VII

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Otra vez, esa molesta voz.
Ah~ hace cuánto que no escuchaba esa odiosa voz?

—ya a pasado todo un año
Un año he?... abrió su ojo molesto, frente a él estaba otra vez ese chico, molesto mocoso..
—ya soy un adolescente de 14 años, casi 15
oh, adolescente, pues yo le sigo viendo cara de mocoso..
—la escuela va... bien... como siempre..
Si que te sigan empujando en el almuerzo esta bien, entonces tu estas mas que bien..
—llegué ayer, pero mi tío Stan me hizo ayudarlo todo el día así que no pude venir a visitarte
Tampoco te lo pido, ya vete... no te necesito niño...
—te están creciendo enredaderas -dijo el castaño quitando las plantas de la estatua —y tienes moho...
Te burlas mocoso! ni siquiera puedo moverme! no siento mi propia existencia!
Dipper sonrío —pero estoy feliz de que sigas aquí, pensé que los del pueblo ya te abrían destrozado o algo asi pero... al parecer aun te temen
Tu también deberías temerme... no entiendo qué haces aquí pino...

Bill cerró su ojo mientras escuchaba al humano hablarle, cuando volvió a abrir su ojo el castaño llevaba su típica gorra, vestía distinto y llevaba una mochila.

No, no quería oírlo, esa frase, tan triste...

"volveré el próximo Verano"


Bill despertó con un salto, miró a su alrededor, era su cuarto, aunque todo se veia mas grande y... unos brazos lo tenían atrapado? intentó moverse pero los brazos solo lo apretujaban más, suspiro, estaba en su forma triangular y Dipper estaba muy dormido como para notarlo, si volvía a su forma humana despertaria al castaño, bufó molesto y se acomodo.

Había tenido ese sueño otra vez, pero no, no era un sueño, eran recuerdos, todos los años, todos los Veranos, el chico a su lado iba a visitarlo, no sabía ni siquiera por qué se sorprendía, el mismo Pino le había dicho que lo hacía.

Esos recuerdos que admitía había intentado perder en los infinitos recovecos de su cabeza, aquellos recuerdos que había odiado durante las noches de invierno, después de sentirse solo y es que, a pesar de vivir como un humano, no quería interactuar con otros, tenía una florería pero solo saludaba a sus posibles clientes, el resto del mundo no existía para él, no le interesaba, por que el unico ser que le importaba y que con todas sus fuerzas deseaba ver, no estaba y ni siquiera sabia si volveria, lo extrañaba, claro que lo extrañaba, pero ni él mismo entendia por que, había culpado a su cuerpo humano de esos estúpidos sentimientos pero a pesar de su apariencia, él no era un humano, seguía siendo el demonio de siempre, y ahora que sabía la razón de su existir, tenía más poder y energía que nunca, considerando los fuertes sentimientos del chico por el. Pero no lo comprendía, ese mocoso había arruinado su oportunidad de gobernar el mundo! galaxias! universos! el mismo humano que ahora dormía abrazandolo, babeando sus delgadas, oscuras y pequeñas piernas. Era el momento perfecto para obtener venganza, fácilmente podría detener su corazón, pero no, no lo haría, ese humano le había dado una segunda oportunidad y aunque quería decir que solo dejaba vivir al chico por su propia conveniencia, la verdad era que se sentía realmente afectado emocionalmente por el chico dormido en su cama, tal vez, pasar cuatro años en soledad, le había enseñado una lección.

Dipper despertó con la luz del sol en su rostro, abrió sus ojos encontrándose con un atardecer que se podía ver perfectamente desde la ventana. Sintió un beso en su frente y una voz algo chillona interrumpió cualquier pensamiento que pudiera invadirlo.

—me aplastas Pino...
Dipper levantó su rostro encontrándose con un pequeño triángulo amarillo, a pesar de que este no poseia mucha expresión, la mirada del ser de un ojo era seria y fría, dándole un escalofrío al castaño al recordar las vivencias del pasado como enemigo del ser frente a él.
—cuidado con mis piernas... —El castaño sonrió y tocó los pies del demonio con curiosidad. —que haces?
—examinó —dijo el chico tomándolo en sus brazos
—cuidado con las esquinas —hablo molesto el amarillo
—si, si —el castaño acarició un borde recibiendo un golpe del triángulo
—que haces? no toques
Dipper rio —eres suave, aunque no sabría explicar cómo se siente el tocarte, no tienes piel pero tampoco se que eres, no tienes una textura que pueda identificar
—eres demasiado curioso, Pino —dijo volviendo a su forma humana
Dipper acarició sus mejillas apretandolas
—Pino~ —se quejo el rubio
—es increíble que esto esté pasando...
—que seamos novios? —pregunto Bill tomando sus manos
—más que eso... que estes vivo, aqui, con migo...
El rubio se acercó juntando sus labios con los del menor, el cual rodeó su cuello con sus brazos.
—ya debo irme —dijo el castaño separándose
—no quiero que te vayas...
—mi familia ya ve extraño que llegue tan tarde, les he dicho que trabajo para ti
—ag, pero entonces esto sería acoso sexual —dijo el rubio fingiendo molestia

Next SummerWhere stories live. Discover now