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Cuando la chica dejó la silla libre ambos pelinegros se sintieron bastante incómodos, sobretodo Matias.
Hicieron su pedido y comieron en silencio.
Para el menor era muy incómodo y lo único que quería era salir corriendo de ahí, el mayor en cambio estaba concentrado en su cena, sin darse cuenta de lo tenso que estaba su amigo.
Matias comenzaba a temblar levemente, se ponía nervioso y le costaba respirar. Necesitaba salir de ahí, maldijo mentalmente a Julia por haberlo dejado solo con Tomás.

-Matias, ¿estas bien? -preguntó el moreno algo preocupado por cómo se veía el opuesto.
-S..si, todo bien. -contestó el chico tembloroso, casi inaudiblemente.
-No te ves bien. -insistió Tomás.
-Es solo que me dio algo de frío, no pasa nada. -Matias trató de sonar lo más normal posible, restándole importancia.
-Bien.. -replicó el del septum, no tan convencido, mirando su teléfono que comenzaba a sonar, notificando una llamada. -Es mi ex, disculpame, ya vuelvo. -volvió a hablar, levantándose de su asiento y alejándose unos metros para charlar con la chica de la otra línea.

Una larga y mala noche pensó Matías.

True loveWhere stories live. Discover now