Capítulo 4; Red.

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Luego de descansar, se dieron cuenta que el tiempo corría y solamente habían luchado contra algunos especiales y uno se había escapado, lo cual no era nada fructífero.

-Deberíamos revisar los edificios, quizá encontremos algo. -Pronunció Red para luego levantarse de la banca y mirar alrededor.

-Supongo que tienes razón. - Ruby se levantó y se dirigió a una tienda abandonada que estaba enfrente de la plaza.

El silencio del lugar daba escalofríos, el sol ya había empezado a ponerse y tan sólo les quedaba una hora antes de volver al cuartel. Red aún pensaba en el día de la batalla central y el como luego había escapado temeroso de su vida. Aquella vez había perdido a sus amigos y a su hermano de corazón, logró vengarlo, pero el amargo sabor de boca aún persistía después de tantos años.

Ruby entró en el almacén y revisó las estanterías casi vacías y polvorientas en busca de provisiónes. El lugar hizo dar asco a Red, las cucarachas se paseaban libremente por ahí, siendo las únicas habitantes del locas. Las paredes agrietadas y mohosas. La falta de luz total y algo que parecía un esqueleto humano desarmado tirado en el suelo. Todo eso lo inquietaba.

-¿Sabes que fue un error dejar ir a aquel especial, no es así?.- Pronunció Ruby mientras recogía una bolsa del suelo.

"Un error" él no lo pensaba de esa manera, le había dado su palabra y la cumplió así que no contaba como un mal paso, al menos para Red.

-Tú sabes que DarkSider es quien manda en la zona central, aquel especial debió haberse ido por patas a advertirle de nuestra presencia.- Dejo la bolsa en el estante y agarró una caja de cereal abierta y vacía la cual arrojó a la pila de basura más cercana. Desde el comienzo de la anarquía, ya no se reutilizaba con tanta frecuencia.

-DarkSider es muy peligroso, pero podemos con él. -La seguridad de las palabras de Red hicieron que Ruby mirara hacia otro lado por alguna razón.

-Aquí no hay nada, deberíamos ir a ver el centro comercial- Agregó, mientras abría la puerta y salía del lugar.

-Siempre haces lo mismo.- Ruby se guardó unos viejos y polvorientos caramelos en los bolsillo y cerrando la puerta tras de sí siguió los pasos de Red.

-¿Siempre? La última expedición la hice con Rob, así que no siempre.-

-Muy gracioso. - Soltó una risa sarcástica ante la respuesta de Red.

Ya en la calle, emprendieron camino al centro comercial, el cual tan solo estaba a unas cuadras de allí. Mientras caminaban, unos cuervos graznaron en la azotea de un edificio y luego el sonido de pisadas metálicas invadió la zona.

-¿Acaso no saben hacer otra entrada?- Pronunció Red en voz alta.

-Muy gracioso Rebel.- La voz provenía de la misma azotea donde se encontraban los cuervos, la cual resonaba con fuerza y firmeza.

Red presionó el botón que estaba en su muñeca y cual muñeco hinchable, el traje de Rebel lo envolvió.

-Linda manera de colocarse un traje.- Ruby no solía usar un traje de heroína o cualquier atuendo distintivo más allá de sus camisetas sin mangas. Al igual que Rob, pensaban que ocultar su identidad en un mundo donde quien eres es lo que menos importa era irrelevante. Aún así, Red lo hacía por tradición.

-¡Sé que estás ahí Darksider!- Desprendió una pistola-garfio de su cinturón y apuntó hacia una de las ventanas del edificio, disparó y el gancho de trabó en ella

-Quédate aquí, yo subiré a por él.-

Presionó otra vez el gatillo y el gancho empezó a tirar fuertemente de él dirigiéndose a la ventana. Antes de llegar hasta ahí, desprendió por completo el garfio y aprovechó el impulso para seguir elevándose y así llegar a la azotea.

La rebelión.Where stories live. Discover now