La peliturquesa llevaba en el sillón una media hora escuchando los regaños del rubio.
Ella estaba convencida de que Matías debía confesar su amor por Tomi, pero no dijo nada, no quería que se ponga peor.
El chico ya cansado se tumbó al lado de la chica, soltando un suspiro pesado.
-El nunca me va a querer. -Habló con un hilo de voz.
-No digas eso, mati, estoy segura de que algún día va a darse cuenta. -Lo animo su amiga, abrazandolo con fuerza.
En otra parte de la ciudad iba Furtado, a paso lento. Habia decidido a la mitad del camino que no quería volver a su casa después de todo.
Iba centrado en sus pensamientos, ¿porque le habia afectado que Matias se vaya del restaurante?¿era la culpa por haberlo dejado solo tanto tiempo? sacudió la cabeza para sacar esas absurdas ideas de su mente. Últimamente pensaba en Matías más de lo usual, algunos flashbacks recorrian su mente, como la del menor sonriendo. Tiene la sonrisa mas hermosa del planeta se dijo a si mismo el del septum.
Se sentia algo agobiado por sus pensamientos, nunca se le pasó por la cabeza estar con un chico, mucho menos con su mejor amigo.
Pensó en la invitación que le habia hecho su ex por teléfono.
"comamos algo y miremos una pelicula, por los viejos tiempos" habia dicho ella. Tomás sabia que era una invitacion a algo más, ¿realmente tenia la masculinidad tan fragil como para acostarse con una chica que lo lastimó solo para probar que es heterosexual y sus pensamientos sobre Matías eran simples juegos mentales?
