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El arte es un tipo de alcohol. Si lo consumes, vas a emborracharte.

Jungkook cantaba en el coro de la escuela y gracias a él y a sus compañeros, su escuela había ganado varios trofeos. Y ésta vez no había sido la excepción, ganándole a otra y dándole más prestigio a la suya.

—¡Lo hicieron bien, chicos! — Su profesora de canto, Ahn Hyejin, estaba orgullosa de sus alumnos.
Todos estaban contentos y se unieron a sus familiares en cuanto la premiacion terminó. — Espera un momento Jungkook. —lo detuvo por el hombro antes de que saliera en busca de sus padres. — Alguien quiere verte. —sonrió ampliamente. — Acompañame, por favor.

El pelinegro se dejó guiar hasta su oficina, donde un hombre los esperaba.
—¿Señor Paik? — el hombre volteó y sonrió ampliamente. — Él es Jungkook.

— Hola, chico. —se acercó a él y extendió su mano. — Soy Ren Paik, es un gusto conocerte. — Jungkook se quedó sin habla, miraba atónito al hombre frente a él. — Asumo que sabes quién soy —dijo con orgullo.

—¡¿Bromea?! — preguntó con demasiada alegría. — ¡Es, es el dueño de la empresa de música más importante de Busan!

—Así es. —acomodó su traje en un acto de altanería.

— ¿Sabes, Jungkook? Él estuvo en el acto de hoy y pidió verte personalmente — explicó Hyejin, igual o más emocionada que el joven. —¡Dice que lo dejaste impresionado!

—¡No me lo creo! ¿Eso es verdad? — cubrió su boca, mirando al hombre.

— Tal como lo dice la señorita. Me has dejado impresionado, Jungkook. Tienes una voz privilegiada, una que no había escuchado en otro lado, y te aseguro que he viajado por varios lugares. —Jungkook no podía creerlo — Por eso vengo a hacerte una propuesta. — sacó del bolsillo de su traje una tarjeta y se la extendió. — Ven mañana a mi agencia. Llama al número de la tarjeta para confirmar. — el menor la tomó, aún sin caer en la realidad — ¿Cuántos años tienes?

—Quince, señor. —lo miró con ilusión.

— Si decides venir, ven con tus padres. Me gustaría que formaras parte de una nueva banda que estoy armando, como vocalista principal. —palmeó su hombro. — En serio, en serio me gustaría que aceptes.

—Yo... Yo no sé qué decir.

—¡Di que sí! —Ahn comentó emocionada.

— Aún debemos hablar más a fondo, pero no hay dudas en que eres ese que he estado buscando. Tu voz me fascinó y me impresiona aún más el nivel vocal que posees siendo tan joven. Jungkook, haré de ti el artista más grande que pueda existir.







—¡Es increíble! — el padre de Jungkook empezó a dar saltos de alegría.
En cuanto Jungkook se los contó, no pudo aguantar la emoción. —¡bebé, es una gran oportunidad! ¡No lo puedo creer!

—Ya, Félix. —Su esposo trató de calmarlo — Era obvio que Jungkook podía llegar lejos con esa voz. Es todo un artista nuestro hijo. — acarició sus cabellos, despeinandolo en el proceso.

—¿Quieres dejarme disfrutar la euforia un poco, Changbin? Gracias. —dijo de manera sarcástica. —¡Nuestro Jungkookie está siendo reconocido por el mayor empresario musical de Busan! — saltó de nuevo.

—¿Entonces sí puedo ir?

—¡Ni siquiera debes preguntar eso! ¡Por supuesto iremos!






—¿Jeon Jungkook? —la secretaria llamó y Jungkook se levantó seguido de su padre Félix hasta donde la mujer los llamaba. — Buenos días. Por favor, síganme por aquí.

Renaciendo en un artistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora