Wattpad Original
Te quedan 13 partes más de forma gratuita

Capítulo 1.

545K 26K 17.2K
                                    

MYKE WALKER.

"¡Joder!" Grito despertando del sueño que tenía mi cuerpo y mi mente atrapados. Miro a mi alrededor desconfiado y veo lo de siempre, una habitación con las paredes destrozadas y una ventana roñosa llena de polvo.

Voy al baño para lavarme la cara, me apoyo en el lavabo manteniendo la cabeza agachada solo para no mirarme en el espejo. Son las 6:15 am, fuera llueve, hace frío y puedo ver desde la ventana a la gente ir a trabajar para recibir el dinero que para ellos simboliza la felicidad.

Decido vestirme después de darme una ducha, y decido irme a caminar por las calles.

— ¡Hola! —Exclama una chica acercándose a mi.

— Hola. —La saludo seco.

— ¿Puedes decirme la hora? —Pregunta interesada en algo más que la hora.

— Son las siete en este momento.

— Gracias, por cierto, soy Bonnie.

La miro desde la cabeza a los pies. Parece que acaba de llegar de una fiesta. Mantengo mi seriedad, pongo el pie en la pared, saco un cigarro y suelto una media sonrisa.

— No me gusta decir mi nombre. —Aclaro.

— Chico misterioso ¿Tu edad? —Pregunta interesada.

— Soy mayor que tú. —Respondo cortando en seco.

— No me importa demasiado ese detalle. —Asegura sonriente.

Le doy una última calada al cigarro antes de tirarlo al suelo, meto las manos en mis bolsillos y asiento con la cabeza.

— Eres un tío raro.

— Un tío que no te conviene.

Me voy dejándola rayada, suelto una carcajada y sigo mi camino o bueno, caminando sin rumbo.

Topo con un instituto, con una banda de chicos que se dedican a hablar de como follan, de quien ha sido la última chica con la que han mantenido sexo, las típicas cosas que los malotes populares de clase suelen hacer.

— ¡Tú! —Me grita uno de ellos, concretamente el rubio pollo.

Me giro al instante, lo miro serio y muevo la cabeza.

— ¿Qué coño quieres?

— ¿Tienes fuego? —Me pregunta acercándose.

Lo saco de mi bolsillo y se lo lanzo.

— Soy Jack.

— No me importa nada como te llames.

— Tío relájate. —Levanta las manos.

— Créeme, estoy relajado, muy relajado.

Todos los demás me miran, esta claro que este idiota es el alfa del grupo y los demás esperan a que actúe contra mi. Le quito el mechero de las manos, lo vuelvo a meter en mi bolsillo y me dispongo a irme cuando Jack pone la mano en mi hombro, eso desata mi defensa y lo agarro inmovilizándolo.

— No lo hagas, por tu bien, no me conoces y no te conviene conocerme, deja que siga tranquilo o tendré que ponerme tenso.

— ¿Crees qué por ser mayor voy a tenerte miedo? —Deja la pregunta en el aire desde la distancia.

— No, pero creo que debajo de esa capa de idiotez, tienes un cerebro que te está aconsejando que tengas mucho cuidado conmigo. —Respondo directamente mirándolo sin miedo.

Lo libero y haciéndose aún el machote, vuelve con sus amigos.

— Gilipollas. —Murmuro.

Vuelve a llover y camino bajo la lluvia con mi capota hasta un lugar de acogida en el que la monja que me crió espera que yo regrese.

— Hace como seis meses que no te veía por aquí. —Dice Luz desde detrás de mi, sorprendiéndome.

— Pasaba de estas movidas.

— ¿Has desayunado? —Noto la preocupación en su pregunta.

— No.

Deja sobre mis piernas un tupper con algo de comida para mi.

— No necesito la lastima de nadie y mucho menos la caridad. —Digo orgulloso.

— Todas las hermanas se empeñan en que eres hijo del diablo, pero yo te crié, yo te quiero.

— Quererme solo te hace daño ¿O no es cierto?

— Tú lo haces con tu actitud tan fría. —Aclara ella.

— ¿Acaso he tenido otra alguna vez?

— No. —Desvía la mirada.

Picoteo algo de la comida que me ha traído, ella acaricia mi cabeza y me aparto porque no aguanto muestras de cariño.

— Te he dicho muchas veces que no quiero que me toques así. —Recalco.

— Me niego a pensar que el niño que crié es un ser frío y malvado. —Dice llena de pena.

— Tú viste con tus propios ojos lo que ocurrió esa noche en el convento. —Le recuerdo crujiendo mis dedos.

— No eras tú.

Suelto una carcajada, muerdo mi labio y frunzo el ceño.

— Siento defraudarte, pero si, era yo.

— Parecías poseído, yo misma juré que lo estabas e intenté convencerlas para que un sacerdote te mirarse.

— Mejor no te digo que le habría hecho a ese sacerdote si se os ocurre intentar hacerme un exorcismo. —La furia es notable en mi voz seca y gruesa.

Dejo el tupper sobre la mesa.

— Que alegría volver a verte. —Hannah aparece detrás de mi.

— Hannah, cuanto tiempo.

— Desde que me diste plantón y no apareciste. —Reclama.

— Pasé de nuestra cita. —Confieso.

— Me alegra saber que no andas con rodeos y dices la verdad ante todo.

— No tengo porqué mentir.

— Creía que eras diferente. —Dice decepcionada.

— ¿Enserio? —Pregunto sonriendo entre dientes— ¿No me ves? Te empeñaste en conocerme y yo te salvé de mi, agradécemelo en vez de reclamarme tonterías.

— Me rechazaste porque ya te habías acostado conmigo.

Paso la mano por mi rostro, me acerco a ella que retrocede al instante ¿Acaso mis ojos vuelven a estar rojos?

— ¿Por qué retrocedes? —Pregunto arqueando las cejas.

— Porque me ha dado la impresión de que el que se acercaba a mi no eras tú.

— ¿Quién más puedo ser?

Veo en sus ojos el miedo reflejado, mis ojos no están rojos pero mi actitud asusta.

— M..mejor me voy. —Tartamudea.

— Adiós.

Huye de mi, paso el dedo por mis labios y me dirijo a la puerta.

— Que Dios te ayude hijo mío. —Añade Luz.

— Las hermanas tenían razón en algo.

— No.

— Soy el hijo del diablo, no intentes buscar en mi ni un ápice de bondad —Me acerco a su oído— la bestia no conoce esa palabra.

— ¿Bestia? ¿De qué bestia hablas? —Se agarra a mis hombros.

— Aléjate de mi, sigue por el camino del bien y no te acerques al mal. —Advierto con la voz tan baja que solo ella puede oírme.

— Pero Myke —Frunzo el ceño.

— No me llames así, yo no tengo nombre.

Redes:

Instagram: rafivalderramac
Twitter: rvalderramaa1
Gmail: rafivalderrama3@gmail.com

Gracias, les quiero. ❤️‍🔥

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora