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El ambiente era un poco incómodo desde que se quedaron sin tema de conversación después que HyunMin haya llegado hace unos cuarenta minutos atrás, ninguno de los dos chicos iba a negar aquello. Por más que intenten hacer comentarios, reír o simplemente preguntar algo, la tensión era tan palpable que hasta llegaba a ser un poco asfixiante, porque estaban tan metidos en sus pensamientos sobre el otro, que cuando uno volvía en sí, el otro seguía en su propio mundo, ignorándolo.

ㅡ¿Pasaron muchas cosas hoy? ㅡCuestiona JaeHan en la cama, ya que su tío Luhan y el doctor le dieron la orden que por el día de hoy se encuentre en reposo absoluto.

ㅡAlgo... ㅡHyunMin estaba sentado a la orilla de la cama en una silla que el más bajo tenía en su habitación.ㅡTenemos una pequeña prueba la próxima semana en matemáticas.

ㅡYa me imagino la cara de sufrimiento de Yoonie y SungWoo.ㅡDice entre risas.

HyunMin simplemente asiente con una pequeña sonrisa.

Al verlo sonreír, quedó completamente sumergido en su sonrisa, en todas las preguntas que por semanas han invadido su mente sin una respuesta concisa (bueno, si llegó a una, pero todavía no quiere aceptar que tiene sentimientos más allá de la amistad por el castaño) y realmente no se percató que JaeHan le seguía hablando.

HyunMin quiso seguir pensando que el chico realmente era lindo, sus ojos tan brillantes y su boca delgada, pero traviesa; con sus comisuras para arriba, igual a un gato. Con su cuerpo delgado y pequeño, que realmente le daban ganas de abrazarlo y no soltarlo nunca, de protegerlo y cuidarlo totalmente. Quería que esa sonrisa que estaba teniendo JaeHan solo fuera para él. Quería que él provocara aquello y nadie más, él quería ver los brillos en los ojos del castaño igual que una vía láctea.

En ese momento algo en HyunMin despertó. Algo que desde el día que vio a SungMin estar con JaeHan confesando sus sentimientos, había surgido. En ese momento se percató de la belleza de su amigo, de la sonrisa de JaeHan y en su mirada.

ㅡ¿Me estás escuchando? ㅡHyunMin asiente, pero todavía con los pies en la luna.ㅡTú cara está roja, ¿Estás bien?

JaeHan acercó su mano a la cara de HyunMin y la mantuvo en su mejilla y después la pasó a su frente, para posteriormente acercar su cara hasta que sólo unos cuantos centímetros los separaban. El más alto miró a su amigo y mantuvieron sus ojos conectados dejándose llevar por un tiempo infinito, casi igual que una eternidad.

Había algo en el ambiente que le exigía con fuerza acercarse y anular la distancia que los separaba. Es más, HyunMin no pensó mucho la idea de besar a JaeHan, solo ver lo cerca que estaban sus labios y recordar aquel día donde por primera vez los probó, lo impulsó para inclinarse y besarlo.

Fue un simple toque de labios por unos segundos, pero fue lo suficiente para dejar a JaeHan totalmente sorprendido y petrificado, mirando con los ojos abiertos a tope el perfil de su amigo a unos pocos centímetros. Su mano todavía seguía en la cara ajena y HyunMin se apoyaba en el borde de la cama para no caer encima.

Pensó que era irreal, que era parte de un juego o que simplemente HyunMin una vez más estaba experimentando. Intento separarse del chico con sus manos, pero no lo dejo, debido a que el pelinegro tomó sus brazos con fuerza y lo mantuvo en la misma posición. Sin embargo, JaeHan al sentir la lengua de HyunMin bordear sus labios, no pudo seguir negando el beso, solo se dejó llevar por el momento, por su corazón y por el amor que le tenía al chico.

JaeHan cambio de posición de su mano a dejar sus brazos alrededor del cuello de su amigo y atrayéndolo más cerca para hacer mucho más profundo el beso. Abrió la boca y dejó el pase libre para que sus lenguas se encuentren y se toquen entre sí.

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