric? —Las mejillas de Eric se tiñeron de vergüenza por ser descubierto. Lena, observándolos divertida, agregó:

—A Orión no le gustan los hombres, Eric, pero no te preocupes, a Eros sí, y eres justo su tipo.

Eric vio el cuerpo de Orión tensarse cuando Lena mencionó el nombre Eros, lo que despertó su curiosidad.

—¿Quién es Eros? —preguntó Eric, pero Orión lo interrumpió bruscamente:

El Arte De Aniquilar (Artes Letales #1)Where stories live. Discover now