La noche que el azul encuentra al verde, el aire desprende estrellas de humo, las bolas de disco brillan más que el sol mismo y los colores se ven más vibrantes que nunca. Ambos son dos universos distintos, que colisionan listos para unificarse al r...
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Harry respira hondo, dejando que el aire le llene los pulmones con fuerza junto a las feromonas de Louis, le regala una pequeña sonrisa nerviosa que le cuelga unos segundos por los labios antes de que estos sean atrapados, ahí decide que no planea dar marcha atrás. Es un golpe de adrenalina lo que le llega, hierve su sangre y cosquillea.
Quiere disfrutar.
Ruedan por la cama y Harry logra posicionarse encima, sonríe triunfante haciendo que los hoyuelos de sus mejillas se hagan presentes y sus rizos necesiten ser sujetados con algo para no interponerse en entre el choque de sus bocas, así que Louis le hunde la mano en el cabello y los sostiene, cuando se separan tiene la misma satisfacción divertida.
Y no es nada como la última vez que ha estado en esta posición, ahora hay paz en su pecho e incluso con el corazón acelerado se siente seguro cuando las manos de Louis desaparecen la tela roja que lo cubrían y lo dejan ahí para que cada centímetro de su piel sea descubierto, su respiración le causa escalofríos, su cuerpo lo busca de forma involuntaria y sabe lo que desea, jamás ha estado más seguro de nada.
"¿Qué vas a hacer alfa?" Lo reta Harry y mece un poco sus caderas, obteniendo como recompensa un gruñido de Louis.
"Es mejor hacerlo que decirlo." Promete Louis tomándolo de la cintura con su mano libre, liderando de cierta forma sus movimientos.
El juego de fricción no es algo nuevo para ninguno, sin embargo ahora hay un borde que planean cruzar, por lo que sus miembros no tardan en sentirse aprisionados. Los labios de Louis emiten unos sonidos que complementan los jadeos roncos de Harry, que se detiene abruptamente, un atisbo de vergüenza le cruza el rostro.
"Prometo... prometo no morderte esta vez." Balbucea desabrochando la camiseta del alfa.
Louis suelta una pequeña risa contra su mejilla antes de volverlo a besar, envuelve a Harry y sus lenguas bailan juntas al compás de su propia melodía, es dulce, pero fuerte también y envía descargas al cuerpo del omega con sus dedos abriéndose espacio en su ropa interior.
"Sé que no vas a hacerlo y aún si quisieras yo no te negaría nada." Le asegura, sin detenerse cuando entra en contacto con el miembro de Harry.
El calor sube y tienen la necesidad de apresurarse más, como si el tiempo corriera a favor de arrebatarles todo lo que han obtenido.
Han estado tan cerca tantas veces que es imperativo aprovechar cada segundo como si fuese el último, las prendas desaparecen velozmente y ambos se encuentran uno contra el otro, probando que tan cerca pueden mantenerse antes de perder el control, dientes de por medio, lenguas delineando el camino que pronto se cubrirá de besos.
