04 - Crecer

1 0 0
                                    


Hay etapas que se cierran para que otras se abran paso y así fue. Luego de terminar el secundario de buena manera llegaba el momento de decidir cómo iba a continuar mi vida ¿Qué sería de mi futuro? Porque si bien mis padres me habían dicho que esté tranquilo y disfrute, yo no pensaba igual. Yo quería disfrutar mi juventud y vivir nuevas experiencias por supuesto pero tenía que estudiar algo sí o sí.
No podía, ni me permitía desaprovechar esta oportunidad. No podía caer en lo fácil, ese no soy yo.
Hay que estar preparados para cuando un golpe de realidad nos derribe todas esas estupideces que atesoramos como verdades.
Llego la hora de salir de la burbuja en la que vivía, llego el momento de dar el siguiente paso. Ahora comienza un nuevo sueño y proyecto de vida; la medicina.
¿Por qué medicina? ¿Qué carrera elegir? ¿A qué dedicaría el resto de mi vida? Si digo que fue fácil elegir estaría mintiendo. Me gustaban muchas cosas en realidad pero luego de analizarme mucho me di cuenta que inconscientemente siempre tuve cierta afinidad con los temas relacionados con la salud de las personas.
Cuando era chico no podía evitar buscar programas de televisión que trataran sobre medicina. Me interesaba saber cómo abordaban cada caso en particular y lo solucionaban. Creo que en esos pequeños momentos fue creciendo en mí el deseo de dedicarme a cuidar la salud de las personas.
Lo pensé mucho, muchísimo y descubrí que eso era lo que quería para mi vida. Sentir la satisfacción de ayudar a alguien que pasa por un mal momento, conocer personas con tus mismas ambiciones y con las mismas ganas de ayudar. No importarían los sacrificios que conllevaran esta decisión de estudiar medicina, contar de ver en el rostro de esa persona enferma una sonrisa de agradecimiento, de saber que hay alguien que se preocupa por su salud e invirtió gran parte de su vida para el estudio de su enfermedad y poder traerle una cura.
Seguro nada será fácil, habrá muchas frustraciones en el camino pero me esforzare para alcanzar este sueño. Los motivos para ser médico son más que saber medicina y acumular conocimientos. Se trata de un compromiso con la salud de la comunidad, las personas y las familias en su entorno.
Decido estudiar esta carrera porque siento que es una labor grata, que me llenara de mucha satisfacción, no importa cuántas noches en vela me toque pasar, o donde trabaje, o cuanto gane. Creo que el verdadero sentir del médico abarca más que todo lo material que esta profesión represente. Es saber que con tus conocimientos se pudo ayudar a traer a alguien al mundo, se pudo salvar la vida de un padre o de un hijo. O hasta podríamos ser nosotros los que estemos en esa situación.
Que el día de mañana pueda verme haciendo lo que me gusta, no pido nada más.
Mis padres estaban alegres por lo que había elegido, eso les daba orgullo y tranquilidad. Yo tenía que irme a una ciudad vecina a estudiar y lo más difícil para cualquier persona es dejar el hogar, tu casa.
En definitiva somos las decisiones que tomamos y las que no también. Tenía que forjar mi carácter y mi camino. Eso estaba más que claro pero primero tenía que irme de casa.
Irse no es difícil, hasta que te vas. En la distancia uno aprende a valorar las cosas, de eso no me quedan dudas.
Sin pensarlo mucho me fui y me despedí de mis padres de la forma más tranquila posible para transmitir seguridad. No quería exponer mis emociones que estaban a flor de piel, no ahí y menos delante de ellos. Por fuera era todo calma pero por dentro todo era una caos. Tenía sentimientos encontrados, recuerdos miles pero por sobre todas las cosas tenía muchísimos miedos.
No podía desaprovechar esta oportunidad tan valiosa.
No podía defraudar a mis padres.
No podía defraudar a mi gente.
Y por sobre todas las cosas no me podía defraudarme a mí mismo ¡NO!

Un millón de millasWhere stories live. Discover now