Gotas de lluvia

Edgar Allan Poe

Era el momento perfecto. La lluvia me tomó desprevenida y mi salvador fue Poe. ¡Es perfecto!

—Poe, gracias por dejarme quedar en tu casa hoy, pero creí que iríamos allí primero.

—Ah, p-perdón. Es sólo que Ranpo-san ha estado leyendo mis libros y...

—Ya veo. Sigues teniendo tu rivalidad con él. Espero que ganes algún día.

—A-ah, yo... yo también espero ganar algún día.

Y no sólo en ese campo Poe, ya le ganaste en algo y aún no lo sabes.

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Al terminar mi baño y gracias a que Poe es realmente alto, sus camisas me quedan lo suficientemente largas y parecen vestidos. Así que por eso tomé su ropa y no la mía, aunque hubiera una poca por allí le diré que no la encontré.

—Poe, seguramente estás cansado te traje un poco de café y unas galletas...

Estaba muy concentrado en el libro que estaba recién empezando, ni siquiera ha captado que yo estoy aquí.

—Poe~ hazme caso—dije estando a su lado.

—Espera un poco.

—Vamos~ y yo que me preparé para la ocasión.

—Sólo un momento...

No le hice caso, dejé las galletas y el café por allí y me senté sobre él tomando su cabeza con mis manos.

—Edgar Allan Poe, estás muy concentrado en esa cosa. Deberías de tener un tiempo de descanso para ti—le recordaba.

Aunque su respuesta siempre era decir que no le molestaba para nada, él no hacía más que buscar la atención de aquel detective de gran renombre. 

Ahora mismo su reacción no causaba más que ternura a mi ser, su rostro totalmente rojo realmente me cautivaba, sus ojos eran de ese color violeta que hipnotizaba.

—¡(T-t/n)! ¿Q-qué haces?

—Tratando de hacer que te relajes, pero realmente no puedes hacer nada de eso si sigues con ese libro.

Lo siguiente que hice fue besar su mejilla, cálida al notar lo nervioso que estaba, mi propia mente sabía lo peligroso que sería esto si seguíamos así, lo besé de manera tranquila, sus manos seguían sin saber por dónde posicionarse, mi lengua comenzó a introducirse en la boca de Poe.

Sentía como levemente comenzó a subir la camisa que tenía, fue muy lentamente, su nerviosismo le evitaba ser más atrevido. Cuando aquella danza de lenguas se repetía una y otra vez, él, entre beso y beso, trató de avisarme de algo, realmente no le presté importancia y seguía con lo mío.

Toc, toc, toc. Retumbó el sonido de aquella puerta hecha de madera, de la cual salieron Yosano y Ranpo, ambos sorprendidos de la escena en la que nos encontrábamos Poe y yo, y Poe con su cara roja mostraba lo avergonzado que estaba.

—Discúlpenme, creo que hice que vieran algo que probablemente no querían ver. Así que yo me voy—salí de la habitación como si nada hubiese pasado, realmente disfruté ese momento.

—R-r-ranpo-san, c-creo que...

—Me podrías haber dicho que tenía que venir a una hora exacta para no ver eso.

El silencio reinó entre esas tres personas, hasta que el sonido del cristal chocar con la madera de la mesa lo perturbó.

—Al menos merecen un poco de té por haberlos incomodado. Lamentablemente yo me retiro, te lo encargo Poe. Hasta luego.

Volví a salir del lugar y me dirigí a mi casa, ya con mi ropa puesta y dejando a ambos detectives un poco anonadados de mi repentina visita con Poe.

Poe tuvo una gran recompensa en su descanso, aunque tuvo que explicar la razón de ello, no hizo más que balbucear palabras sin sentido.

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Espero que te haya gustado Gaire4, tengo muy poco tiempo debido a la escuela pero espero que esto te haya satisfecho. Este tipo de escritos no se me dan bien y en un futuro espero poder tenerlos en mi alacena de habilidades.

Gracias por leer y que tengan buenos días,tardes o noches.