Capítulo 32. Verdadera Familia.

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Dedicada a @HazzaAndBooBear24

Me alejé de Evan unos cuantos de centímetros para poder mirarle a los ojos. Su respiración golpeaba de lleno en mi cara, mandándome escalofríos por el cuerpo. Es tan lindo.

- Tu piel es suave - susurré, las yemas de los dedos de mis manos recorrieron su piel, tan suave, tan lisa.

Sus mejillas se volvieron rojas y entonces...

- ¡Estas desnudo! - exclamó empujándome para atrás, lejos de su cuerpo.

Si no fuese un vampiro de seguro hubiera caído de trasero contra el piso, pero lo único que pasó fue que di unos pasos atrás por la impresión y la poca fuerza con la que fui empujado.

- ¿Y hasta ahora te das cuenta? - me burlé de él.

- Cállate - se dio la vuelta dándome la espalda, mas que sonrojado eso es seguro.

- ¿En verdad estas actuando tímido? - caminé para poder quedar frente a él, levantando su barbilla lo miré a sus ojos verdosos - eres adorable, ¿Lo sabías?.

- No soy adorable - espetó suavemente.

- Lo eres, me es difícil mantener el control cuando actúas tímido - analicé sus facciones, sus ojitos se abrieron en demasía y su boca emitió un ligero gemido de sorpresa - Pero lo bueno es que se mantener el control, aunque un poco difícil, teniendo tu dulce aroma cerca mío.

- ¿Puedo pedirte algo? - preguntó tímidamente.

- Adelante - asentí.

- ¿Puedes quitarte el anillo por un momento? - vale, no soy un chico fácil de sorprender, pero lo que Evan me estaba pidiendo si que me tomó por sorpresa - Es que yo, quiero oler tu aroma... Solo puedo hacerlo si te tengo muy cerca, pero no es suficiente y...

- ¿Quieres impregnarte con mi olor intenso? - pregunté, Evan asintió totalmente avergonzado.

"Quiero que todos sepan que yo soy tuyo"

Las palabras que llegaron a mi cabeza, me hizo sentir un mar de sensaciones agradables en mi ser.

Bajo la atenta mirada de Evan fui deslizando el anillo que bloqueaba mi olor, del dedo de mi mano hasta sacármelo por completo. 

Aprecié como mi novio cerró los ojos y aspiró fuertemente cuando el anillo cayo al piso y mi olor inundó toda la habitación, me quedé parado mirando su reacción, inhaló un par de veces mas hasta que abrió los párpados y me vio a los ojos con una bella sonrisa.

- Tan dulce - confesó - me gusta.

- Supongo que gracias - elevé una ceja.

- Me gustaría que ya no te pusieras el anillo - deliberó - pero se que eso no será posible.

- Lo siento, por el momento debo seguir usando el anillo - extendí el brazo derecho hacia el piso sin dejar de mirar a mi chico, el anillo se elevó terminando en mi dedo índice, bloqueando todo rastro de olor nuevamente - Aun las cosas no se aclaran con la manada de lobos por lo tanto no quiero correr el riesgo de que se enteren de lo que soy, no es tiempo todavía.

- Esta bien, lo entiendo - asintió con una mirada comprensiva - gracias por darme al menos un momento de oler tu verdadero aroma.

- Sabes que haría lo que sea por ti - acaricié su mejilla - Bueno, debo prepararme, el hospital me espera seguro el señor está por despertarse.

Dejando un beso en sus adictivos labios, me alejé de él para ir hacia el cuarto de baño, necesito ducharme antes de ir al hospital.

Me quité la pequeña prenda que cubría mi miembro y me metí bajo la regadera, abriendo el grifo dejé que el agua fría cayese por todo mi cuerpo.

VAMPIRO®Where stories live. Discover now