Corazón roto y estrellas fugaces

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Había preparado un bonito atuendo, maquillaje ligero, zapatos combinados y un excelente bolso para combinar. Hoy sería la última fiesta en la cual estaría en Hogwarts, antes de que las clases terminaran en una semana. Ron vendría a la fiesta junto a Harry quién no había visto hace un año, desde que aceptaron entrar a la academia de aurores.

Arregle los últimos detalles del atuendo, un vestido clásico negro ajustado de arriba y suelto en la parte inferior, los tacones altos dorados y una cartera del mismo tono. Salí de la habitación encontrando a Ginny bajando por las escaleras.

—Te vez espectacular Mionne.—dijo Ginny cuando me vio bajar el último escalón. Algunos de los que estaban ahí, también me miraban sorprendidos.

—Sera mejor irnos.—no quería seguir sintiendo las miradas y tome del brazo de Ginny para salir por el retrato de la señora Gorda.

—Es emocionante que dejarán hacer una fiesta para los de último año.—dijo Ginny— ¿Crees que este atuendo sea bueno?

Mire el vestido azul celeste pegado al cuerpo y los tacones negros que llevaba, definitivamente quería impresionar a más de uno en la fiesta.

—Puedo asegurar que te vez estupenda.—sonreí—Dejaras a más de uno con la boca abierta.

El gran comedor había sido decorado para la ocasión, algunas mesas con botanas y bebidas. Un poco más lejos la pista de baile y algunas mesas pequeñas para los invitados. A pesar de la hora ya habían personas platicando y algunas bailando.

—Hola chicas.— Luna se unió a nuestra plática, llevaba un vestido verde botella corto y zapatillas plata, algo muy Slytherin con esos colores.

—Te vez hermosa Luna, aunque es muy slytherin.— hablo Ginny tomando un tarro de cerveza de mantequilla.

—Iré a sentarme, esperaré a Ron y Harry en una de las mesas.—hable un poco fuerte a causa de la música alta. Ambas asintieron y caminé a una de las mesas que estaban más cerca de la puerta.

Las canciones pasaban una por una, la gente bailando y bebía cerveza de mantequilla e incluso algo de whisky de fuego. No había rastro de Ron ni de Harry, ambos me confirmaron que vendrían. Ahora estaba sentada en una mesa al fondo y sin divertirme.

—Vaya manera de divertirte Granger.—Draco Malfoy se encontraba sentado a una silla de diferencia entre la mía. Sujetaba un vaso de cristal, su ropa estaba algo desordenada al igual que su cabello; tal vez ya se había enredado con alguna chica en un rincón del castillo como era costumbre para él.—Sentada esperando algo que no llegará.

—Creo que eso no te importa Malfoy.—estaba molesta y no con él sujeto de a mí lado, sino con mí novio. Ron definitivamente tendría que darme una buena escusa para justificar no estar aquí.

—Se que esperas a Weasley.—su voz era calmada y arrastraba sus palabras más de lo normal, tal vez un efecto del whisky de fuego que recorría su sistema nervioso.

—Sí, Ron prometió estar aquí.— Luna y Ginny se la habían pasado bailando en la pista olvidándose de mí. Ahora estaba hablando con el menos indicado.— Desperdicie un buen atuendo por nada.

—Yo diría que te vez hermosa, aún más como cuando apareciste en el baile del torneo de los tres magos.—mi vista se dirigió a Malfoy, él no me miraba, solo se centraba en ver el líquido cristalino de su vaso.

— ¿Tú me estás diciendo algo bueno?—tal vez eran los efectos del whisky de fuego en Malfoy para decir cosas sin pensar.

—Creo que deja de ser bueno cuando lo dudas.—esta vez me miró, sus ojos grises se apreciaban aún más grandes.

For the wish of a starWhere stories live. Discover now