Hay otra opción

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Dazai salió de su habitación, tomó a la chica cuidadosamente y la llevó hasta la cama del vendado. La arropó y la dejó descansar. Mañana tal vez le preguntaría sobre su decisión.



La chia despertó, tomó sus cosas y salió de la habitación. No iba a perder el tiempo en tonterías después de haberse tomado el tiempo para decidir. No iba a desperdiciar el consejo de Dazai.



Era tarde, ya empezaban a notarse las luces en la ciudad a causa del oscuro escenario que proporcionaba la noche en Yokohama.

—Seguiré como hasta ahora. Gerente, necesito que me ayude a rechazar a todos.

La chica tomó muy en cuenta la primera opción que el castaño le había proporcionado anoche. Por eso ahora mismo los cabellos (C/C) de (T/n) estaban colgando debido a su posición.

—¿No hay alguien más que te pueda ayudar? Levanta tu cabeza (T/a)-san. Si algo le sucede debido a que no soy usuario de habilidad especial me sentiré muy culpable.

—No necesito que me protega, necesito su apoyo moral—la chica se había reincorporado, necesitaba fuerza de voluntad para poder decir alguna palabra frente a los líderes de cada organización.

—¿Estás segura? Podemos pedirle a uno de los detectives para que te hagan compañía.

—No es necesario. Ya le dije, solo necesito apoyo moral, soy muy débil en ese aspecto. Pero soy fuerte físicamente. No podrán hacerme nada, y tampoco a usted.

—Está bien. Eres terca como tu madre.

—Gracias. Le estoy muy agradecida.

—No hay de qué. ¿Quieres algo de comer? Estarme insistiendo por dos horas y media te debió de dar hambre.

—Gracias, de verdad que empezaba a querer algo de comer.



Ambos empleados del café fueron al lugar indicado, a la hora y el día acordados. Por eso estaba tensa, era de noche y la Luna era la única fuente de luz en ese callejón sin salida.

Los primeros en aparecer fueron Dazai, Kunikida y Fukuzawa. Los demás aparecieron a los pocos segundos, Chuuya y Kouyou con el líder de la Port Mafia, y mientras tanto Louisa y Fitzgerald de parte de The Guild.

—Bien, ¿cuál es tu elección?—hablaron los tres. Fue inesperado, sinceramente.

—Ninguna—habló en voz baja. No estaba preparada para decirlo a la primera.

—¿Cómo? No escuchamos. ¿Cierto? Fukuzawa-dono—comentó Mori Ougai.

—Así es. Habla más fuerte por favor.

—¡No voy a ir a ninguna!—terminó gritando la de ojos (C/O).

El grito sobresaltó a todos, le dijeron que hablara más alto, pero no esperaban un grito de su parte.

—Qué alivio—pensaron tanto Dazai como Chuuya.

Sin embargo Louisa estaba decepcionada, ella creía que se uniría. Después de todo ella era una de sus tantas estrategias.

—¿Crees que lo dejaremos así?—Mori estaba dispusto a matar para que la chica de orbes (C/O) se aliara a ellos.

—No los dejaremos—se interpusieron los miembros de la Agencia.

—Fitzgerald-sama. Vámonos de aquí. Ya no hay nada que nos sirva aquí—susurró la chica de lentes.

—Entiendo. Adiós Old Sport, (T/a)-san, Port Mafia. Fue un gusto verlos pelear.

Se fueron sin más. (T/n) estaba dispuesta a ayudar si se salía de control ésta disputa. Si el gerente se veía involucrado le diría a Shiva que se lo llevara lejos, así no correría peligro.

—Vámonos. Dazai está con ellos.

Fueron las palabras que hicieron retroceder a la Port Mafia.

—Nos retiramos (T/n)-san. Que haya tenido un gran día.

Ambos empleados del café estaban sorprendidos, salió de una manera muy favorable. Pero no lo pensarían mucho, solo aprovecharían el momento de victoria para irse y no causar algún otro problema.



Todo había vuelto a la normalidad. La (C/C) ya no era víctima de nada, era feliz de esa manera despreocupada de vivir, sirviendo el café del gerente a todo aquél que pasara al local, incluyendo a los detectives que tanto aprecio les tiene.

Gotas de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora