Pretendientes [Hank x Connor x Hank]

II "Divergencia"

Las noticias lo explicaba todo, androides de todo Detroit se están revelando contra sus dueños.

Por suerte, Connor no tiene androide, así que no tiene esos problemas.

Pero si le afecta el hecho de que las cosas no están hechas. Los androides se encargaban de dejar las carpetas en orden, en subir todo al sistema, en mantener el aseo, abrir las salas, todo lo que hace funcionar las cosas.

Por eso cuando Connor llegó a trabajar, se encontró que nada estaba funcionando, tampoco la sala está abierta, así que no podía hacer clases, igual que otros profesoras.

Luego en la hora de almuerzo, el lider de los androide dio un discurso para liberar a su gente, Connor estaba almorzando en el casino cuando pasó, el androide habla de libertad, de igualdad de derechos.

Connor quedó conmovido, él sí los veía como seres vivos, pero no dan Iá como apoyarlos, más que aceptar el hecho que ya no todo sería lo mismo.

Llegó la noche, y Connor camina de vuelve a su hogar algo distraído, no pudo hacer clases y ahora los androides se están revelando. Se sentía extraño ante esos sucesos.

Camino tranquilamente dirección a su casa, las calles están vacías por el miedo que hay por los androides, pero Connor no tiene porque temer, aunque su casa queda cerca, hay veces que su camino se hace largo y eterno, como lo es ahora.

Su caminar es fuerte, así que siente como sus pies chocan con la acera, hasta que siente, un segundo paso. Había alguien más con él.

Mira hacia delante y no ve a nadie, debe venir de atrás, apura el paso para alejarse de los otros pasos, pero cada vez lo siente más cerca.

Su cuerpo comenzó a sudar frío, había alguien detrás de él y no sabe que hacer, si es alguien que lo quiere atacar si se demora en caminar lo puede atacar, o simplemente pasara de él si solo está caminando, pero no quería averiguar que es.

Siguio caminando, esperando que se detuviera o se alejara, pero nada, aún seguía detrás de él. Sus pasos ya son inevitables, en cualquier momento iría a tropezar o perder el equilibrio, y cairia al suelo. Y su sudor empezó a empeorar, ya sentía que su camisa está toda mojada.

Cuando ya no pudo con los nervioso, se detuvo y mira hacia atrás, la calle está vacía, ni una sola alma, hasta los pasos habían desaparecido. Eso lo desespero más, acaso lo estaba imaginando, acaso se siente tan solo que comenzó a imaginar que alguien lo acompaña.

Cerró los ojos y respiro profundamente, para poder calmarse, para poder siguió su camino. Busco entre su abrigo largo algún pañuelo para poder sacar el sudor de su frente y seguir caminando.

Cuando guardo el pañuelo en su bolsillo, un ruido de ramas rompiéndose le hizo dar vuelta, pero ya era tarde, unas manos lo tomaron de la espalda, tapando sus ojos y la otra colocando un paño en su boca.

Connor desesperado intentó salir del agarre, pero todo fue en vano, sea lo que sea que tenía ese pañuelo lo hizo desmayarse.

Al despertar pensó que todo lo que había pasado era un mal sueño, pero lo que no sabía es que su pesadilla aún no comenzaba.

Al abrir los ojos vio todo oscuro, intentó moverse pero lo único que podía mover son sus pies. Sentía un fuerte dolor de cuello, al principio no sabía si está sentado o acostado, hasta que noto que está sentado en el suelo.

Sus manos están atadas en su espalda, de tal manera que apenas las podía mover, sus pies también están atados, pero no tanto como sus manos.

Levantó su cabeza para ver que está en una habitación pequeña, más bien parecía un ático, no sólo por el techo que cae de un lado, también por el polvo y las cajas, o también podía ser una bodega.