La Sastre de Jonia

El Obi Verde

Al siguiente día la ciudad tiene un ambiente horrible, parece que un crimen horrible se ha cometido, el asesinato de un hombre, un padre de familia.

Me dirigía hacia el puente para espiar a mi esposo, cual estaba allí acompañado por un hombre un poco mayor que él.
El hombre era de su mismo tamaño, un cabello negro como el ébano más puro, unos ojos de diferente color cada uno, rojo, como un rubí y azul, como un zafiro. Lo que más me llamó la atención fue el listón verde que acompañaba ese kimono de color crema.

Ese desconocido estaba consolando a mi marido, cual se encontraba sollozando, ¿por qué será?.
Debería ser yo quien lo consolaba, no ese desgraciado desconocido.

— Ese Obi verde te sienta muy bien Jhin. — Comentó mi esposo hacia el hombre.

— Siempre buscando algo para quitar las desgracias, ¿no es así? — Mencionó el anteriormente nombrado.

— Me pregunto quién habrá sido la persona desalmada para matar a un padre de familia

Oh... era padre de familia...

— No lo sé Shen, pero me preocupa el niño, deberías alegrarle el día luego de esa cruel noticia. De hecho, al cuerpo le faltaba su vestimenta.

¿Acaso ya se conocían de antes como para hablar tan libremente del crimen?...
Y sin soportarlo más, me retiré de allí para preparar la sorpresa.

(...)

Las horas pasaban, mis tijeras estaban sujetadas con fuerza por mis manos, mis ojos hinchados, totalmente rojos.
Mis mejillas, de las cuales rodaban mis lágrimas de mi cruel llanto, estaban acompañadas con ese color carmesí, no sabían de quien era. Incluso mis tijeras poco a poco se teñían del mismo color.

Me encontraba arreglando la nueva parte, el obi verde que acompañaría aquel bello kimono rojo. Los dos colores que le gustaban a mi marido, o eso pude ver...