Capítulo 14 - Perdóname

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P.O.V. María

Estaba pensativa comiendo en la cocina cuando mi móvil sonó desde el salón.

- Perdóname...-dije a Pablo levantándome de la mesa.

- No te preocupes.

Fui al salón y cogí rápidamente el teléfono, era mi madre.

- Hola mamá-respondí

- ¿Qué tal estás, cielo? ¿Dónde estás?-me preguntó.

- En casa de Pablo More... bueno, en casa de Pablo Alborán mejor dicho... Estoy comiendo con él, ¿Por? ¿Estás bien?

- Me alegro de que estés con él, ¿Podrías venir luego a casa? Llevo todo el día sola y me gustaría estar con mi hija...

- A mi también me gustaría estar con mi madre, pero... ¿Puede venir Pablo? Ha hecho mucho por mí...

- ¡Claro! Como él quiera...

Nos despedimos rápidamente, colgué el teléfono y volví a la cocina.

- ¿Todo bien?-me preguntó Pablo poniéndose en pie.

- Sí, no te preocupes. Por la tarde tengo que ir a casa... ¿Quieres venir conmigo?

- No quiero molestar, tienes que estar con tu madre y... Bueno, tengo que acabar unas cosas en el estudio con mis músicos que ayer no pude... Así que aprovecharé-dijo sonriente.

Nos sentamos de nuevo y terminamos de comer, nada más acabar fregamos los platos y, me tuve que ir.

- Bueno... Hasta mañana entonces-dije dándole un beso en cada mejilla.

- Claro, ya me llamarás para saber cómo quedamos.

- Está bien... Adiós...

- Adiós, pequeña-dijo sonriente.

Cerré la puerta de su casa y nada más salir me apoyé en la puerta, suspiré y comencé a andar directa a mi casa. Para llegar siempre tengo que pasar por el parque de El Retiro, cosa que nada más pensar en que allí fue la última vez que vi a mi mejor amiga, me hizo cambiar de dirección. Miré el reloj y eran las 16:50 de la tarde, aproximadamente a las 17:10 ya estaría en mi casa.

Iba caminando, mirando el móvil buscando música de Pablo para desconectar del mundo cuando choqué con alguien y un móvil cayó al suelo, el suyo.

- ¡Perdóname!-dije agachándome para recoger su móvil.

- No te preocupes... Ha sido por mi culpa, no te había visto.

Subí la mirada y, aún agachada, vi que era Lolo, uno de los guitarristas de Pablo. Él me ofreció su mano y me ayudó a levantarme.

- Hola... Lolo...-dije con la voz temblorosa.

- Mmmm... ¿Nos conocemos?-me preguntó sonriente.

- ¡No! Sólo que... Te conozco por ser uno de los guitarristas de Pablo Alborán y... Bueno, ha sido un placer conocerte...-sonreí nerviosa.

Le devolví su móvil y comencé de nuevo a andar.

- ¡Ey!-oí que dijo Lolo, me giré y le sonreí- ¡Gracias, ha sido un placer chocarme contigo! Nos volveremos a ver.

Reí al escuchar sus palabras y me despedí de él alzando mi mano. Me giré de nuevo dirección hacia mi casa y seguí escuchando a Pablo. Tal vez Pablo tenga razón... Nuevas buenísimas personas aparecerán en mi vida. Primero él, de nuevo Andrés... Y ahora Lolo.

Nunca Estarás Sola [Pablo Alborán]Where stories live. Discover now