CAPÍTULO 20. NO

22.1K 1.6K 175
                                    


—¿Puedo saber qué es? —le pregunto a la doctora. Dean asiente y yo sonrío.

—¿Segura?

—Sí. ¿Dean?

—Admito que quería que sea una sorpresa, pero la intriga me mata.

—Bueno, pues yo ya lo sabía desde hace algunos meses. Y debo decir...

—¿Un niño? —pregunto cerrando los ojos.

—Casi, solo que este niño no tiene un pene. Es una niña Kim, felicidades.

Suelto un jadeo y mis ojos se nublan por las lágrimas.

—¿No me miente?

—No.

Dean limpia mis lágrimas y lo veo.

—Una niña Dean...

—También estoy feliz, Kim. —El pega su frente a la mía y me abraza —. Me haces muy feliz, Kim.

—Debo darte algunas indicaciones, Kim. Estos tres meses son los últimos para ti.

—Sí. Gracias.

Mientras la doctora habla, Dean y yo prestamos mucha atención. Luego salimos de ahí para festejar esta gran noticia. Yo estaba muy emocionada, adoraba a mis hijos, pero también me agradaba saber que tendría una hermosa niña.

No podía pedir más.

*******

Beso el hombro de Dean mientras le vira una de las carnes. Mis manos recorren su musculoso cuerpo y él ríe.

—No aquí.

—Eres delicioso.

—¿Qué es delicioso mamá?

—La carne, Joshua. La carne.

—Yo quiero un poco de eso.

—Ya comerás. Anda, ve con Diego.

Mi pequeño hijo sale corriendo y los dos reímos.

—Deja de tocarme —dice él riendo. Yo me apego mucho más a él y beso su cuello.

>>Kim...

Riendo me alejo de él y voy al patio con los niños. Nuestro sábado pasa tranquilo mientras los niños cenan, Dean me ayuda a llevarlos a la cama.

—Me gusta que Dean me arrope, mamá.

—No puedo creer que lo quieras más a él que a mí.

—También me gusta cuando tú lo haces, mamá.

Abrazo a Diego con fuerza, beso su cabeza y apago la luz de su lámpara.

Camino a mi habitación y busco mi camisón. Me aseo en el baño, cuando salgo, Dean me mira y se acerca a mí.

—Todo bien. Ellos duermen.

—Gracias.

Dean me besa despacio mientras sus manos se mueven para levantar mi camisón, los dos nos desvestimos en poco tiempo y luego de eso, me lleva a la cama.

Buscando la posición adecuada por mi abdomen, Dean me hace el amor una y otra vez. Finalmente cuando estamos saciados nos acomodamos en la cama para descansar un poco.

—¿Quieres darte un baño?

—Muero por eso.

—Alistaré a ducha.

JEFE, QUÉDESE CON NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora