Capítulo Cuarenta y Seis: Golpes y rechazos

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-¡Eres increíble!-empujo el pecho de Aaron haciendo que pierda el equilibrio y retroceda

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-¡Eres increíble!-empujo el pecho de Aaron haciendo que pierda el equilibrio y retroceda.

-¡Largo de aquí! ¡No te quiero ver! ¡Vete!

-No.

Me río limpiando las lágrimas que brotan de mis ojos.

No debería estar haciendo esto.

<<Soy Patética>>

Me giro hacia Rhyder.

-Vamos a casa, por favor-le ruego mirándolo a través de las lágrimas que no dejan de caer.

Asiente.

Estira su mano, la une con la mía y juntos caminamos hacía donde está estacionado mi auto pero solo logramos dar un par de pasos cuando algo me arrebata de su lado, o más bien alguien.

Aaron lanza un golpe hacía la mandíbula de Rhyder tomandolo por sorpresa y logra hacer que pierda el equilibrio y caiga de culo al piso.

-¡Te dije que esto no era asunto tuyo! Sobras en esta conversación.

Rhyder rápidamente se levanta y toca su labio que está goteando sangre.

-¿Así quieres resolver las cosas? ¡Bien! Usarte como mi saco de boxeo es una estupenda idea.

Lanza un golpea en dirección hacia el estómago de Aaron pero el lo esquiva con éxito.

¿Debería detener esta pelea? Sí, probablemente debería pero la verdad es que quiero que Rhyder muela a golpes al mentiroso de Aaron.

Me quedo mirando el desafío que se traen entre miradas, esperando a la expectativa del siguiente golpe.

Sorpresivamente no hay muchos alumnos en dónde nos encontramos, por lo tanto no habrá escándalo alguno.

<<No más del escándalo que pasó en el auditorio>>

-Dakota es problema mío y lo que pase en nuestra relación no tiene nada que ver contigo.

-¿Relación dices? ¿Cuál? La que tenías hace... ¿Media hora? Porque ya no tienes una, amigo.

-¡Ella es mía!

-¡No es un puto objeto! ¡Aprende a respetarla y darle su sitio! Si realmente te importó alguna vez, déjala ir.

-No puedo dejar ir a la mejor dro...-

Rhyder le devuelve el golpe en la mandíbula silenciandolo y aprovecha su desconcierto para atinarle ahora en el abdomen. Dos golpes que hacen que Aaron se enriede entre sus pies y caiga al suelo. Rhyder le lanza una patada al abdomen una vez más.

-No tienes ni la menor idea de a quién acabas de perder por caliente.

Se agacha a su altura, le agarra un mechón de cabello y hace que suba su mirada hasta conectarla con la de él.

La mala de la novela©Where stories live. Discover now