16

3.6K 524 12
                                    

🍪💕🍪💕🍪💕

La despedida fue sin duda lo más difícil que había tenido que vivir Steve en esos seis años que llevaba conviviendo con el pequeño.

Al final con el dolor de su corazón el rubio había decidido que el internado era lo mejor para Tony, mantenerle lejos de la mansión era la mejor opción y no había duda que el internado era el tipo de escuela que estimularía a Tony para desarrollar su preciosa mente brillante.

Eso no significó que soltar a Tony fuese fácil, soltarle fue oalgo físicamente doloroso para ambos, su bebé no dejó de llorar por mucho que le prometió que lo vería justo en un mes, incluso habían hecho juntos un calendario para que Tony llevara la cuenta, pero ninguna promesa fue suficiente para darle consuelo al nene.

-Steve... po... por fa... por favor... yo... yo seré.. seré buen... Niño...-

Le suplico entre lagrimones aferrándose con sus bracitos al cuello de Steve y rompiendo con cada suplica el corazón del rubio. No quería dejarlo ir... ese Niño era su vida entera y Howard se la estaba arrancando sin saberlo. Nada había hecho cambiar de opinión al hombre, después de la visita de Peggy Howard había actuado aún más intransitable respecto argumentado que sólo buscaba lo mejor para el omega.

-entonces al menos déjame ser su tutora en el colegio... así podremos ir a visitarlo...-

-bien, eso me parece bien, ya que estás tan interesada entonces serás tú quien vea todo sobre el tema entonces. Tú y Steven podrán visitarle pero la decisión de que Tony estudie ahí es irrevocable, ese internado es el mejor colegio del país y un Stark solo puede estudiar en la mejor escuela. Thomas aún es muy pequeño pero sería ideal que consideraras su formación a largo plazo en ese colegio... después de todo están unidos...-

La mujer solo bufo mientras revoleaba los ojos pues Howard simplemente había asumido que se trataba de Thomas... el hombre se Iría de espaldas si supiera que en realidad era Steve Rogers el destinado de su hijo...

-solo firma y dame los malditos papeles Howard... ambos sabemos que solo te quieres deshacer del Niño... podrás haberle lavado el cerebro a Maria pero a mi no...-

Peggy le arrebató el legajo de papeles que tendrían que firmar para entregarlos el día que  le llevasen al internado.

-Yo le iré a dejar... -

-como quieras Margaret, solo asegúrate que esté ahí para el primer día de clases... y no quieras cambiar mis planes porque lo sabré...-

Unos días después estaban en el internado Jarvis, Peggy, Tony y Steve quien había sido registrado como Steven Carter, pues sería él quien le visitaría y la gente del colegio debería conocerle...

-Tia... ya... ya no me voy a enojar con... con Claude... dejare... dejare que Steve le de besitos... lo...lo prometo...-

Le pidió a ella haciendo que la mujer lo mirase con los ojos anegados en lágrimas.

-Tony... bebé tú no estás aquí porque seas un mal Niño... o porque esté enojada contigo por Claude, eres El Niño mejor portado que conozco... de ninguna manera pienses que esto es un castigo. -

Steve acarició su espalda intentando calmarlo porque no habría forma de que le dejase en ese estado.

-¿recuerdas lo que hablamos? Los niños mas inteligentes estudian aquí mi amor... es una escuela muy bonita, ¿recuerdas?-

Le susurró Steve besando repetidamente sus mejillas húmedas y abrazándolo con todo el amor que sentía por el.

Peggy suspiro acongojada porque la imagen que presentaban esos dos era la más dolorosa que hubiera visto en muchos años. Maldito fuera Howard por ser tan miserable... mira que querer refundir a ese pedazo de sol en un internado...

-pero un mes es mucho tiempo...-

Lloro sobre el hombro de Steve hipando desconsolado porque no entendía porque tenía que pasar tanto tiempo lejos de casa.

-¿sabes que? Tienes razon, un mes es mucho tiempo... vendremos el fin de semana por ti para ir a casa-

Peggy miro a Steve decidida, el internado tenía como regla que durante el primer mes los niños no tenían visitas para forzar así la adaptación. Pero Tony era un Stark y ella era la directora de SHIELD, dejaba de llamarse Margaret Carter  si no podían romper las reglas en esto.

Steve sonrió agradecido, el mismo ya había pensado en colarse de alguna forma el fin de semana para ver al nene pero ahora con el apoyo del Peggy todo sería más fácil.

Todos salieron del despacho que les habían facilitado para despedirse de Tony dejando solo a Steve con el pequeño. El rubio pasó un rato más abrazándolo hasta que el llanto se calmó poquito a poco.

-ya no llores vida... mi amor, ¿recuerdas lo feliz que te pusiste cuando te enteraste que si vendrías a esta escuela?-

Steve se sentó en una de las sillas frente al escritorio dejando al bebé sobre su regazo, despacito lo separó un poquito de su cuerpo para poder verlo, esos ojitos preciosos le miraron con tristeza pero con atención.

-esta escuela es muy bonita... es solo una escuela bebé... eso no significa que te deje de querer ni que me vaya a olvidar de ti... vendré a verte... el viernes en la tarde vendré y pasaremos el fin de semana juntos como siempre...-

Le explico limpiando su rostro con suavidad.

-ademas tendrás a dorito y al señor chispitas contigo... -

Tony abrió los ojitos sorprendido y cada vez más convencido de las palabras de Steve, el rubio por su parte abrió el maletín que llevaba para sacar los bonitos peluches y ofrecérselos a Tony.

La boquita del bebé se desfiguró en un puchero dejando sus manitas quietas sin animarse a tomar su Preciado juguete.

-No... mi papá se va a enojar otra vez...-

Le dijo con los ojitos cafés llenos de angustia y al mismo tiempo de ilusión pues su dorito estaba bien.

-Bueno... ¿recuerdas que una vez te dije habían secretos que merecían la pena ser guardados? -

Tony asintió despacito sin despegar la vista de dorito en las manos de Steve.

-bueno, este es uno de esos secretos... que solo guardaremos tu y yo...esta vez no le diremos a papá...-

Le guiño un ojo viendo la preciosa sonrisa de Tony florecer de nuevo mientras asentía entusiasmado.

-No le dire nada, lo prometo...-

Le prometió tomando enseguida al pequeño muñeco para abrazarlo contra su pechito hundiendo su nariz en ellos y sonriendo aún más.

Steve esta vez si que había dejado su aroma en los peluches cuando los había remendado por las noches mientras Tony dormía, poner su aroma en ellos no era la gran ciencia bastaba con fregarlos un poco contra su cuello ahí donde su glándula segregaba hormonas...

Jarvis los había rescatado y se los había llevado al rubio quien había remendado a dorito dejándolo como nuevo y al señor chispitas le había dado un buen baño pues al parecer Tony había decidido que el señor chispitas tenía antojo de chocolate.

-entonces contaré 5 días... -

Tony le mostró cinco deditos como prueba de que llevaría la cuenta y Steve no pudo evitar atrapar esa manita pequeñita para llenarla de besitos que hicieron al bebé reír feliz.

🍪💕🍪💕🍪💕🍪💕


Cookie chipsWhere stories live. Discover now