Para Mi Esto Es El Cielo (Camren)

Capítulo 18

Esta historia no es la original, la original podréis encontrarla en @manhattanProject. Esta es solo su traducción.

Pensé que el cáncer era la única palabra que no podría soportar.

Recuerdo que en nuestro primer año de universidad, cuando nos acabábamos de mudar juntas, nos tomó un tiempo instalarnos. No sé si fue la nueva escuela o por ser algo independiente por primera vez en nuestras vidas, pero no fue exactamente una transición suave. Por supuesto, ella me había estado ocultando su enfermedad en ese momento.

En un momento pensé que era algo que estaba haciendo mal. Éramos una pareja de adolescentes enamoradas; ¿Por qué no seríamos felices finalmente viviendo juntas? Tal vez tenía grandes expectativas de que no podríamos estar a la altura. Supongo que tenía la tendencia a ser una pensadora, pero no sabía nada mejor.

Estábamos un poco abrumadas por decir menos. La universidad trajo una nueva carga de trabajo y Lauren tuvo que esforzarse mucho más para ocultarme el cáncer. Me preguntaba si el estrés de ocultarlo solo la lastimaría aún más. Sin embargo, era inútil preguntarse más. Si lo hizo, entonces el daño estaba hecho.

Se estaba muriendo de cualquier manera .

La realidad era demasiado dura a veces. Pero vivir en un mundo de sueños no era una opción. Y me di cuenta de que nunca lo fue y nunca lo sería, ni para mí ni para nadie.

Estaba preocupada. Quería que funcionara y probablemente pasé demasiado tiempo pensando en lo que posiblemente estaba mal en lugar de simplemente disfrutar de mi tiempo con ella. Quiero decir, no fue hasta nuestro segundo año que comenzó a alejarse de mí y a actuar de manera extraña, así que realmente debería haber aprovechado nuestros últimos meses antes de que ella simplemente se levantara y me dejara sin ninguna explicación.

Es difícil señalar los momentos exactos en que las cosas cambiaron cuando se trata de situaciones como esa. Pero hay ciertos recuerdos que sobresalen donde paraste y pensaste que sabes que creo que todo va a estar bien . Esos momentos eran cada vez menos frecuentes a medida que el cáncer de Lauren empeoraba, pero aún conservo esos momentos que tuve, especialmente de antes, tan simples como eran.

A veces me llegaban momentos en los que nunca antes los había considerado. Escucharía algo o iría a algún lugar o vería a alguien y lo recordaría y se quedaría conmigo todo el tiempo, como si estuviera construyendo lentamente una colección de momentos que puedo recordar cuando necesito que me recuerden instancias en las que no parecía tan difícil.

Hubo un día que estuve en el hospital con Lauren en su habitación. Era uno de los mejores momentos de los que la había ido a visitar. Ella no se sentía particularmente bien, pero estaba contenta. Parcialmente sedada, estaba recostada de costado y entrando y saliendo de la consciencia mientras ella, aturdida, insistía en que tocara la guitarra para ella. En un momento en el que estaba pensando qué tocar a continuación, ella comenzó a canturrear una melodía familiar como propia forma de petición personal.

Y fue su zumbido perezoso lo que me devolvió el momento.

Estaba luchando para descubrir qué era lo que estaba mal que nos había hecho parecer una típica pareja de ancianos en la universidad. Iba a clase y al trabajo y ella también, y cuando volvíamos a casa, sentía que faltaba algo. Ni siquiera sabía si ella se había sentido de la misma manera en ese momento, pero estoy bastante segura de que estaba consciente en cierta medida, ya que tenía ciertas cosas en mente. Aunque nunca le dije nada a ella.

Era un lunes por la noche; Lo recuerdo exactamente. Había estado trabajando la mayor parte del día administrando los teléfonos en el departamento de asesoramiento de nuestra escuela. Había regresado a nuestra habitación esperando que ella estuviera durmiendo o haciendo su tarea como había planeado hacer. Cuando abrí la puerta, en cambio, me saludó la música alta y mi novia con un humor sorprendentemente optimista. Decir que me sorprendió hubiera sido un eufemismo.