Alma De Dragón: Construyendo Una Leyenda

Prólogo

-El peligro del pasado no está en el pasado, si no que duerme en un huevo, y cuando el huevo se rompa, luz y oscuridad se enfrentarán por controlar su poder-

-Cuando el equilibrio sea corrompido, pasado y presente deberán partirse y combinarse-

-Vendrá un elegido, con el corazón de un líder y el alma de un dragón, y vendrá una bestia, con el poder del trueno y la muerte misma, solo a través de ellos se restaurará el equilibrio-

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POV Narrador

En medio de la oscuridad, alumbrada por el fuego de su antorcha, una anciana leía una vez más aquellas palabras plasmadas en uno de los tantos viejos libros de su cabaña. Con calma cerro su cubierta, tomo su bastón y miro a través de un ventanal.

La tormenta de aquella noche cobraba cada vez más fuerza, fuertes truenos hacían temblar la tierra como pocas veces había sucedido antes. La anciana suspiró profundo mientras observaba el cielo, habían pasado ya tantos años y el aún no había llegado. Suspiro de nuevo, y protegida por una capa se dirigió al lugar donde era requerida.

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Los gritos de una mujer hacían eco a las afueras de la cabaña más grande de todo el pueblo. En su interior, un angustiado esposo sostenía la mano de su amada, mientras un séquito de mujeres la apoyaba en sus labores de parto. Todos el pueblo se encontraba atento, después de todo, era el heredero mismo el que estaba apunto de nacer.

Un último grito, seguido de un gran silencio, anuncio que el heredero había nacido.

-¡Es un varon!- señaló Kaisa, una de las mujeres que apoyo en el parto. -¡No está respirando!- exclamo angustiada otra de las ayudantes. De inmediato, Gothi, la anciana curandera del pueblo, tomo al pequeño bebé en brazos y seguida de sus ayudantes lo llevo fuera de la habitación.

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La angustia dentro de la cabaña se hacía cada vez más grande, los jefes se encontraban desesperados mientras esperaban noticias acerca de su hijo, momentos antes les habían anunciado que su hijo no respiraba, 7 meses habían pasado desde su concepción y aún era muy pequeño para su nacimiento.

-Se que sobrevivirá, se que será el más fuerte de todos nosotros, se que lo hara- dijo con algo de esperanza el derrotado Estoico. Valka solo lloraba, no soportaría perder un bebé una vez mas, ya 5 años habían pasado y aún le dolía como el primer día, solo está nueva esperanza había logrado devolverle su alegría.

Los minutos parecían hacerse horas, hasta que finalmente el débil llanto de un bebé les anuncio que su hijo estaba vivo. La puerta se abrió lentamente y un pequeño bebé en brazos llenó de alegría a sus padres que esperaban angustiados. La anciana curandera entrego el pequeño niño en brazos de su madre, mientras el corazón de su padre latía de alegría como solo una vez antes lo había hecho. -Bienvenido a casa, Hipo- le susurro al pequeño bebe su madre.

El pueblo estallo de jubiló, su futuro jefe había llegado, los tarros de miel se servían por cientos en el gran salon, ni siquiera la tormenta de esa noche podría parar la fiesta que se iniciaba en aquel lugar.

Mientras tanto, de nuevo desde su lejana cabaña, Gothi miraba nuevamente el cielo, tratando de descifrar si el día al fin había llegado.

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