Capítulo 13: Tempestad Naranja - Subterfugio

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Naruto, vestido únicamente con sus pantalones, se encontraba recostado en la cama de uno de los varios cuartos de la sección de enfermería en la Academia Ninja y cerca de él, se encontraban Kushina, Konan, Tsume, Sarada y Himawari…

La Dorei que recubría sus cuerpos había tomando la forma de sexys trajes de enfermeras de falda sumamente corta apenas para cubrirlas a la altura de sus entrepiernas, ajustados de la parte superior de forma que los crecientes duraznos de la Hyuga destacaban e incluso el escaso pecho de la Uchiha se notaba, mientras que las eróticas prendas luchaban para no romperse ante los imponentes melones originarios de Uzushio y Ame, mientras que los pechos de la Inuzuka resaltaban visiblemente y en todos los casos, era evidente la ausencia de sostenes. Usaban medias de encaje casi a la altura de la falda sostenidas por ligueros, con zapatos blancos de marcado tacón y aquellos gorros blancos sobre sus cabelleras.

Además de todo eso, su amo las había puesto en un trance especial para que se creyeran enfermeras de verdad en una modalidad erótica y fetichista…

- ¿Cómo te encuentras, hijo-amo?- Kushina repasaba lentamente el trabajado abdomen Uzumaki con sus manos, deseando estar sentada sobre él

- Bien, un poco entumido por el último ataque del bastardo, pero nada de qué preocuparse…- Contestó el chico con una cínica sonrisa por las atenciones que estaba recibiendo

- Al parecer solamente fue el daño externo y cansancio…- La peliazul revisaba la cabeza de su hijo-amo, dejándole una visión privilegiada de sus pechos adrede justo delante de su cara

- P-Presión arterial, estable…- Sarada anotaba los supuestos datos en una libreta visiblemente ruborizada, ya que el Arma Definitiva masajeaba descaradamente su trasero con su mano izquierda

- S-Su pulso también es normal…- Del otro lado de la cama, Himawari sostenía la mano de su dueño delante de sus pechos para que pudiera ser manoseada libre y descaradamente

- Y sus piernas, no parecen haber recibido ningún daño considerable…- La castaña restregaba su cara contra el marcado paquete del Uzumaki, añorando despertar aquella hermosa bestia y ser finalmente poseída por su amo

- Lamento interrumpir…-

La atención de las sexys enfermeras y el Arma Definitiva se enfocó en una nube de humo aparecida frente a la cama, de la cual se reveló la pelinegra tía-esclava de Naruto.

- ¿Qué sucede?- Preguntó expectante el chico apenas su madre peliazul se hizo a un lado, para que pudieran verse tía-esclava y sobrino-amo

- Como siempre, tu plan ha sido un éxito…- Shizune sonrió suavemente -La atención de Yoruichi quedó enfocada sobre Boruto Hyuga debido a que mostró una capacidad de control en el Raiton poco común fuera de Kumo, aunque nada destacable para ella-

- Entonces ya no hay ni la remota posibilidad de que sospechen de mí, je, je, je…- El Arma Definitiva esbozó una sonrisa perversa

- Así es, ahora la prioridad de la comitiva de Kumo es esperar a que llegue la noche para sustraer a Hanabi Hyuga del complejo y cruzar la frontera lo más pronto posible para escapar hacia la Nación del Rayo sin que haya problemas- Asintió la azabache

- Comprendo…- El rubio adoptó una expresión seria -Bien, de momento terminó el divertimento, hay trabajo qué hacer- El chico realizó un sello de manos y los vestuarios de sus esclavas retomaron la forma que presentaban durante la pelea de exhibición -Vayan por mi alta para largarnos de aquí-

- Como tú ordenes, amo- Dijeron a coro las serviciales mujeres, para su pesar, mientras se alejaban de él.

Uzumaki's Strongest WeaponWhere stories live. Discover now