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MANUELA

El sol abrasaba tanto como los mismos hornos del mismo restaurante. Ana estaba esperando a que llegara José, un antiguo amigo de todas y que, en la niñez, intentó abusar de Ana. Yo la espiaba desde una esquina.
    Ella de un momento a otro recibe una llamada, y de seguro que fue él. Cuando ella salía yo me alarmé, así que decidí seguirla con paso lento, pero sin perderla de vista. Cuando me asomé por la puerta, ella hablaba con él y, de un segundo a otro, le pone algo en la boca. Ella se desmaya y yo, con miedo, no pude hacer nada. En cuestión de segundos la metió en el maletero del carro y se fueron. Yo, aún perpleja, lo único que pude hacer fue llamar a Andrea.
    —Andrea, acabo de presenciar cómo secuestran a Ana, y quién fue me desconcierta.
    —¡¿Qué?! —Recuerdo que grito ella.
    —Andrea... Fue José —recuerdo decir...

Yo viviré en tiWhere stories live. Discover now