Breaking Lines - Villain hawks / Takami Keigo

1- El cuerpo pide y yo le doy

Miyuki analizaba tranquilamente las palabras que le habían dicho aquellos héroes de élite en ese momento. Miró a su padre buscando algún consejo con la mirada y el simplemente asintió, dándole el visto bueno a cualquier decisión que ella tomara y dejándole claro que confiaba en ella.

¡Era una locura! Ella era una heroína de entrar en acción y atacar, ¿trabajo en cubierta? Ella no tenía la paciencia o  dedicación que se necesitaban para ese tipo de trabajos.

— verá señorita Todoroki, esta tarea es muy importante puesto que necesitamos darle fin a los Yakuza que están resurgiendo. — habló aquel anciano.

— Lo comprendí, pero tal vez yo no sea la más apta para este tipo de misión. Nunca he trabajado en cubierto o entre sombras. Soy una heroína con una particularidad de destrucción masiva, tal como fue All Might en su tiempo y como lo es mi padre ahora. — Habló colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

— Tiene razón. Pero usted llegó hace pocos meses y aún no ha ejercido como heroina en este lugar, por lo tanto usted es perfecta para esto ya que ellos no la conocen.

— ¿Que pasa si acepto? Será exhaustivo el hacerme una "reputación" para ser aceptada por ellos. No puedo llegar "hey quiero ser de los suyos"

El anciano miró a Endeavor, All Might, Mirko y Fat gun quienes intercambiaban miradas entre ellos. El señor tomó asiento en señal de rendición.

— ¡Todoroki-Chan! Tenemos a otra infiltrada junto a los Yakuza. Con su ayuda podrás entrar. — empezó a hablar el héroe más adorable. — eres desconocida, pocos conocen el hecho de que Endeavor tiene una quinta hija ya que no estabas en el país.

— ¿Que hay de Hawks? El debe saber eso, es conocimiento básico. Hay una infiltrada, ¿no es suficiente?

Silencio.

— Creemos que... ella no está del todo con nosotros.

Aquello fue algo que la aterró.

— Me enviarán con alguien que no están seguros si está de nuestro lado. ¿Y si me pasa lo que a Hawks, o a ella?

— Joven Miyuki, entenderemos si no estás de acuerdo con esto. — habló el antiguo héroe número uno.

La de ojos turquesa gruñó y algunos suprimieron una risa ya que eso les recordó a su progenitor. Azoto la mesa.

— ¡Papá! ¿Por qué no dices nada?

— Confio en tu juicio. Y estoy seguro que no te sucederá como a aquellos inútiles débiles de mente.

— Acepto.

Aquello dio inicio a la preparación. Mirko y Fatgun fueron los encargados de aquello y para empezar le otorgaron dos expedientes. El de Hawks, tenía en sus manos todo el historial heroico y delictivo de su ídolo, ¿como era posible que alguien como el decidiera irse al otro lado? ¿Que tenía el abismo que lo hacía atractivo? Tragó grueso ante la idea de ser desertora. Le aterraba esa idea.

Soltó el expediente del chico y tomó el otro. Sasaru Yuki, largo cabello blanco y ojos completamente rojos, su rostro se afinaba y sus mejillas redondas, tenía el rostro dulce. ¿Cómo llegaron a ella?

Suspiró mientras leía los detalles, la chica fue prácticamente secuestrara por los Yakuza cuando cumplió quince y cuando la liberaron pidió ser una doble agente y de ese modo regresó con ellos. En el expediente aparecía que su Kosei fue borrado.

Ya tenía todo lo que debía saber, semanas preparándose y un estupido tinte de cabello verde que parecía musgo. Un short azul y blusa de tirantes.

— Estoy nerviosa. — murmuró la Todoroki a la mujer conejo.

— Estarás bien. Salió tu "crimen" en las noticias y Yuki dijo qué hay interés en ti. Todo estará bien, toma la actitud Todoroki y todo saldrá bien.

— Deséame suerte.

Bajó del auto en aquel barrio, Miyuki sintió que iba a contagiarse de alguna enfermedad del tercer mundo, caminaba con sus zapatos altos y eso no era para nada fingido, los tacones la hacían sentir poderosa.

Vio a aquel chico con capucha recargando en la pared, aquel era quien la reclutaría. Continuó caminando y sintió los pasos detrás de ella ¡Maravilloso! Había cierto placer en que todo saliera como se planeaba.

Se detuvo y fingió que arreglaba algo en sus tacones, el chico se detuvo. ¡Bien! Continuó caminando y cada vez la calle era más solitaria, se detuvo y pisó con fuerza haciendo que hielo rodeara a quien la seguía.

— ¿Por qué me sigues? — preguntó acercándose al chico que miraba ese hielo de color rojo rodearlo, pero no tocarlo.

— Tanaka Miyuki, portadora de un Kosei mutante de destrucción masiva y que mató a doce personas en un parpadeo solo por robar un poco de comida.

— El cuerpo pide y yo le doy.

— Soy Kurono Hari y te tengo una propuesta.

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