Más allá de mis palabras [COMPLETA]

3- Jeremy

- ¡Bells!

El grupo de chicos estaba conglomerado en la esquina de la playa. Algunos alcanzaban a tener puestos en la escalera que daba al pavimento, otros simplemente se sentaron en la arena con sus vasos enterrados en ella.

Al verlo pasar, varios se voltearon y este les dedicó a algunos de sus amigos un fuerte apretón de manos. Helena decidió quedarse al margen y esperar a que saludara del otro lado del grupo. Solo algunos notaron su presencia y comenzaron inmediatamente a cuchichear entre ellos preguntándose de dónde la habría traído. Sabían perfectamente que no era de por ahí.

Nathan, que también estaba sentado con ellos sobre la arena, al escuchar que vociferaban su apellido, se paró y le pasó a su amigo el vaso con cerveza que recién se había servido. Luego optó por robarle el suyo a un compañero que estaba distraído escuchando como continuaba el juego.

- Tantas lunas. – Le dijo mientras Jeremy le golpeaba el hombro en señal de aprobación. Este bebió un sorbo de la cerveza; estaba agria. Cuando Nathan vio que no estaba solo saludó a la chica con nerviosismo. Helena le dedicó una sonrisa.

- Dime que Wiston no le invitó nada – Le susurró a Jeremy desde su lado derecho.

- Lo hizo – Nathan abrió los ojos como plato – Pero no le resultó. – Le sonrió al tiempo que bebía otro trago y su amigo explotó en risa.

- Tendría que haberlo visto.

- ¿Qué hacen? – Preguntó de pronto Helena. Miraba como un joven bajo y una chica intentaban hacer equilibrio con una botella entre sus bocas, mientras caminaban hacia la escalera. El resto de los jóvenes los observaban expectantes, gritándoles para hacerlos reír.

- Verdad o reto – Mencionó Jeremy con el vaso entre sus dientes. Luego lo sacó y tomó un cigarrillo entre los dedos. No tenía ánimo de encenderlo todavía, pero a veces le gustaba saber que estaban todavía ahí.

- ¿Verdad o reto?

- Sí, hacen una pregunta a alguien del círculo y si no quiere responder puede completar el reto que propone la otra persona. Te están, de alguna forma, comprando tu verdad con un reto. – Jeremy la miró con el ceño fruncido.

A los jóvenes se les cayó la botella que habían logrado sostener durante todo este rato. El resto de los espectadores los abucheó.

No pasaron más de diez segundos para que una de las chicas del círculo apuntara a otro de los hombres, en particular uno que vestía una chaqueta verde y pantalones negros.

- Puedes responderme o – Hizo una pausa que dejó a todos expectantes – arrojarte al mar.

Otra pausa.

- Desnudo.

Se armó el bullicio otra vez. El chico hizo una mueca y los que estaban a su lado comenzaron a alentarlo.

- ¿Nunca has jugado? – Preguntó Jeremy a Helena mientras bebía otro trago.

- Jamás. – Dijo Helena. –Pero parece interesante.

- Créeme, después de unas horas, ya no lo es. El año pasado tuve que encender una bengala. Casi me quemo la mano completa. - A Nathan le recorrió un escalofrío.

- Deja de lloriquear – Le dijo el chico de ojos grises a su amigo.

- No puedes decir nada, tú nunca has cumplido ningún reto.

- Hay pocas cosas que no me atrevería contestar.

Helena lo miró pensativa.

Aunque no pudieron escuchar la pregunta o su respuesta, vieron que el chico de chaqueta verde se sentó otra vez en la arena con una sonrisa en el rostro, aliviado de no tener que ir al mar.