Día 2: Descarga eléctrica [Fiesta]

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Advertencias: ¡No quirks AU!/Son mayores de edad.

Sero Hanta era un chico divertido y relajado, pero las fiestas no eran lo suyo. Se volvía un poco torpe socialmente hablando cuando se encontraba rodeado de tanto ruido y tantas personas. Incluso era vergonzoso el verlo hablar con la gente. Pero a Kirishima Eijiro y Ashido Mina les daba totalmente igual esa parte de su mejor amigo. Lo arrastraban a cada fiesta de la que se enteraban, fueran o no invitados, siempre acababan los viernes por la noche en una casa desconocida, o hasta en un antro. La idea era divertirse, y Sero lo intentaba demasiado. Por más que buscaba a alguna chica o algún chico con el que estar esa noche, no lograba nada. Por su parte, Kirishima siempre conseguía un poco de acción con chicos con esa actitud tan carismática y varonil, y Ashido conseguía que todas las chicas y chicos que quería cayeran a sus pies. No tenía idea de cómo, pero sucedía.

Y, bueno, esa fiesta no era la excepción. Tomó cerveza de su vaso desechable mientras veía a su pelirrojo amigo coquetear e insistir con un rubio cenizo que le estaba ignorando magistralmente. El chico se veía molesto apretando un vaso como el que él tenía, como si fuera a explotar en cualquier segundo. Sero pronto asumió que Eijiro por primera vez no conseguiría lo que quería. Rió para sus adentros y se volteó, viendo a Mina ser halagada por una chica que apenas y podía notar entre tanta gente. Nada nuevo.

Se recargó contra la pared, observando a la gente bailar al ritmo de la fuerte música en la sala y los pasillos de la casa. Cerró los ojos momentáneamente y dejó escapar un suspiro. “Sé que estoy aquí para acompañar a Mina y Ei, pero... Me siento fuera de lugar” pensó en ese pequeño lapso de tiempo en que sus párpados estuvieron pegados. Sin embargo, al abrirlos, esas palabras se desvanecieron de su mente. En cambio, lo único que pasó por ahí fue un claro y rotundo pensamiento “Tiene que ser mío”.

¿A quién se refería? A un chico de cabello amarillo brillante, con un pequeño rayo negro en sus mechones izquierdos. Su mirada era dorada y electrificaba cada parte del cuerpo de Sero, más sabiendo que esos orbes estaban conectados a su persona. Esa sonrisa maliciosa le hacía pensar a Hanta que ese desconocido le estaba invitando a conocerlo. Estaba en medio de toda la gente en la sala, bailando solo, pero siendo el centro de atención de básicamente todos. Pero... Su mirada estaba en ese azabache solitario.

El chico apresuró a enderezarse en donde estaba y dejó su bebida en la primera superficie que vio. Dio un paso, y pronto se asustó cuando Kirishima apareció frente a él casi literalmente de la nada.

— ¡Sero! — exclamó el pelirrojo con una sonrisa. El aludido dio un salto hacia atrás.

— ¡¿Estás loco acaso?! ¡No te aparezcas de la nada! — gritó el chico, poniendo más atención a su amigo. Estaba abrazado a... ese chico rubio cenizo de antes. Joder, que sí lo había conseguido para esa noche. Sonrió con resignación al entender por qué Kirishima había acudido con él, y de su bolsillo sacó las llaves del auto de Mina, y las del departamento que compartían.

— Gracias, Sero, eres el mejor — susurró Kirishima cerca de su oído cuando tomó las llaves, alejándose momentáneamente del rubio desconocido —. Creo que es él... Ya sabes.

Y tras ese comentario, Sero suspiró con una sonrisa. Estaba feliz por Kirishima. Él bien sabía que su amigo pelirrojo era todo un conquistador, pero en su interior, solo buscaba a ese chico con el que pudiera pasar no sólo una noche, sino el resto de su vida. Ahora, a sus 24 años, estaba yéndose de una fiesta abrazando por la cintura a un oji carmín con problemas de ira y actitud, para llevarlo a su departamento y esperar por lo mejor.

Regresó su mirada al frente al recordar a su propio rubio y no lo encontró. Estaba seguro que no había sido su imaginación porque sabía que él no había sido el único viendo descaradamente a ese chico desconocido. Sin dudas se decepcionó un poco. La idea de no pasar solo esa fiesta le había gustado bastante, y más cuando pudo imaginarse con ese chico. Pero... No. No estaba.

¡SeroKami Week 2019! Where stories live. Discover now