Solo Quiero Oír Tu Voz (Cancelada)

Capítulo 18

Rafa:

Es este momento era casi imposible no haber entendido la señal en la mirada de Kevin. Esta vez él había dejado que lo besara y estaba seguro de que aunque se tratase de otra persona la interpretación sería la misma. El sentimiento instalado en mi, transmitía a mi corazón fuertes latidos que ponían de nervios.

Solo quedaba esperar un poco más para su indudable respuesta y tal vez terminada la película me lo haría saber. Al parecer ya se había tardado mucho en el baño. Cada vez entraban y entraban más personas por la puerta pero por más que forzará mi vista no lograba ver a Kevin. Los minutos pasaban haciendo mayor mi preocupación y tal vez un miedo del que no yo mismo estaba consiente.

Entender por qué aun no estaba aquí cuando ya había empezado la función era una idea de la cual mis pensamientos tenían estrictamente prohibido huir y mientras mis dedos martilleaban contra el asiento reservado para él. Después de tener un dilema en mi cabeza sobre si debía ir a buscarlo o no deje la sala atrás y comencé a buscarle con la mirada, claramente no se encontraba ahí.

Lo busque también en los baños, sin tener éxito.

Entre a una las tres salas junto a la nuestra callendo en una desilusión terrible, más tarde otro sentimiento tomo lugar. Mi cuerpo entero comenzaba a tensarse y el temor por cualquier cosa posible. Pronto inicié una desesperada búsqueda por cada sala en ese lugar con mis pies dando pasos tan largos que parecería que escapaba de algo.

Y tal vez fuera verdad pero escapar de una realidad para mí nunca había sido una opción, de un caso tan especial se trataba que con cada cosa que tuviera que ver con él resultaba algo indiferente al resto del mundo.

Una ligera sospecha...

David:

El instante en que puede una persona sentirse liberada de toda carga nunca se había sentido tan bien. De aquel beso que significaba más de lo previsto.

Con mil y un sensaciones aún, me forcé a separarme de Kevin, quien había dejado de temblar, aferrándose a ese instante tan espontáneo. Me aleje un poco más para poder ver su cara, me miraba con lágrimas colgando de sus lindos ojos como cristales más brillantes que el mismo sol.

El valor que había reunido para besarlo no era el suficiente para mirarlo ahora pero era necesario y no me arrepentia de nada, de lo más profundo de mi corazón salieron las primeras palabras:

— Se que esto es muy espontáneo... pero —sus ojos fueron directamente a los míos y supe que de verdad valía la pena seguir con él, así que continúe— Y sé que muy probablemente me odies, no te culpo por eso, pero me he dado cuenta de que al separarnos cause un daño peor y nada cambio como lo esperaba.

Suspiré un poco y lo mire buscando su aprobación para continuar.

— Todas esas cosas horribles que te dije ese día no son reales pero si te decía los verdaderos motivos no lo hubieras aceptado y eso me aterraba. No me quedo otra opción que mentirte y es lo peor que he hecho por eso hoy tengo que explicarte todo y aunque no consiga que vuelvas conmigo por lo menos quiero que sepas la verdad —su mirada era confusa como una probabilidad incierta de ganar un juego de azar donde los sentimientos eran la oferta— Supongo que recuerdas la vez que entraste por la ventana y escuchaste todo eso, supe que pronto pasaría algo y no quería que inevitablemente te involucraras en eso de lo que aún sigo aterrado, decirte que simplemente dejaras que las cosas pasarán no iba a ser algo aceptable y la única forma de sacarte totalmente era esa, pensaba que al separarnos y ya no estar comprometido a la promesa de no abrir esa puerta, descubriría la verdad y podría ayudar en algo pero nada de lo que te hice ha sido justo y sobretodo por qué las cosas iban a suceder de un modo u otro —valla error que pude cometer— Quiero que me perdones por haberte mentido, fue erróneo, si es que alguna vez pudieras perdonarme o si pudieras sentir algo por mi diferente al odio que te he infringido me gustaría volver a caminar contigo como tú novio. Y es poco lo que puedo ofrecerte, tan solo un amor incondicional, pero una vida tan aburrida como la mía siempre es así y comprendería que no quieras arriesgarte a pasar por lo mismo...