Final. Quería hablar contigo, Leena.

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La canción era la gran sorpresa que tenía para vosotros: una canción escrita y compuesta por mí en honor a la historia de Leena y Slenderman. Espero que os guste tanto como a mí. Podéis encontrarla en mi canal de YouTube junto con un par de covers. 

Va dedicada a todos vosotros, os quiero.


Veo desde la distancia como Ticci-Toby y Slenderman acaban de atar los cuerpos de Nina y Jack al lomo de Smile para que no caigan durante el viaje de vuelta a casa. Giro la cabeza y me encuentro con Mike y los animatrónicos decidiendo cómo van a llevar el cuerpo de Freddy por el bosque. Jeff y Liu chequean el estado de los ojos de Pitt y Helen, quienes se toman de la mano con fuerza y sonríen tranquilizantes para todo el mundo, sin preocuparse por el estado de su vista.

Oigo como Ben camina hacia mí y se sienta a mi lado, manteniéndose también en silencio por unos minutos. Agradezco que no haga ningún comentario y continúo observando la escena. Nadie se ha dignado a tocar los cuerpos de los secuaces de Zalgo y aún siguen dispersos por todo el jardín. Con la muerte de Brenda la lluvia se ha detenido y Slenderman está nervioso porque cree que en cualquier momento la ilusión desaparecerá y podríamos quedarnos encerrados si no salimos ya.

-Leena, tenemos que irnos. –la voz de Ben suena suave, pero cautelosa.

Sin decir nada, me levanto y camino hacia los chicos, Ben detrás de mí. Cuando estamos todos juntos y listos para irnos, Slenderman murmura unas palabras y se abre una especie de portal que da al bosque real. Uno a uno vamos saliendo y, antes de que Slender vuelva a cerrar la entrada, chasqueo los dedos y uso la última pizca de poder que me queda para aparecer una llama de fuego azul. La lanzo hacia el castillo, el bosque perfecto y los cuerpos de los demonios y en pocos segundos todo arde, haciendo desaparecer cualquier rastro de esos días de olvido e ingenuidad. El creepypasta a mi lado acaba de cerrar la puerta y está desaparece para siempre. Expiro el aire que ha estado aguantando por un largo rato sin darme cuenta, y me giro hacia mis amigos, que me miran preocupados. Les sonrío forzadamente. Ben y Smile son los primeros en retomar la marcha y en pocos segundos ya estamos todos caminando de vuelta a casa.


-Leena, ¿puedes venir al salón un momento?

La voz de Slender me sorprende. Cierro mi diario, el cual estaba leyendo, y salgo del dormitorio para bajar a la planta inferior. Hace unos días que Ticci me devolvió el diario que había estado escribiendo durante mi estancia en el castillo.

<< Después de que Alice muriera, salí corriendo y entré al castillo. Encontré el diario encima de tu cama y decidí cogerlo. Pensé que te gustaría tenerlo... >>

Desde entonces he estado leyéndolo sin parar, memorizando cada palabra escrita.

Termino de bajar las escaleras y me encuentro con Slenderman sentado en el sofá, hablando con...

-¿Mark?

No puedo creérmelo. Este hombre fue como un padre para mí mientras estaba viviendo con Mike. Corro a sus brazos y lo abrazo con fuerza. Mark me devuelve el abrazo, emocionado.

-¿Qué haces aquí?

-He venido a saludar a mis queridos vecinos. Slenderman me ha comentado que Pitt y Helen ya se están recuperando de la vista.

-Sí, por suerte la posesión de un demonio no es suficiente para acabar con ellos dos.

-¿Y Mike ahora tiene un ejército de robots?

-Animatrónicos, sí.

-¿Y dónde está ese canalla?

-Supongo que en el jardín, cerca de la tumba de Freddy. Aún- Aún no ha aceptado que ya no esté entre nosotros...

Recuérdame en InviernoWhere stories live. Discover now