02 - Tonterias

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A Marc desde chico le gustaba leer y se sumergió en el mundo de la literatura, su abuelo quien fue un ejemplo para el solía regalarle libros e historietas. Y en una ocasión le obsequio un cuaderno de notas. En el mismo Marc solía escribir sus vivencias diarias y aquellas metas que le gustaría alcanzar en un futuro cuando sea grande.
Un viernes Marc perdió su cuaderno en la escuela y durante ese fin de semana se lamentó mucho haber extraviado el regalo de su abuelo.
Llegado el lunes Marc esperaba ansioso por saber cuál era el paradero de su querido cuaderno. Una maestra lo había encontrado y no tardo en devolvérselo.
Maestra – Marc supe que era tuyo y quería dártelo
Marc – Gracias, pensé que no lo vería de nuevo
Maestra – No pude evitar leerlo sin que me haga recordar a un cuaderno que supe tener en mi infancia
Marc – ¿Y qué sucedió con él?
Maestra – Lo tire, porque cuando crecí me di cuenta que lo que escribía eran puras tonterías. Lo que uno quiere no siempre es posible.
Marc se despidió caminando por un corredor con la cabeza hacia abajo y se fue meditando una por una las palabras que la maestra le había dicho.
Al llegar a casa pensó que era difícil crecer y a la misma vez mantener vivo a su niño interior. Que cada uno tenía la opción de elegir luchar o no por aquellas tonterías.
Marc estaba decidido a realizar todas las tonterías necesarias para alcanzar lo que quisiese. Una de las cosas más difíciles cuando uno crece es creer en sí mismo y en sus convicciones sin que la opinión de los demás nos influya, y no nos tumben en el proceso. Marc sabía esto y por eso decidió escribir una última anotación para no olvidarse.
En la última hoja de su cuaderno escribió:
“si soy grande y no soy en la vida lo que quise ser, y me siento un fracasado, es porque deje de hacer tonterías”
El abuelo de Marc al enterarse de lo sucedido a través del relato de su nieto no dudo en apoyarlo. Lo alentó a que viva sus propias experiencias, a que elija su camino y luche por sus sueños hasta el final.
Este camino es difícil le dijo, pero que a pesar de todo debía seguir siendo la misma persona. Que él se sentiría orgulloso de que su nieto se convirtiese en una persona de bien. Aunque Marc tenía que entender por sí mismo que el camino a recorrer estaba trazado por el destino, no importa cuántas veces trates de evitarlo, lo que deba suceder tarde o temprano sucederá.
La vida está conformada por recuerdos buenos y recuerdos malos. Por desgracia no podemos elegir deshacernos de los malos pero si podemos optar por mantener vivos a los buenos. Es por eso que se me viene a la mente un recuerdo muy especial de un viaje que pude hacer con mi familia.
Viajamos hacia un rio donde estuvimos unos días en los cuales pude compartir pequeños momentos con mis padres y mi abuelo.
Recuerdo que fuimos a pescar y mientras mi padre se hacía un festín, yo miraba sentado desde la orilla ese espectáculo. Mi abuelo al verme se acercó a la par mía para hacerme compañía. Hablamos mucho aquella tarde, en realidad como nunca antes. Recuerdo que él tenía un brillo distinto en sus ojos cada vez que conectaba su mirada con la mía. Ese día me dio un abrazo que significo mucho más de lo que me podía imaginar.
¿Por qué mantengo vivo ese recuerdo? Porque a los 2 días de haber regresado de ese pequeño viaje recibí una noticia muy difícil de asimilar para un niño de 10 años. Mi abuelo me había dejado, nos había dejado y con su último abrazo que me dio se había despedido de mí.
Me sentí confundido sin saber que había pasado pero al paso de las horas me fui sintiendo peor, sentía un vacío enorme dentro de mí mismo y un desconsuelo inmenso. Con él se fue una parte de mí, una parte muy importante, ya que mi abuelo representaba mucho para todos nosotros. El me dejo una herencia incalculable, de la cual si la sabía aprovechar podría vivir tranquilo y resolvería todos mis problemas por el resto de mis días. No era dinero, eran experiencias, enseñanzas y una forma de ver el mundo que lo hacía un tesoro muy valioso. Y yo no podía darme el lujo de rechazar esa herencia.

Un millón de millasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora