CAPITULO 20.20.

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Vestidos de negro, valla un funeral muy elegante, esas mujeres, ¿como pueden traer esos grandes sombreros negros?.
No se sentirá  incomodo.

Hay esta el hermano de Cristián, su esposa es muy linda.
El y su hermano obvio que no se parecen mucho.
Estoy rodeada de gente con mucha clase. En frente ese ataúd color carmesí con destellos de oro, una mujer muy elegante dentro de el.

Puedo notar que a cristian no le gusta estar a qui, lo notó en su mirada.

Hay tanta gente.

Empezó la ceremonia, el padre dio la presente "misa",podría decirlo ha sí.

Sus familiares dieron unos cuantas palabras.

De repente todos empezaron a aventar rosas a la madre de Cristián, rosas con una tonalidad preciosa.

Bajan a quel ataúd, despasio con calma.

Cristián me toma de la mano, y salimos de hay casi a rastas.

- ¿Que pasa?.-, le pregunto.
- ¡Nada!, solo camina.-, me lo dice sin mirarme.

Caminamos muy rápido subimos a la camioneta y nos fuimos de hay.

Había un silencio grande.
Cristián se veía tan serio.

De repente no to que estacionamos en un restaurante cerca de el panteón de Nueva york.

Bajamos y entramos. Es un lugar de café, algo muy lindo.

- ¡Me gustaría hablar contigo!, por eso te traje.-, me mira.
- Okey.-, contestó.

Nos dan una mesa en la parte de arriba. Cristián pide un café negro y yo un rico moka con espuma.

- Mi hermano trabajara en la empresa.-, me dice tan derrepente.
- ¡Quiero que vuelvas!, ¡tenecesito!, pero si decides que si,  quiero que ignores a ese idota.

¿Por que me dice eso?, ¿estaré preparada para seguir con este amor loco?.

- Cristián,me an contratado.-,me interrumpe.
- Ya lo se, ¿pero que no puedes negarte?.-, me mira con atención.
- Cristian esos es poco tiempo.-, hago un gesto.
- por favor ayudame, ¡te lo pido!.-, me toma de la mano.

Carajo, como le diría a el que no.
Pues me mira con ojos tiernos.

- Bueno, te ayudare..-, lo miró.

-,El sonríe y me toma de la mano.
- ¡Gracias!.

- Oye,  ¿por que no quisiste quedarte en el funeral mas tiempo?.-, pregunto.
- Por que mi hermano solo me reprocha cosas. Estoy arto de el.
- Okey.-, tomó algo de café.
- Quiero que esta noche te quedes a dormir con migo.-, me lo dice.

Casi escupo el café en su cara al oír esa frase, madre mía.
Pero es obvio que quiero, pero pensado bien, no me serviré en charola de plata, no puedo, pues ni que estuviera a sus pies.
Es el momento para darme mi lugar.

- Lo siento pero no puedo.-, le digo.

El me mira sorprendido.

- ¿Por que no puedes?.-, me mira serió.
- ¿Crees que esto es juego Cristián?.-, dejo el café en la mesa.
- Yo no soy de esas, como tus mujeres, no soy tu sumisa  como quieres que sea.-, cruzó los brazos.

El me mira sorprendido.
Parece que esta asustado.

-Bien, ya te pedí perdón. Dime,¿que mas quieres?.-, me mira.
- ¡Quiero saber que somos!.-, lo miro sería.- Yo no quiero ser una aventura para ti, ha si que te dejo dos cosas en claro;

1: No soy tu sumisa.
2: Decide que quieres.

Valla me puse muy ruda, espero que no me tire el café en la cara y se valla y me deje a qui.

Me mira confundido. Parece sorprendido, no dice nada, solo me mira con esos ojos grises cafes profundos.
De repente sale una pequeña sonrisa, no muy notoria.

Se inclina, creo que me besara, pero yo no me dejó.

Hace un gesto extraño, esta molesto al parecer.

- Ha si que señorita Anastasia, ¿significa que hasta que me decida dejara que la bese?,¿cierto?.-, me mira.
- Ha si es señor grey!.

-, se ríe.
- Bien, entonces tendré que enamorarla de nuevo.-, se sienta en su silla.

Debo darme mi lugar, anoche caí pero hoy no.


¡ENTRE PIELES!,(¿Esto es amor?).Where stories live. Discover now