Capítulo 27 - Sorpresas

1.4K 74 7
                                    

P.O.V. María

Nada más saber que a las 19:15 iba a venir Pablo a recogerme, decidí vestirme. Me puse unos pantalones vaqueros y un jersey con una camiseta por dentro, decidí ponerme unas botas y esperé en el salón hasta que sea la hora.

- ¿A dónde vas a ir?-me preguntó mi madre sonriente en el sofá leyendo.

- Con Pablo a dar una vuelta, no te preocupes, vendré pronto.

- Me alegro mucho hija, Pablo es muy cariñoso contigo y es encantador...

- Sí-dije suspirando- Somos pareja.

- ¿De verdad?-dijo entusiasmada mi madre- ¡Cuánto me alegro!

De pronto oí como alguien llamó a la puerta, le di rápidamente un beso a mi madre y fui corriendo a abrir la puerta con la esperanza de que fuera Pablo.

- ¡Hola, mi amor!-dijo nada más verme.

- Hola, Pablo...-dije dándole un beso- ¿Vamos?

Pablo asintió y de pronto, cuando fui a cerrar la puerta, me detuvo.

- ¿Cómo se llama tu madre?-me preguntó

- Cristina-respondí

- Voy a saludarla...

Pablo entró rápidamente a casa y esperé varios minutos hasta que salió de nuevo. Finalmente cerré la puerta y nos dispusimos a andar.

- Tu madre me recuerda mucho a la mía...-dijo cogiendo mi mano.

- ¿De verdad? Me encantaría conocerla.

- Algún día te llevaré a Málaga y te presentaré a toda mi familia... Igual paso la Nochevieja allí, ¿Querrás venir conmigo?

- Nochevieja en Málaga... ¡Debe de ser mágico y precioso! Me encantaría conocer a tu familia.

- ¡Pues que no se hable más! Mañana le llamaré a mi madre para comentárselo.

- Pero si aún falta mucho...

- Sí, bueno... Pero le llamaré para que lo sepa.

- ¡Se me ha ocurrido una idea!-exclamé-Iré en Nochevieja a Málaga contigo si...

- ¿Si...?

- Si... Celebras conmigo y mi familia la Navidad.

- ¡Por supuesto!

****

Íbamos caminando por las calles de Madrid cuando vi a lo lejos una gran pista de hielo. Me enamoré a primera vista, adoro el patinaje desde muy pequeña, iba siempre a patinar sobre hielo cuando antes íbamos al pueblo, desde entonces no he vuelto a patinar. Sólo cuatro parejas estaban patinando cogidos de la mano. Nos acercamos más a la pista y de pronto Pablo gritó.

- ¡Sorpresa!

Le miré con los ojos como platos y no pude evitar sonreír.

- ¿Esta es mi sorpresa? ¡Me encanta!-dije abrazándole.

- Me alegro de que te haya gustado... Sólo que hay un problema...

- ¿Cuál?

- Nunca he patinado sobre hielo...-dijo riendo y mirando hacia otro lado avergonzado.

- No te preocupes, te enseñaré, es fácil...-dije cogiéndole la mano.

Nunca Estarás Sola [Pablo Alborán]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora