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— ¡Raspa, raspa, raspa! ¡Noooo!

Jungkook rió junto a sus compañeros.

—Mierda, creí que me volvería millonario. — se quejó el pelinaranja.

—Estos papelitos nunca te harán millonario, Hoseok —habló Jeon — ¿Sabías que es más probable que un coco caiga en tu cabeza a que ganes la lotería?

— ¿Chan? — el nombrado hizo un sonidito de afirmación. — Recuerdame no compartir mis millones con Jungkook cuando sea millonario.

— Sólo digo los hechos. — respondió el pelinegro con gracia.

—Bueno, chicos. Ya me voy —Chan se puso su chaqueta. Faltaba poco para que la pizzeria cerrara.

—Sí, yo también. —pronunció Hoseok, levantándose. — ¿Vamos juntos, Jungkook?

—Okey. — se levantó también, estirandose para liberar la tensión del día trabajado. —Deja que vaya al baño y-

—Chicos... — el jefe entró al cuarto de empleados y Chan pasó por su lado, despidiéndose. —Bueno... Aún falta, pero ya debe saberlo. Chicos —se dirigió al par que quedaba — Sé que ya se pueden ir, pero tengo un pedido  reservado que debe ser entregado.

Los chicos se miraron —¿Por qué no lo enviaste antes? —preguntó Hoseok.

—Es para un amigo y sólo necesitaba el pedido si sus muchachos salían bien en su presentación y me acaba de avisar que así fue

—Lo siento, Kai, pero ya nos ibamos. Llevalo tú. — contestó Jungkook, ambos caminando hacia la salida.

—No puedo dejar el local solo... Miren, miren, le pagaré extra por este pedido al que vaya. Le daré el dinero cuando regrese.

Hoseok siguió, mas Jungkook frenó. —¿Extra? —se lo pensó. Él necesitaba el dinero, no podía desperdiciar esta oportunidad. —Vale, lo haré.

—¿Jungkook?

—Ve a casa, Hoseok. Yo puedo ir solo.

El pelinaranja asintió y se retiró.

—Gracias, campeón.

—Bueno, ¿y dónde tengo que llevarlo?




Hacía mucho frío y las manos se le congelaban. A esta altura de la noche, era insoportable, aún más si iba en esa motocicleta.
Paró en la dirección dada y fue a la parte trasera del vehículo, sacando las cajas de pizza.
Se acercó a la puerta y golpeó. Fue ahí que cayó en cuenta y su vejiga recordó que estaba llena. —Mierda, mierda, mierda. —cruzó sus piernas, dando ligeros saltitos.

Abrieron la puerta y un pelirrojo lo atendió. —Oh, al fin. Gracias —tomó las pizzas. —Ya están pagas y no doy propina. Adiós. —iba a cerrar la puerta, pero Jungkook la detuvo con su mano —¿Qué te pasa? —dijo algo molesto.

— Perdón, pero... Ah.. ¿Podría usar su baño? —pidió con algo de vergüenza.

—Okey..— se movió de la entrada y lo dejó pasar. Jungkook entró como rayo y se detuvo —Sigue el pasillo y al final encontrarás uno. Pero creo que Mark estaba en él —susurró para sí mismo — Hay otro en el segundo piso. Ve a ese.

Jungkook miró arriba, esa casa parecía mansión a comparación de la suya —¿Y qué cuarto es el del segundo piso?

—El único que tiene inodoro.

—Por supuesto. —subió las escaleras, apretando su entrepierna, como si eso pudiera detener sus ganas.

El pelirrojo entró a la sala y dejó las cajas en la mesa.
—Bien hecho chicos. Este es su premio.

—¡¡Fiesta de pizza, genial!! ¡¿No es Yoongi-nim el mejor?! —victoreó uno.

—¡Ah! Esperenme, no se vayan a comer todo — el castaño se levantó apresurado del sillón —¡iré al baño!

—Bueno, pero apurate Taehyung.

—Mark está en el baño —advirtió uno.

—¡Iré al de arriba! —salió corriendo.

—¿No lleva Mark mucho tiempo en el baño? —preguntó el dueño de la casa. —Ah, ay, el de arriba también está ocupado... Bueno, ya se fue. ¡A comer!

[💕]

Jungkook terminó de hacer sus necesidades y se dirigió a lavarse las manos. —Uff, la paz después de la descarga —bromeó, enjabonando sus manos y poniéndolas bajo el grifo — you are my sunshine, my only sunshine... 🎶

—Meo, meo, meo, me meo~ — el castaño llegó al baño de arriba e iba a abrir la puerta, pero se detuvo al escuchar algo dentro.

You make me happy, when sky's gray... 🎶

—¿Qué p... Qué? —una sensación de nostalgia entró en él. Ya había oído esa voz. Apoyó su oído en la puerta y escuchó el grifo cerrarse.

You'll never know, dear🎶 Oh... Hola. — La puerta se abrió muy de repente para Taehyung, que rápidamente se fue hacia atrás.

—Ho-Hola... Estabas.. Estabas cantando...

Jungkook sonrió de lado. —Espera un momento, ¿estabas espiandome? —dijo con gracia.

—Yo.. ¡No! Vine a usar el baño.

—Ya —negó divertido — Pasa. Ten una buena noche. — paso por su lado y Taehyung lo detuvo por el brazo. —¡Hey!

—Perdón, pero... ¿Te conozco?

—No lo creo, ¿quieres soltarme?

—Am, sí, sí —lo soltó. — En verdad me parece que te conozco. Digo... ¿De dónde? —en serio le costaba. Se quedó pensativo un momento y Jungkook estuvo a punto de irse. —¿Podrías terminar la canción? —pidió mirándolo.

—¿La canción? —soltó una risa. —Está bien —aclaró su garganta. — Em.. You'll never know, dear, how much I love you. Pleas don't take my sunshine awey, please don't take my sunshine away 🎶 ¡Ta-Dah! —estiró su brazo hacia sus costados — ¿Listo?

Taehyung hizo una mueca, no logró recordarlo —Sí, disculpa

—No importa. —se dio la vuelta y bajó las escaleras, topandose con alguien.

—¡Taehyung! ¡¿Cuánto más vas a tardar?! ¡Ya se están comiendo todo!

Jungkook paró a los pies de las escaleras y Taehyung se acercó al barandal para responder al chico — ¡No es justo! ¡Dije que esperaran!

—¿Taehyung? —Jungkook miró hacia arriba —¿Kim Taehyung?

—Ajam. —asintió.

—¡Soy Jeon Jungkook! —sonrió ampliamente.

—¿Jeon Jung... ¡¿Jeon Jungkook?!

Y ahí lo recordó. Recordó porqué no lo recordaba a pesar de que sabía que lo conocía.
Es que la íntima vez que lo vio, fue hace diez años.













Canta una y otra vez.
Bebe y hazlo de nuevo.

Volveremos a nacer.

Renaciendo en un artistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora