Capítulo 36

1.5K 138 16
                                    

T/N P.O.V

Me sentía terriblemente mal, no solo estaba escupiendo sangre sino que también la velocidad a la que iba el auto era increíblemente rápida, me sentía mareada y Jihyo no ayudaba con su paranoia. Creo que la coreana ya me veía muerta, por un lado entendía su preocupación, pero por otro lado sabía que TODOS estábamos exagerando sobre mi condición, claro me dolía bastante pero no era para pensar que me podía morir, sabía que la hemorragia pararía en el momento que me pusieran un poco de alcohol y vendas.

Llegamos a una farmacia que se encontraba justo a la par de una guardería y lo menos que quería en ese momento era ver pequeños niños muertos corriendo de un lado a otro, pero como por la boca muere el pez eso es justamente lo que encontramos, junto con muchas personas ya grandes. Odiaba admitirlo pero estaba en un punto muy vulnerable ¿me convertiría en unos de esos muertos caminantes? ¿podría sobrevivir con algunos cortes?

Mientras Chris estacionaba unos cien metros antes de la farmacia, empecé a buscar el arma cuando una mano en mi pecho me detuvo, claramente la mano era de mi esposa, fruncí el ceño. -Deja de intentar cuidarnos, es hora que te dejes cuidar- Dijo la coreana, mientras tomaba la pistola y intentaba pasar por encima mio. Tomé su muñeca tratando de detenerla, pero fue imposible, tenía miedo pero sabía que era momento que ella fuera la heroína de nuestra historia, lo sabía, sabía que ella es fuerte y no solo físicamente sino mentalmente.

Salió con James y estaba segura que Chris también se bajaría, intenté cambiarme para el asiento del conductor, por si las cosas salían mal pero como era de esperar, solo quedó en el intento, miré como Chris tomó una escopeta y se la dio a James, el tomó otra y Jihyo se quedó con la pistola, sabía que lo hacía porque disparar una escopeta era tremendamente difícil, pasaron segundos y ya habían empezado a disparar, miré a mi esposa y fue la imagen más jodidamente sexy que pude ver en estos últimos dos días, supongo que al borde de una muerte por hemorragia tenía que darme los lujos de disfrutar la vista.

Mi vista fue al retrovisor y ahí pude divisar a Isabelle con los ojos cerrados y con sus manos en sus oídos, hice una sonrisa de medio lado, me recordaba a Vale, cuando cumplí mis sueños tuve que sacrificar algunas cosas, como ver crecer a mi hermanita, pasar más tiempo con mi abuelo que en paz descanse y no poder ver a mi madre, la vida era un sacrificio y hoy justamente me daba cuenta que todo había válido la pena.

No podía dejar de ponerme nerviosa, miraba toda la escena y me preguntaba si Jihyo alguna vez había utilizado un arma, no me malentiendan lo hacía extremadamente bien, parecía toda una profesional en el campo apocalíptico, cuando todo acabó, solté un suspiro, Chris volvió y estacionó el automóvil justo en frente de la farmacia y como todo local tiene candado, hizo lo mismo que yo había hecho hace un poco más de dos horas en la tienda de teléfonos, cuando le disparó al candado se apresuró a abrir el local.

Jihyo había llegado con James caminando, me ayudó a bajarme y James se ocupó de abrazar a Isabelle, Jihyo me ayudó a salir del automóvil, con dificultad salí, y a la hora de caminar mis piernas temblaban, estaba muy débil, pero aún así logré entrar, me senté en una silla cerca del mostrador, y vi un tanque con agua, Jihyo se encontraba buscando alcohol y Chris ya estaba buscando vendas, James estaba en la puerta cuidando que nadie llegara, y definitivamente yo no podía levantarme y servirme un vaso.

-Isa- Llamé a la casi adolescente. Rápidamente su cabeza se dirigió a donde estaba yo. -Me puedes alcanzar un vaso con agua por favor- Ella se levantó e hizo lo que le pedí. Cuando me entregó el vaso me bebí todo hasta el fondo, no sabía que sedienta estaba.

-¿Quieres otro?- Me preguntó con un tono de voz dulce y eso me hizo morir de ternura. Asentí y le entregué el vaso de nuevo, ella otra vez llenó el vaso y me lo entregó. Otra vez me lo tomé todo.

-Gracias- Sonreí y ella se sentó en el suelo de frente mío, en eso llegó mi esposa y tomó el borde de mi camiseta. -Hay niños presentes- Dije en tono de broma a lo que ella se rió y me miró burlona.

-Ya hazlo, entre más rápido terminemos hay más posibilidades de que te duela menos- Asentí y dejé que me sacara la camisa.

-No mires- Le dije a Isa ya que podía traumarla con las heridas, ella obedeció y cerró los ojos inmediatamente. -Amor traerme un trapo- Ella frunció el ceño pero lo hizo, cuando volví me lo entregó.

Puse el trapo en mi boca y ella pareció entender lo que haría, mi esposa tomó los guantes de látex y se los puso, luego en la bandeja que había traído tomó las pinzas, Chris llegó con las vendas y también se puso los guantes.

-Chris, voy a quitar los vidrios de las heridas, empezaré con las menos importantes para que así no le duela, dejaré la de la espalda a lo último, necesito que cuando yo saqué el vidrio viertas el alcohol en la herida, automáticamente voy a tapar la herida con las vendas, en la cabeza no tiene ningún vidrio pero si una herida abierta, el vidrio debió salirse solo, cuando terminemos ponle un pañito con alcohol en la frente- Dijo mi esposa.

-No hablen como si no estuviera aquí, eso se escucha doloroso- Comenté con voz temblorosa debido al miedo.

-Aquí vamos- Comentó la coreana, rápidamente puse de nuevo el trapo en mi boca y eché un vistazo a Isa para corroborar que no estuviera viendo, todo estaba listo para empezar.

Sacó un vidrio de mi brazo izquierdo y solté un gemido de dolor, vino uno más fuerte en el momento en que el alcohol corrió por mis brazos, si esto dejaba cicatriz mi manager me iba a matar. Jihyo cubrió la herida con una venda y me sentí más relajada, mi lado izquierdo había sido el lado que menos había sufrido, ahora venía mi lado derecho, y ya sentía el dolor en mi cuerpo.

Por debajo del hombro derecho tenía una cortada bastante incómoda, que Jihyo se aseguró de que el vidrio se saliera, pero por desgracia mía, el vidrio se partió a la mitad, y la otra mitad quedó dentro de mi piel, Jihyo empezó a buscar la manera de sacarlo con la pinza, los gemidos de dolor se podían escuchar dentro de la tienda y sentía que hacían eco, no me dí cuenta el momento en que empecé a lagrimear, cuando por fin lo sacó el alcohol empezó a correr desde mi hombro hasta mi mano, Jihyo siguió así y sacó y curo tres cortadas más en mi brazo.

Solo faltaban dos más, las cuales eran una en mi pierna derecha y la más peligrosa de mi espalda, ya para ese momento tenía las manos en la silla intentando de alguna manera no detener a mi esposa, lloraba como nunca antes los había hecho, y el alcohol impregnado en todas mis heridas no ayudaba, el ardor se hacía cada vez más insoportable y yo sabía que en cualquier momento desmayaría.

En mi pierna Chris hizo un torniquete, se sentía mejor con el fuerte amarre que tenía en mi muslo, para el último corte me levanté y me senté en la silla de diferente lado, para dar acceso total a mi espalda, mis dos manos se aferraron al respaldar de la silla, y cuando sentí la mano de Jihyo en mi espalda, supe que el vidrio era lo suficientemente grande, el dolor que sentí como las otras cortadas juntas, no se comparaba con el verdadero dolor que sentí en mi espalda, gemí de dolor como nunca antes y el trapo no había ayudado de nada, porque claramente se escucharon mis gritos, pero al fin el dolor había terminado, nada más quedaba esperar a que mis heridas se curaran.

¿Adivinen quien volvió?

Cómo desaparecí bastante (lo siento es mi último año no puedo fallar) intentaré ponerme al día, así que no se asusten si actualizo un poco más rápido de lo normal.

Nos leemos.

Dead Virus  [Jihyo y tu]Where stories live. Discover now