JIMIN
—¡Hey, Jimin! —Gritó Taehyung mientras me seguía a su casa desde el patio— ¿Qué está pasando? No te vas a ir ya ¿verdad?
Me di la vuelta y miré a mi hermano. Al principio, casi lo acosé porque tenía la sensación que no estaba de mi lado. Pero cuando vi la preocupación en sus ojos, no pude. Era una persona tan diferente de lo que había sido un año atrás y nuestra relación era realmente diferente ahora. Pero todavía estaba realmente frustrado con él.
—¿Por qué dijiste eso? —exigí. No esperaba que la pregunta saliera como lo hizo, pero me sentía acorralado.
—¿Qué?
Puse los ojos en blanco y miré a mi hermano.
—Esto es como cuando éramos niños. Intentas hacerme ver como el malo y luego fingir que no sabías lo que estabas haciendo. ¿Por qué dijiste que debería dejar ser a Jungkook? ¿No sabes cómo me hace sentir eso?
Miré a Taehyung, esperando que él me dijera que lo sentía. Que estaba equivocado. Pero no lo hizo.
—No lo sé, Jimin. Me siento un poco mal por el tipo.
Sentí un destello de ira llenando mi pecho y me di la vuelta. Ni siquiera podía mirar a mi hermano. Sentí que se había vuelto contra mí, pero pensé que todo eso estaba en el pasado.
Durante toda nuestra infancia, sentí una tensión de bajo nivel entre nosotros dos y nunca entendí por qué estaba allí. Hubo rivalidades y competencias buenas, lo cual fue genial. El problema era que a veces las cosas entre nosotros se ponían un poco incómodas, pero nunca le dije ni una palabra a Taehyung.
Había nacido beta y, durante toda la escuela secundaria y cuando tenía veinte años, tuve la clara sensación que estaba celoso de mí. Que deseaba haber nacido alfa, como yo. Pero cuando se convirtió en policía y fue respetado por muchos de sus colegas, pensé que tenía que haber superado esa fase de envidia.
Pero luego sucedió. Se convirtió en un omega. En un momento estaba apuntando a los malos con una Glock y lo siguiente que supe es que tenía los pies en estribos y estaba dando a luz a su hijo, Taeho. No me preguntes cómo sucedió. Soy médico y he estudiado el fenómeno durante años, pero aún no sabemos qué causa el cambio.
Lo que sí sabemos es que las mujeres ya no pueden tener hijos. Durante las últimas cuatro décadas, ninguna mujer en el planeta ha concebido. El papel de la reproducción de la especie ha recaído directamente en los hombros de los omegas y parece que la naturaleza se ha encargado de asegurarse que haya suficientes omegas para mantener la tierra poblada.
Al principio, este cambio fue duro para Taehyung, como estoy seguro que lo fue para la mayoría de los betas que se vieron afectados por esto más adelante en sus vidas. Pero no sabía al respecto hasta hace unas semanas cuando su compañero Hoseok me llamó y me dijo que el bebé de Taehyung nacería.
Fue entonces cuando lo volví a ver: Jeon Jungkook. El que Taehyung defendía no hace cinco minutos.
—Mira, Taehyung —le dije, lentamente. No quería molestarlo el día de su boda, pero no podía quedarme en una fiesta donde ese bastardo estaba sonriendo y hablando como si no tuviera cuidado en el mundo—. Estoy tan feliz por ti. Realmente, lo estoy. Ni siquiera puedo empezar a decirte lo bueno que es verte con Hoseok y Taeho. Los tres son solo... tú eres la imagen de una familia perfecta. Y mira —le dije, haciendo un gesto hacia el patio trasero lleno de gente sonriente—, tienes a todos tus compañeros de trabajo, amigos y familiares apoyándote en este día increíble. Me encantaría quedarme, pero yo... no puedo. Yo solo... no puedo estar aquí si Jungkook se va a quedar.
