CAPITULO 19.

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- ¿Que deberia hacer?, ¿abrir la puerta y aventarme a la avenida?. Hay Anastasia comportaré como adulta.-, me ablo a mi misma.

Me da un terror ver a Cristián,no se que debe decirme, además me subieron a la fuerza.

Estoy en este armatoste encerrada yendo a no se donde demonios.

Solo veo como los edificios pasan por mi vista.

De repente llegamos a la empresa, algo muy extraño.

El chofer abre la puerta,.
Nos bajamos y nos dirijimos a dentro.
Subimos el ascensor, camino ha sia su oficina cuando el chofer me detiene.

- No señorita Anastasia.  El  señor grey no esta hay, por favor sigame.

Entonces, ¿En donde carajos esta?.
Me preguntó.
Subimos otro asencor el mismo para donde está la parte arriba del edificio.

- Señorita Anastasia, viajara en el elicoptero con migo, la llevare con el señor grey.

Estoy callada, solo digo si.
Me siento nerviosa desesperada. ¿para que tanto misterio?.

Subimos al elicoptero, me gustaría preguntarle algo al guarura de Cristián pero se que no medira nada.

Vamos rumbo a no se donde, pero valla es tarde podemos ver el atardecer desde esa altura, ¿acaso salí como la 1:00pm de la editorial?.

Piloteamos hasta salir de nueva Yorke.

Pasamos carreteras y bosques.

Este lugar me es peculiar. Se que lo conosco, claro, es el lugar de la casa en el bosque.

Estamos bajando el elicoptero donde la otras ves nos dieron refujio.

Bajamos con cuidado, esos arboles me ponen nerviosa y mas por que ya anochesio.

Bajamos, el guarura de Cristián me abre la puerta y me ayuda a bajar.

- Señorita, el señor grey la espera a  adentró.-, me señala el camino que lleva a la casa.
- Gracias.-, camino.

Camino ha sia la casa, pero estoy mentalisandome que le diré cuando lo vea. Debo tomar una presencia madura.

Camino con nervios, veo la casa, no me  cansare de decir que es una casa muy hermosa.

Subo los escalones y veo la perilla de la puerta, tan limpia y lista para dar vuelta.

La tomo con mi mano, la siento esta fría, le doy una vuelta a casi de  90° y abre.

Entró a la casa, como siempre todo esta igual, pero sobre todo el piano que esta hay.
No veo a Cristián.

- ¡Hay alguien hay!.-, pues grito por que no hay nadie.

Camino a la sala, de repente veo a alguien en el balcón, como digo es de noche y hay un viento helado afuera.

Pero veo el reflejo de una persona sentada mirando ha sia ese horizonte hermoso.

Abro la ventana corrediza.

- ¿Cristián?.
- Llegaste.-, su vos es seria no me mira esta sentado dandome la espalda, no trae camisa solo pans.

- ¿Que haces a qui afuera?.
- Contempló todo.-, me dice.

De repente se para, valla, su torso desnudo tan fuerte y hermoso, se ve tan bien en esos pans, pero para mi sorpresa trae una botella de vino en su mano.

- ¿Estas viviendo?.-, cruzo los brazos.
-, el toma de la botella.- No acostumbro a beber.-, su vos es de alcolizado.
- ¿Que pasa Cristián?.-, le pregunta agobiada.
- Pasa que, que mi madre murió Anastasia.-, sus ojos son cristalinos.

Esas palabras se unden en mi mente, no se que decir.

- Cristián, lo siento.-, le respondo.
- No importa, a un ha si ella no me quería.-, se sienta en la silla en donde esta una mesa.
Me paro frente a él me.
agacho y lo tomo de la mandíbula.

- Cristián, por lo que ella te allá causado, era tu madre, amala.

El me mira, sus ojos eran llenos de lágrimas, por dios de lágrimas, Cristián grey en lágrimas.

- Te extraño  Anastasia. No tienes idea cuanto sufrí desde que te fuiste, se que yo fui tan cruel contigo.-, me mira fijamente.
- ¡Quiero que vuelvas!.

De repente me jala de las muñecas, me postra en sus piernas en donde el esta sentado en la silla.

- Cristián espera.-, le digo.
- Por favor,¡te lo suplico!, dejame hacerte mía de nuevo, ¡tenecesito Anastasia!.-,me mira y habla sollozo.

No puedo resistirme, quiero estar molesta con el, pero las ganas me matan.

Me lanzo como cualquiera a los brazos de mi verdugo.

Cristián me toma de la cintura, sus labios y los mios se juntan con pasión y locura, es como si ya se extrañaban.

Sus manos acarician mi espalda hasta llegar a mis glúteos, sus besos están en mi cuello.

Derepente me levanta. Me carga llevándome adentró.

Me lleva a una habitación, al entrar noto que no es la habitación donde se haciamos todo, si no la suya.

Me pone en la cama, me mira parado hay, me contempla.

Se lanza me besa, me besa todo el cuerpo, me quita el pantalón los tacones, la blusa.

Estoy en ropa interior, a su disposición.

Me acaricia me quita las bragas y el sostén, el sequita el pans.

Su piel, el olor de su piel lo extrañaba ese exquisito olor a Cristián.

- Te deseo nena, ¡te deseo!.-, me besa.

Empezamos hacer lo que nuestros cuerpos necesitan.

Sus atracos en mi se unden tan profundo que siento esa esquisites de placer en todo mi cuerpo.

Lo acaricio, lo beso, lo disfruto.

Maldita sea esta sensación a Cristián,¡maldita sea!.

Maldita sea esta sensación a Cristián,¡maldita sea!

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¡ENTRE PIELES!,(¿Esto es amor?).Where stories live. Discover now