ANTES DE MORIRME \\ Albalia

DANGEROUS WOMAN

Poco a poco.

Ese era el trato y así está siendo, tan poco a poco que empiezo a desesperarme. Hemos hecho de todo; la acompañé al médico cuando le quitaron la muleta y la venda, otro día fuimos a cenar y nos besamos por primera vez después de todo. También hemos ido al cine, a pasear, me ha cantado, hemos estado en su casa, en la mía, hemos dormido juntas... hemos hecho de todo menos el amor. Natalia no quiere hacer el amor conmigo y yo me muero por hacérselo siempre que pueda. Al principio no me importó, pensé que simplemente necesitaría tiempo, después me di cuenta de que estaba pasando por un duelo tras la muerte de Pablo y todo lo que ha pasado, la verdad es que está mucho menos alegre de lo normal. Intento hacerla reír y ella también intenta estar bien, pero ver ese casi constante halo de tristeza en su expresión me frustra aún más que el hecho de que no quiera acostarse conmigo.

He decidido que hoy haré algo al respecto. Cuando oigo el portero de mi casa abro y dejo la puerta de arriba también entreabierta. Apago las luces y enciendo las velas que he preparado en la sala. Espero pacientemente hasta que oigo el ruido de la puerta abriéndose y los tímidos pasos de la morena avanzar por el pasillo. Entonces le doy al play y empieza a sonar la música. Al ver a mi chica entrar en la habitación, avanzo hacia ella de manera sexy y decidida, contoneando mis caderas y clavándole mi mirada. La única prenda que cubre mi cuerpo es un body de lencería negro con transparencias, unido por cuatro lazos a unas medias altas del mismo color y unos zapatos de tacón.

Ella al verme, abre los ojos, traga saliva y hace un repaso por todo mi cuerpo con su mirada de arriba abajo. Cuando llego a su altura pongo mi mano en su mentón y lo elevo para que me mire a la cara. Ya puedo notar sus pupilas dilatadas, lo que me hace sospechar que esta noche conseguiré mi objetivo.

- Siéntate ahí

Señalo una silla que he preparado en medio del salón para poder llevar a cabo mi espectáculo.

- Eh... Alb...

- Ssssh – acerco mis labios a su oído y hablo con voz ronca - Cállate y haz lo que te digo

Noto cómo suelta aire y asiente. Una vez se ha sentado, me dirijo hasta un armario y ella gira la cabeza para ver lo que hago.

- Mira al frente – ordeno

Vuelve a suspirar, y sonrío al ver que hace lo que le pido. De uno de los cajones saco mis esposas y avanzo de nuevo hasta mi objetivo. Me sitúo justo detrás y desde su espalda, poso mi mano derecha en su hombro y la bajo lentamente pegada a su torso, disfrutando con mi tacto de cada centímetro que recorro. Cuando llego a la altura donde la caen las manos cojo la derecha y la coloco detrás del respaldo para después hacer lo mismo con la izquierda. Le pongo las esposas con delicadeza y muerdo suavemente su oreja.

- No te has portado nada bien Natalia. Llevo más de un mes sin sexo ¿Crees que puedes tenerme así?

Su respiración alterada es lo único que obtengo como respuesta

- Te he hecho una pregunta

- N.. no

- ¿No qué? – suspira

- No puedo tenerte así

Sonrío, sé que este juego le gusta lo mismo o más que a mí. Doy la vuelta a la silla, quedando ahora delante de ella. Me agacho para que nuestros rostros estén a la misma altura y siento su respiración sobre mi boca.

- Como veo que no te gusta tocarme, he pensado que no te importará estar ahí atadita un rato mientras bailo

Entrecierra los ojos para dedicarme una mirada profunda mientras niega con la cabeza y se le escapa una pequeña sonrisa. No dice nada, pero puedo oír cómo me insulta en sus pensamientos.