Breaking Lines - Villain hawks / Takami Keigo

4- Copo de nieve

— Deja esto. Vuelve a america cuanto antes y no te involucres en esta porqueria.—  Dijo Dabi cuando la lanzó al suelo.

— ¡Idiota! No me ves en años y eso es lo que me dices. ¡Eres un mal hermano mayor! — chillo fúrica. El suelo a su al rededor ardió luego de congelarse.

— Miyuki, quiero protegerte. Por esto te digo que dejes esta mierda. — repitió lanzando sus llamas azules a los pies de su hermana para que el hielo se consumiera.

— ¡No! — gritó apagando aquellas llamas.

Caminó a él con los ojos llenos de lágrimas y lo miró a los ojos, ambos tenían los ojos de su padre, pero el tenía la mirada cálida de su madre. Se quedaron mirando fijamente, Miyuki mordía su labio para que el puchero no saliera. Le dio un golpe en el pecho.

Entonces Dabi la rodeó con sus brazos.

— Suéltame, sociopata teñido.

— También estas teñida, ególatra controladora

Miyuki intentó congelarlo y no funcionó, ambos eran inmunes a la particularidad del otro. Entonces las defensas cayeron y la Todoroki empezó a llorar mientras correspondía el abrazo de su hermano mayor.

— Eres idiota. — murmuró ella contra su pecho, apegándose más a él. — Me dejaste.

— Perdóname. Perdóname copo de nieve.

Dabi quien era más alto que ella tenía la barbilla apoyada en su cabeza mientras la acariciaba, su pequeña hermana menor por uno que otro minuto lloraba en su pecho como cuando tenía pesadillas. Entonces algo caliente salía de sus ojos y sabía que estaba llorando.

Aquellos hermanos continuaron con su abrazo, años sin verse y ahora otra vez parecían estar del mismo lado.

— Por favor, deja esta porqueria; los Yakuza son peores que nosotros. — repitió limpiando las lágrimas de la teñida.

— ya basta Touya, no quieras actuar como que eres un magnífico hermano. ¡Te fuiste! Dejaste a tu hermana a la deriva ¡casi enloquecí! ¿Cómo diablos se te ocurrió dejarme? Literalmente no habría sobrevivido sin ti. — otra vez el suelo ardía por aquel hielo carmesí

— Nunca me necesitaste para nada. No digas tonterías.

Miyuki levantó la vista y lo empujó aunque eso no sirvió de mucho pues el no se movió ni un centímetro.

— Necesité tu calor para sobrevivir cuando nací. Cada maldita noche después de cada maldita pesadilla iba a tu cama para que me arrullaras. Tú curaste la primera quemadura de frío que me hice, me enseñaste a no dejar que las niñas me molestaran... y después me dejaste.

— Copo de nieve...

-.-.-.-.-.-.-

Yuki y Miyuki llegaron a la guarida cuando salieron del portal, soltaron aquellas bolsas de dinero y acomodaron su cabello, Hawks sonrió y Chisaki  movió un poco su cabeza; la albina dio un pequeño salto y aplaudió por eso pues para el jefe de los Yakuza eso era una felicitación.

Ella fue a él y lo besó. Aunque Kai odiaba esas demostraciones de afecto de manera pública, algo le impedía no corresponderle a su adorable Yuki.

— ¿Y mi beso? — preguntó el rubio abriendo los brazos, Miyuki sintió que se derretía con eso, pero no iba a ceder ante aquella provocación. ¡Se mantendría firme!

— Ya quisieras, polluelo.

Aquello hizo a la albina soltar una risilla, Hawks odiaba ese apodo y en consecuencia atacó a la de cabello verde con sus plumas las cuales no la tocaron.

— No vas a tocarme si yo no lo permito.

Era cierto, las plumas estaban congeladas en el suelo ya que fueron congeladas en cuanto de acercaron a ella. Hawks caminó a ellas mientras la chica iba descongelando las plumas y estas volvían a ser parte de sus imponentes alas. Miyuki tragó grueso al tenerlo tan cerca con esa sonrisa.

—Mientras más difíciles son, más gritan en la cama. — dijo acariciando su rostro.

—Mientras más perseveran, más decepcionan a la hora de la verdad.

— Hawks, deberías de rendirte. — dijo Yuki con una risilla y abrazó a Chisaki. El alado sonrió viendo los ojos de Miyuki.

— No, no. Tanaka va a aprender que yo no juego.

— Nadie ha dicho que juegas. Keigo. — hubo silencio en aquel lugar. Yuki se puso de pie al igual que Chisaki.

El nombre de Hawks era algo que incluso para la mayoría de los héroes era un misterio, pero ella ahí acababa de decirlo y lo había descolocado por completo.

— ¿Sucede algo pollito ? — Hawks tenía el ceño fruncido. De forma rápida Miyuki miró a la albina que negaba de manera rápida con la cabeza.

No era algo que había que hacer dos veces, era obvio que Hawks estaba fuera de sus casillas y quizás si el tuviese una pelea en serio con ella el ganaría. Además de que serían ellos tres contra ella.

—¿como diablos sabes eso?

— Ustedes no son los únicos en hacer su tarea.

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