Capítulo Cuatro: Felicidad por doquier

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Cuando llegamos a casa Aaron me da un efusivo beso de despedida.

—Mañana de regreso a la Universidad nena, nos vemos ahí—me besa otra vez y a Dunkan le agarra la patita mientras lo acaricia.

—Has quedado más simpático de lo que eras amigo, pero Dakota es mía así que te tendré en la mira—le dice y éste ladra gruñendo.

El comentario de Aaron me causa mucha gracia y suelto una gran carcajada, de verdad que él siempre me sorprende con sus ocurrencias.

Bajo del auto junto a Dunkan y veo que el coche de papá está dentro, él volvió.

Dunkan se adelanta y corre a buscar a mi padre, en cuanto lo encuentra comienza a ladrar y a moverse al rededor de él.

—Señor Hooks, cada día esta usted más joven, es un hombre muy apuesto, me pregunto yo quien es la mujer afortunada de tenerlo a su lado.

—Pero si usted jovencita conoce muy bien a esa preciosa mujer, tu madre ; y tu mi niña, mi orgullo de esta vida. La niña más hermosa del mundo.

—¡Como no voy a ser la más hermosa cuando tengo a unos padres muy apuestos! ¡Bendita sea la cama que usaron para crearme!—le exclamo riendo y me acerco a paso apresurado a su lado.

—Mi niña hermosa ¿Eso fue gracioso? Porque para mi no lo fue—me dice con una expresión seria en el rostro.

Lo abrazo y lo aprieto tanto que se empieza a quejar.

—Déjame abrazarte todo lo que pueda papá, así te demuestro cuanto te extrañé—le digo haciendo un puchero.

Porque en serio lo hice, mi padre tuvo un viaje de último momento hacía Seattle, allí se encuentra nuestra primera empresa, la que fundó hace casi 27 años.

Seattle es muy especial para mi padre, allí nació por ello quizo que sea allí la primera empresa de muchas. ¿Empresas de que? De constructoras, papá tiene la grandísima cadena de empresas que se dedican a construir los mejores edificios, teatros y centros comerciales en diferentes lugares del mundo.

Mi padre es el mejor. Tengo los mejores padres que alguna vez pude desear.

—Yo también te extrañé mucho mi niña, sin embargo ya estoy aquí, ¿Te parece una noche de películas? Así salimos de la rutina.

—¡SI!—digo muy emocionada mientras abrazo nuevamente a mi padre.

Vuelvo a ser una niña pequeña cuando papá me mima así.

Comparto pocos momentos junto a mis padres pero cuando estamos los tres y hacemos algo divertido, son los mejores momentos que puedo pasar con mi familia.

—Le diré a tu madre. Los tres, en media hora en la sala. ¿Esta bien? Ve a ponerte el pijama, iré a avisar que cambien la cena por palomitas, refrescos y unos nuggets con patatas fritas, esta noche hay un cambio de reglas—dice mi padre con una gran sonrisa, su rostro muestra admiración ante la escena. Me da un beso en la frente y se va a la cocina.

Subo deprisa a mi habitación y ya esta todo arreglado, a comparación del alboroto que dejé antes ir a la estética con Dunkan.

Me acerco a mi guardarropa y sí, ya esta todo en orden, mi ropa esta arreglada por colores, todo perfectamente en orden.
Como siempre el trabajo que hacen Claire y Margaret es impresionante.

¿Qué usaré mañana? Empiezo a mirar que conjuntos podría usar en el primer día de clases de mi segundo ciclo en la Universidad.

Estudio derecho. Algunos miembros de mi familia por parte de mi padre (mis tíos) son abogados y cuando se enteraron de que escogí esa carrera me dijeron que hice una buena elección.

Puedo ser hermosa y tener un cuerpo del que estoy muy conforme, aun así no soy como algunas chicas que realmente son estúpidas al creer que pueden vivir de su belleza siendo modelos de pasarela, de revista o algunas propagandas de maquillaje. Si quiero demostrarle al mundo que soy la mejor lo haré siendo una gran abogada.

Sé que la vida no es justa a veces por ello yo tampoco lo soy. La vida y yo nos la jugamos como una balanza; subiendo y bajando.

Elijo mi conjunto para mañana y luego paso a ponerme el pijama para ir con mis padres.

Nos decidimos por ver 'Un espía y medio' en Netflix, fue una noche de muchas risas y gritos; la verdad que no me quejo de nada, soy feliz.

La mala de la novela©Where stories live. Discover now