Capítulo Tres: Aaron, un hombre con suerte

3.3K 346 107
                                    

•¡NO OLVIDES VOTAR ☆ POR FAVOR! Es la mejor forma en que me demuestres tu apoyo. ¡Disfruta!•

Me recosté en el asiento tratando de buscar comodidad y dejé que Aaron hiciera todo el trabajo como él me lo prometió, después de todo él inició esto.

Sus labios repartían besos húmedos por mi cuello, sus manos ya estaban sobre mi camisa quitándomela para dejarme sólo en sujetador y buscando el broche para abrirlo.

Mis pechos quedaron ante sus ojos y el lanzó un gruñido.

—Soy un hombre con suerte—dijo mientras agarraba mis senos y los apretaba.

Yo era una máquina de gemidos, no podía parar de gemir, eso me pasaba cuando Aaron me ponía caliente, sólo me enfocaba en él y en lo que le hacía a mi cuerpo. Deseo de tenerlo, sólo en eso pensaba.

Acerqué mis manos a la bragueta de su pantalón y se la bajé al mismo tiempo que él se quitaba su remera.
Aaron tenía un buen cuerpo, buenos pectorales, la tableta en el abdomen y esa V, esa maldita V que se le marcaba muy bien.

Tengo una pequeña obsesión con su V, y se que le pone mucho que yo la muerda, a veces lo hago y luego me folla a lo salvaje, sé muy bien que ese es su punto débil.

Aaron hace un recorrido con sus labios por mi estómago y va bajando por mis caderas, llega a mis piernas, y una de sus manos se cuela entre mis piernas ocasionando que las abra para él, me baja el pantalón y las bragas a la vez para luego presionar dos de sus dedos en mi vagina, arriba y abajo dejándome sin aliento, sabe muy bien que ya me tiene lista y jadeante.

Su lengua es ahora el nuevo participante de este deseo desenfrenado haciendo travesuras; mis ojos se ponen en blanco ante tantas sensaciones, esto se siente muy bien que arqueo la espalda.

Necesito sentirlo ya.

—Te necesito ahora—le susurro jadeante de placer.

Aaron se baja el boxer y ahí esta, su muy entusiasta amigo que no está solo, Aaron tiene un apadravya en el pene, se lo hizo cuando comenzamos a salir, créanme que los orgasmos que me regala son alucinantes, el sexo con él es espectacular.

Alargo la mano y le doy un suave apretón, él gime y me besa desesperado; su lengua recorre mi boca para después chupar mi labio inferior y morderlo.

—Condón, no lo olvides—le digo cuando aún tengo mi mano acariciando su pene.

Aaron se inclina hacia el asiento de adelante, abre la guantera lo más rápido que puede y saca un condón, vuelve a su lugar, rasga el envoltorio con los dientes y se apresura en colocarselo.

—Estoy muy caliente nena así que será rápido—exclama en un susurro cerca de mis labios.

Yo asiento ante su comentario y él se ubica entre mis piernas, toma a su amigo y se guía a mi interior.

Mis piernas aprisionan su cintura y él se empuja hacia adelante empezando a embestirme. Mis manos estan en su cabello tirando de él por el ritmo rápido que estamos tomando, estoy por alcanzar el orgasmo pronto. El auto esta rodeado de nuestros gemidos, es lo único que se puede escuchar y el choque de nuestra piel, esto está siendo muy rudo.

Suelto un sonido profundo al reaccionar a mi esperado orgasmo, me estremesco y tiro del cabello de Aaron quién sigue empujando dentro de mi.

Al cabo de unos minutos Aaron también consigue llegar a su orgasmo y cae sobre mi pecho. Su respiración tratando de estabilizarse.

—Amo cuando nos divertimos así-me dice para luego levantarse y quitarse el condón, lo arroja por la ventana y yo sólo puedo reírme.

Al parecer alguien encontrará una sorpresa por la calle.

—Estamos locos.

—Yo estoy loco por ti amor—me dice ya listo luego de vestirse.

—¿Es que acaso no piensas vestirte? Me resulta muy sexy verte desnuda, con la cara llena de satisfacción después de la follada que te di, mi pene siempre esta listo para ti, si no te vistes ahora te tendré gimiendo otra vez—me dice tocándome un pecho.

Le doy un manotazo para que quite su mano de mi pecho y comienzo a vestirme, espero y haya pasado rápido el tiempo.

Cuando estoy lista bajamos del asiento de atrás para cambiarnos a los de adelante.

—Son las 6:30, aun nos queda una hora, vayamos a la estética y esperemos ahí por Dunkan. El auto huele a sexo, necesita ventilación urgente, no pienso permitir que Dunkan huela esto.

Aaron suspira y me mira.

—¿Qué?

—Te amo—me dice con una gran sonrisa en la cara.

—¿El sexo te afectó verdad? Quita esa sonrisa, me estas asustando.

Se ríe y baja, da la vuelta y me abre la puerta.

—Vamos—dice y me agarra la mano para entrelazarla con la suya.

Ya estamos por cumplir un año y es la primera vez que me lo dice, nos ponemos cariñosos a veces, pero hasta ahora ninguno de los dos lo había dicho, "te amo".

Llegamos a la estética y nos sentamos a esperar.

Él deja caer su cabeza en mi hombro, nuestras manos aun entrelazadas.

—¿Me lo dices de nuevo?—le pido, quiero y necesito escucharlo decir de nuevo esas palabras.

—¿El que?—me dice con una sonrisa de suficiencia levantándose para mirarme.

—Lo que me dijiste antes de bajar del auto y venir aquí.

Se acerca a mi labios y me da un beso suave.

—Te amo Dakota—me susurra mirándome a los ojos y vuelve a besarme. Es un beso lento, sus labios se mueven buscando un punto exacto de conexión con los míos.

Al separarse lo miro a los ojos y le sonrío.

—Yo también te amo Aaron—le digo y me recuesto en su hombro. Él pasa la otra mano que no tiene entrelazada con la mia por encima de mi hombro, me abraza y me da un beso en la cima de mi cabeza.

Al cabo de media hora Dunkan ya estaba listo, no demoraron mucho, lo revisé y todo esta bien en él, no hubo error alguno.

—Gracias—digo a la empleada que me lo entregó. Aaron coge a Dunkan en brazos nuevamente y se dispone a acariciarlo, nos retiramos del lugar sin mas.

De camino a casa, me llega un mensaje.

Daysi: Mañana llegarán algunos universitarios nuevos. ¿Sabes lo que significa eso? ¡Tendremos carne fresca para molestar!

Dakota: ¿Hablas en serio? ¿Tu papá te lo dijo? ¡Estupendo! Ya me estaba cansando de la estúpida de Kylie.
Paso por ti para llegar juntas cariño.

Daysi: ¡Claro que si! Ya quiero que sea mañana para ver que novedades habrán, te veo mañana. Xoxo

Segundo ciclo en la Universidad y ¿Vendrán alumnos nuevos? Esto estará realmente bueno.

*Un apadravya es un piercing en los genitales masculinos que penetra verticalmente a través de la totalidad del glande del pene.
La perforación se suele hacer con una leve ángulo hacia adelante de la cadera.*

La mala de la novela©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora